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Transporte Antiguo, Largas Caminatas Con Cargas En El Lomo
CAPÍTULO 5
En la hacienda San Antonio Too, en la época de la esclavitud, no había caballos, bueyes ni mulas. Los pobres indios o esclavos comprados por los amos de las haciendas henequeneras eran los que tenían que transportar de lejanos lugares a pie con sus pesadas cargas en el lomo. Estos infelices cargaban sus productos como verduras, asimismo sus paquitas de sosquil que ellos mismos raspaban con el “X-TONCOS-CHE”, y los juntaban en una carga por su cuenta y las llevaban a vender. Todos estos tormentos los sufrieron en los últimos años del Porfiriato, a principios de este siglo.
En los años más adelante, empezaron a llegar algunos animales, como caballos, burros. Como anteriormente mencionamos, el patrón mandó a construir un transporte particular exclusivamente para que viaje a la ciudad de Mérida con su familia: un aparato de cuatro ruedas que conocieron con el nombre de “DILIGENCIA”, o un carro calesín, tirado por tres o cinco caballos en un camino pedregoso, o en campo travieso; las carretas también conducían carga, como pacas de henequén que se transportaba a la misma ciudad de Mérida, y a la vuelta regresaban cargadas hasta avanzadas horas de la noche; traían cargamentos de material de construcción.
Este material, que se transportaba desde la ciudad de Mérida hasta la hacienda, era cemento, alfardas de madera gruesas para construcción, piezas de maquinaria, mercancías para la tienda de raya. Las maniobras de carga y descarga se pagaban muy barato a los indios y, si no, se incluía en el mismo jornal. Ese antiguo transporte era pésimo y peligroso, según nos informaron los mismos trabajadores, pero no había más remedio.
El trayecto desde la hacienda Too a la ciudad de Mérida tardaba de 10 a 12 horas; el retorno, también con carga, de ida y vuelta les hacía de 24 o 30 horas o algo más en el X-laabé (camino antiguo) que dista como unas 8 leguas. Era un camino carretero que salía de la hacienda y seguía por la población de Ixil; luego se desviaba al sureste y pasaba en una ex-hacienda denominada Xyaxché (La ceiba) de Morcillo, luego X-pila-Yuc (pila de la especie del venado pequeño), continuaba a la hacienda San Lorenzo (Conkal), San Pedro de Ceballos, municipio de Cholul; Pebah Xuxah (Vista Alegre). En los dos últimos, en ese camino, muchos sufrieron desgracias, porque se decía que existió un fantasma o espectro; un ser diabólico, la creencia así lo denominaba, muchos de los viajeros lo veían salir en medio del camino a impedir el paso de cualquier transeúnte. Pues por ese temor, los viajeros, los carreteros, los prevenían, ya que al aproximarse a ese lugar sus mulas señalaban algún peligro y retrocedían con las orejas paradas, movilizándose de un lugar a otro, y así mismo los tripulantes eran presas de pánico. Los asustados viajeros se bajaban y hacían reventar la punta de sus chicotes; personas mayores y sabedores de esos peligros, dicen que es la única forma de contrarrestar la ira del ser maligno.
Estos infelices arrieros, carreteros y viajeros, sufrieron las penalidades del trayecto de sus viajes cerca de 15 años, hasta la entrada de este siglo. En el año de 1906 fue inaugurada la línea angosta de ferrocarril que salía de la ciudad de Mérida.
En hoja anterior, como dijimos sobre la inauguración del ferrocarril de vía angosta que salía desde la ciudad de Mérida con destino al Puerto de Progreso, su trayectoria era la división noreste, pues pasaba por Cholul, Conkal, Chicxulub Pueblo, hasta llegar a Progreso.
Desde entonces, empezaron a vivir los pobres trabajadores de esta región en regulares condiciones, ya que se contaba con una comunicación favorable, pues en la hacienda San Antonio Too el amo, mandó construir unos carritos tirados por mulas, que corrían sobre rieles de DECAUVILLE. Desde luego, se inauguró el servicio de tranvías vecinales para beneficio de los pasajeros de la hacienda, y así mismo a los usuarios del pueblo de Ixil así los conducían hasta el pueblo de Chicxulub por este medio. Fue la oportunidad de que se conozca el “HUAKAX-KAAK” (el tren) que es, como hasta hoy, el único transporte para viajar muy barato para la gente humilde y trabajadora. El antiguo tren, la máquina, o la locomotora, consumía leña de madera y mucha agua para resistir la caldera y sus tanques de vapor; este era el combustible del primer tren.
El horario del servicio de los trenes era el siguiente:
Con destino a Progreso: de Mérida salía a las 11 a.m. y llegaba a Chicxulub a las 12 hrs y para los pasajeros que tenían que viajar a la ciudad de Mérida, el tren salía de la ciudad portuaria a las 5 de la mañana cruzando en Chicxulub a las 5:40 a.m. para comunicarse con el otro tren del Oriente, que salía de Mérida a las 5.30 de la mañana, con destino a Conkal, llegaba a las 6.00 a.m. y se desviaba al oriente, también en vía angosta, hasta llegar a un lejano pueblo oriental que le impusieron los mayas el nombre de “TZIMIN CAAH”, ahora la ciudad de Tizimín, Yucatán.
Horario del servicio de tranvías:
Los servicios de los tranvías salían en su terminal en Too a las 10.30 a.m., cruzaba en Ixil a las 11.00 a.m. para llegar a Chicxulub a las 12.00 p.m. y es la hora que llega el tren de Mérida. Salida en Too a las 4.30 a.m. cruzaba en Ixil a las 5.00 a.m. para los productores de cebolla a Mérida, Yucatán.
Ambas empresas así prestaron servicio en aquella época de 1906 hasta el año de 1947 en que fue desmantelada esa línea angosta.
Venancio Narváez Ek
Continuará la próxima semana…
