Poesía
Rocío Prieto Valdivia
Hoy, al recordarte,
una lágrima rodó por mi mejilla.
No sé cómo, ni cuándo
fue la última vez que miré tu rostro sonreír;
solo sé que te alegrabas de observarme.
Te llevaré en mis memorias.
Aunque los años pasen,
tu presencia vivirá en mi corazón.
Hoy recuerdo al dulce viejecito
que siempre tenía una sonrisa
para mí…
Adiós, amigo. Partiste sin avisar,
como un día llegaste a mi vida.
Hasta luego.
Te lo digo
aún con lágrimas en las mejillas.