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De Cuba
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Escribir sobre la Unión de Escritores y Artistas de Cuba es poner a trabajar mis recuerdos de casi todas mis visitas a la Mayor de las Antillas, que llevo en la sangre por mi abuelo paterno Bernabé García Valle, cubano matancero; por los recuerdos de mi madre Margarita Acosta, que me contaba sus viajes a Cuba en La Habana y Manzanillo como escala para viajar a Nueva York para estudiar medicina en la Universidad de Albany; y mi visita en el 52 a Guanabacoa, Regla y La Habana.
Posteriormente, en el 90, inicié mis viajes regulares a La Habana, Guantánamo y Santiago de Cuba, para asistir a festivales musicales como “Boleros de oro”, en La Habana; “Cantares de América”, en Guantánamo, y “Festival del Son”, en Santiago de Cuba, como mi inicio en la cultura musical cubana.
Mis primeras relaciones con la UNEAC se dieron desde antes de fundada, cuando conocimos a su primer presidente y fundador de la UNEAC, el Poeta Nacional de Cuba Nicolás Guillén, nuestro maestro de poesía en sus dos viajes que hizo a México. Nos conoció en Mérida, donde acabábamos de fundar la APEY, Asociación Periodística Estudiantil Yucateca. Guillén nos dio clase de poesía y periodismo en el Café Peón Contreras en su primer viaje, y en “La Casa del Viajero” en el segundo.
Eso dio pie para conocer y ser recibido en la UNEAC, con atenciones especiales de su director el escritor Abel Prieto, quien fuera en dos ocasiones Ministro de Educación y Cultura de Cuba. Las personas que me atendieron en esa UNEAC fundada por Nicolás Guillén ahora son amigos que nunca olvidaré: el Dr. en Música José E. Loyola Fernández, egresado del Instituto Chopin de Polonia y directo de grandes sinfónicas europeas, y el Lic en Derecho y Periodismo Humberto Rodríguez Manso, que ahora ocupa un nuevo plano astral. Ambos me guiaron por las sendas de la cultura, historia, música y pintura cubana.
Aunque ahora ya no viaje, mantengo vigente esa etapa de mi vida en la que participé como ingeniero, poeta, periodista, compositor y pintor en varias de las provincias cubanas, en forma especial en La Habana, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Guantánamo, Santiago de Cuba y Manzanillo.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, más conocida por sus siglas UNEAC, es una organización social con fines culturales y artísticos, con Status Consultivo II en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, con personalidad jurídica propia y plena capacidad legal, que agrupa en su seno, con carácter voluntario y siguiendo el principio de selectividad, (sobre la base de su currículum artístico) a los escritores y artistas cubanos. Aunque acoge a distintos gremios, no es gremialista, pues no se manifiesta solo como un sindicato que representa y defiende las necesidades básicas de sus miembros.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba fue fundada el 22 de agosto del año 1961 por el Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén, con el objetivo de preservar el proyecto de justicia social e independencia nacional, en el que han empeñado sus sueños y esfuerzos tantas generaciones de cubanos. El mismo Guillén, quien se mantuvo al frente de la organización por 25 años, subrayaba en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en diciembre de 1975, la responsabilidad asumida por escritores y artistas. Los fundadores Roberto Fernández Retamar, Lisandro Otero, José Lezama Lima, Argeliers León, Juan Blanco, Pablo Armando Fernández, José A. Baragaño, Alejo Carpentier, Harold Gramatges, Fayad Jamís, Luis Martínez Pedro, entre otros, convirtieron a la Unión en espacio de convergencia para la intelectualidad cubana, en el cual los vínculos entre creatividades y visiones diversas contribuyeron a solidificar la identidad cultural y nacional.
De la UNEAC puedo sintetizar que, con un presupuesto menor a los que tenemos para la cultura en el Estado, en Cuba es una institución cultural que ahora es ejemplo en la UNESCO.
Señalaré dónde más he participado: en la UNEAC de La Habana, con las atenciones del Presidente Nacional, el escritor Abel Prieto. Estuve en la inauguración de los “Jardines de la UNEAC”, en Cienfuegos; viajamos a ese lugar Abel Prieto, Alicia Perea, pianista y directora del Instituto Cubano de la Música, y el que escribe; la de Guantánamo donde en cada viaje participé como conductor o como poeta y charlista. En otras provincias asistí como invitado representando a México.
Agradezco a mis concejeros Argeliers León, fundador con Guillén de la Unión, Eduardo Ramos, Humberto Rodríguez Manso, el Dr. José Loyola Fernández, y otros las atenciones que me brindaron como mexicano en su suelo, a los que correspondimos con intercambios culturales por más de 30 años.
La UNEAC, a 64 años de creada, no renuncia a su legado de vanguardia intelectual y sigue andando y haciendo historia. Gracias a la UNEAC, al Instituto Cubano de la Música, a las direcciones provinciales de Cultura y los Centros provinciales de la Música, que siempre me apoyaron como el hermano mexicano que se asimiló en Cuba. Gracias a todos. Abur.
Fuentes
https://www.ecured.cu/Uni%C3%B3n_de_Escritores_y_Artistas_de_Cuba
