Editorial
Una muy buena decisión del gobierno mexicano y su Secretaría de Salubridad ha sido el acuerdo para ejecutar en todo el territorio nacional un ambicioso proyecto: vacunar a todos los mexicanos para que reciban el tratamiento preventivo de este mal que ha sido un verdadero azote mundial.
Hay similitud de este gran proyecto con el de las elecciones federales que también mueven, si bien en sentido político, a todos los mexicanos, aunque el fin varía. En este caso de combate a una pandemia, en el otro de abrir las ánforas recolectoras de papeletas electorales para recibir la voluntad publica suprema de los ciudadanos.
En lo político se dan voces encontradas y partidos políticos en pugna.
En lo médico, por el contrario, hay unidad y acuerdo pleno que supera los puntos de vista aislados partidistas.
Observar el orden en los espacios seleccionados para la vacunación, la atención y cuidados a cada receptor de la vacuna es dar fe de la plenitud y calidad de una medida preventiva de gran alcance sanitario nacional.
Por ello, cuando los editorialistas dejamos por escrito nuestros criterios y opiniones requerimos de un examen de conciencia previo, honesto, sin sesgos personales. Con honestidad individual como escritores, ayudamos a formar opiniones y criterios.
El proyecto de vacunación nacional actualmente en marcha convence y despierta solidaridad y respaldo sin dobleces.
Así lo hacemos nosotros. Así esperamos que solidariamente lo hagan también nuestros conciudadanos.
Es por el bien de todos.
