Arte – Desde Nicaragua
Rafael Quintana
Cuando era niña, servía de modelo a los que estaban estudiando, hacían bocetos conmigo. Yo decía “por qué me dicen que no me mueva.” Eso iba llamando la atención de mi instinto.
Mi mamá siempre decía: “Es que la Yamileth es bien creativa, siempre le gusta buscar una ramita, le gusta hacer combinaciones con los objetos para que se vean más estéticos.”
Yamileth Ortega es hija de la destacada maestra y artista plástica de generaciones Cecilia Rojas, quien ha legado a Nicaragua una gran proyección desde su simbología, formal e interrogante, a través de las máscaras. También ha inspirado lo genuino en su hija Yamileth, hoy una artista emergente de los nuevos valores de la plástica nicaragüense.
A continuación, una breve reseña de la vocación pictórica de la artista plástica Yamileth Ortega, para el Diario del Sureste, de México.
¿Cómo llegó a la Pintura?
Fui creciendo en el arte de manera natural. En la Escuela de Bellas Artes se da el desnudo, se tiene que plasmar el cuerpo humano, como Miguel Ángel, como todos los artistas realistas. Mi mamá me llevaba y yo pasaba de repente y no lo miraba con malicia, sino que me llamaba la atención de manera sana.
El arte se mira con ojos transparente, es decir, si estás plasmando un músculo, si vas a plasmar una mano, un pecho, una pierna, lo haces desde el punto de vista artístico.
Estos inicios de mi vida me han hecho transparente. Todas las personas tenemos que ser libres, sin prejuicios, respetando tus espacios, sin hacer daño a nadie.
Crecí en el arte, el arte es expresión.
Después, llegué a la adolescencia. Me incliné hacia las artes. Soy Diseñadora, allí empecé en el arte, no desde las artes plásticas, sino desde la publicidad. Pero se unen porque hay que estudiar formas, colores, elementos del diseño.
Entro al arte directamente a pintar, por la búsqueda. Mi trabajo no se parece en nada al de mi mamá. Siempre hay que reconocer que tenemos una identidad distinta.
¿Cómo descubrió su estilo?
Trabajo lo que es tiza pastel. Me gusta el tema de la mujer luchadora, trabajadora, que crea, que apoya, que no deja a nadie atrás; y el elemento de fruta. Ahí está mi obra.
Tiene que ver con que desde los cinco años ya veía arte.
¿Está consagrada al arte?
Cuando nos sumergimos, el tiempo pasa sin darnos cuenta, no se sienten las horas, el tiempo. Es algo tan lindo lo que existe entre el lienzo y lo que estoy haciendo.
¿Cuál es su mayor reto frente a un lienzo?
Pueden ser las expresiones que quiero despertar en los demás, por ejemplo, a veces le quiero dar más luminosidad, para expresar a los demás algo que yo siento.
¿Su mensaje para el público mexicano?
México tiene tanto arte que dar porque es una cuna fuerte, una vertiente que viene influyendo, sobre todo en el uso de los colores.
El arte mexicano es uno de las más hermosos, un orgullo de Latinoamérica.
Increíble como el arte abstracto nos muestra muchas formas de expresarnos…
Muy bonito artículo cultural mi amigo Rafael Quintanilla.