Series de TV
Espero ansiosamente ver los dos capítulos finales de The Last Dance, esta serie coproducida por ESPN y Netflix que nos permite disfrutar recordando la etapa fabulosa en la que Michael Jordan dominó con sus Bulls de Chicago la NBA.
Para mí, este documental de 10 capítulos de una hora de duración cada uno representa mucho, porque fui testigo junto con mi familia (a través de las transmisiones de TV Azteca) de cada campeonato obtenido: desde el primero, en la temporada 1990-1991, cuando derrotaron a los Lakers de Los Angeles con todo y Magic Johnson, hasta el sexto, logrado en 1998, derrotando al Jazz de Utah, para completar el segundo tricampeonato bajo la guía de MJ.
Haber seguido en su momento la mayoría de los duelos de cada temporada de Michael y los Bulls marca una enorme diferencia al momento de ver la serie, pues los recuerdos resultan más agradables. Pero, sin duda, la clave de esta producción radica en el material inédito grabado originalmente al inicio de la temporada 1997-1998, con un equipo de producción que siguió al equipo todo el tiempo.
Fue una decisión acertada, principalmente porque ese año el gerente Jerry Krauze decidió que esa sería la última temporada de Phil Jackson como entrenador del equipo, por lo que Jordan anunció que esa sería su última temporada en la NBA, después de su primer retiro en 1995. Al salir de los Toros, no quiso que el material grabado se publicara y por 18 años estas grabaciones quedaron guardadas en un archivo de Nueva Jersey. Estamos hablando de más de 10 mil horas de grabación que finalmente han sido editadas, complementadas con nuevas entrevistas con Michael y sus principales compañeros Scottie Pippen, Denis Rodman, John Paxson, Tony Kukoc, Steve Kerr, entre otros, y por supuesto su coach Phil Jackson, así como sus rivales más emblemáticos.
La figura de Jordan tiene varios matices, quedando claro que la suya es una personalidad competitiva al extremo, por lo que durante la serie podemos comprobar la presión que ejercía sobre sus compañeros para impulsarlos, por lo que muchas veces fue calificado como un tirano, lo que quizá lo orilló a esperar demasiados años para dar su autorización, tal vez por el temor de dar a conocer esa parte de su historia. Sin embargo, en el capítulo 8 declara algo clave: “Presionaba a mis compañeros porque quería triunfar, pero también quería que ellos también triunfaran, que fueran parte de ese éxito.”
Capítulo a capítulo, viajamos por 1998 con las grabaciones inéditas de la temporada para la que pocos les daban a los Toros posibilidades de lograr un sexto título; también regresamos en el tiempo a observar sus inicios como colegial, su entrada a la NBA, su llegada a los Bulls y la manera en que fue esculpiendo su leyenda.
Sin importar si fuiste testigo de sus épocas de gloria, podrás disfrutar de la grandeza de este hombre que literalmente volaba y realizaba jugadas de fantasía que volvían locos a sus rivales y enardecían a las audiencias, convirtiéndolo en uno de los atletas más grandes de la historia. El documental está producido de manera excelente, así que es un agasajo visual y narrativo que se disfruta de principio a fin.
Altamente recomendable, seas o no fanático del gran Michael “Air” Jordan.
RICARDO D. PAT
