Música
Una de las grandes injusticias dentro del rock internacional es la falta de reconocimiento a un compositor, músico y cantante más talentosos de la historia: el británico Terry Reid, conocido no por su vasta producción, sino por las oportunidades que dejó ir en su afán de mantenerse como artista solista.
Para colmo, varias de sus canciones por diversos motivos fueron enlatadas por las compañías discográficas donde militó, pudiéndose escuchar hasta muchos años después. Pese a todos estos infortunios, el talento, nacido un 13 de noviembre de 1949 en St Neots, comunidad de Huntingdonshire, Inglaterra, cuenta con el cariño y respeto de muchas celebridades del rock mundial, quienes siempre admiraron la enorme capacidad vocal que lo distinguió desde finales de la década de los sesenta, así como su desbordada inspiración que lo convirtió en un compositor compulsivo.
A inicios de 1969, la gran diva del soul Aretha Franklin aseguró: “En Inglaterra solo pasan tres cosas: Los Rolling Stones, Los Beatles y Terri Reid.” Chris Cornell (+), vocalista de Soundgarden admiraba a Reid tras escuchar su versión del tema “Stay with me”, escrita por Jerry Ragovoy y George David Wiess, grabada originalmente por Lorraine Ellison. De hecho, Cornell grabó su propia versión para la serie de TV Vinyl, de HBO, e incluso, en su álbum póstumo ‘No One Sings Like You Animore Vol. 1’, incluyó “To be treated ride”, de Reie.
Sus composiciones han sido interpretadas por bandas de la talla de The Hollies, Cheap Trick, The Splid Squad, Crosby, Stills & Nash, y Reo Speedwagon, como también solistas sobresalientes como Marianne Faithfull, John Mellencamp, Jack White, Rumer, mientras que el guitarrista de Aerosmith, Joe Perry, en su álbum ‘Sweetzerland Manifesto’ (2018), incluyó tres temas coescritos y cantados por Reid.
Varias canciones de Terry llegaron al cine: en el documental “Groupies” (1970) de Ron Dorfman y Peter Nevard, aparece interpretando “Bang, Bang” y “Superlungs My Supergirl” en San Francisco, además de aparecer en metraje detrás de escena. En el documental “Glastonbury Fayre”, que describe lo acontecido en el festival realizado del 20 al 24 de junio de 1971, Terry comparte escena con Linda Lewis cantando a dúo “Dean”, donde curiosamente en la batería aparece Alan White, quien poco después se integraría a Yes. Su versión de “Gimme Some Lovin” (original de Spencer Davis, Muff Winwood y Steve Winwood) fue incluida en “Days of Thunder” (1990) de Tony Scott. En “The Criminal”, de Julian Simpson, se incluyó “Dean”, mientras que en “Wonderland” (2003), de James Cox, fueron dos canciones las incorporadas: “Faith to Arise” y “Dean”. Rob Zombie es otro rockstar y cineasta que admira a Terry Reid, por lo que era lógico que utilizara su música en dos de sus películas: “The Devil’s Rejects” (2005) con “Brave Awakening”, “To be Treated Ride” y “Seed of Memory”, mientras que en “3 From Hell” en los créditos finales suena “Faith to Arise” y “The Frame” se escucha en la radio del auto.
Desde 1960, Terry inició su carrera musical tocando en un club británico donde fue descubierto por el baterista Peter Jay, quien lo reclutó como guitarrista para su propio proyecto Peter Jay and The Jaywalkers, precisamente cuando habían firmado un contrato con la compañía Piccadilly Records, grabando con ellos dos sencillos en 1964, otro par en 1965. La banda fue abridora de la gira de 1966 de los Rolling Stones. Para 1967, la popularidad de Terry era tan notoria que las últimas dos canciones que grabaron, “The hand don’t fit the Glove” y This Time”, fueron publicadas como Terry Reid with Peter Jay’s Jaywalkers, siendo este un lanzamiento de Columbia.
El talento de Terry no pasó desapercibido para el productor inglés Michael Peter Hayes, quien fundó su propio sello discográfico RAK records y había trabajado con The Animals, Herman’s Hermit, Donovan, Lulu y Jeff Beck, ofreciéndole ser su manager y un contrato muy lucrativo que incluía grabaciones y giras. En 1968 apareció su primer disco solista “Bang, Bang you are Terry Reid”, respaldado por el baterista Kewith Webb y el tecladista Peter Solley, con quienes se embarcó en una gira por Estados Unidos como respaldo de Cream; de hecho, en la última actuación de ese tour, en el Miami Pop Festival, cosechó críticas muy positivas de la prensa especializada.
En julio de 1968, The Yardbirds dieron su último concierto, ocasionando que Jimmy Page, talentoso guitarrista y reputado músico de sesión, quedara al frente tras la decisión del cantante Keith Relf y el baterista Jim McCarty de abandonar la banda y que el bajista Chris Dreja decidiera convertirse en fotógrafo. Para cumplir el compromiso de varios conciertos en Escandinavia, los desertores autorizaron a Jimmy que podía usar el nombre The New Yardbirds para saldar aquel pendiente, por lo que este comenzó a reclutar músicos para esto, siendo Terry Reid uno de los elegidos. Page sabía del talento de Terry, pues su descubridor Michael Peter Hayes era socio de Peter Grant, quien fungía por entonces como manager de los Yardbirds. Sin embargo, Reid declinó la oferta, pues ya estaba comprometido para realizar giras con los Rolling Stones y Cream, respectivamente, solicitando para aceptar participar con The New Yardbirds una compensación económica por el dinero que perdería por no cumplir con esto, además de pedirle a Jimmy Page que se comunicara con Keith Richards para explicarle porqué Terry no podría estar en la gira, pero esto fue descartado. Pese a esto, Terry terminó recomendando al cantante Robert Plant y al baterista John Bonham, ambos del grupo Band Of Joy, permitiendo que Jimmy Page pudiera armar el combo para presentarse en Escandinavia, cuando John Paul Jones, otro reconocido músico de sesión, aceptó sumarse al proyecto. Como todos ya sabemos, estos cuatro músicos terminarían dando vida a Led Zeppelin. En septiembre empezaron a grabar su álbum debut y este fue lanzado el 13 de enero 1969.
En agosto de 1969 se lanzó su segundo álbum de estudio titulado simplemente “Terry Reid”, logrando penetrar a la posición 147 en los 200 discos más populares de la lista de Billboard en los Estados Unidos, donde se mantuvo por 5 semanas. Ese año realizó varias giras por el Reino Unido al lado de Jethro Tull y Fleetwood Mac, y cumplió teloneando a los Rolling Stones en dos tours por Estados Unidos y una gira en ese país con Cream.
Ritchie Blackmore, molesto por el fracaso comercial de su tercera placa de estudio “Deep Purple” (lanzada en septiembre de 1969), convenció al tecladista Jon Lord y al baterista Ian Paice de despedir al cantante Rod Evans para reemplazarlo por Terry Reid. Cuenta la leyenda que Blackmore invitó a Terry a charlar en un conocido pub de Londres, ofreciéndole ser parte de la banda, explicándole que su participación sería importante, pues Deep Purple buscaba extender su sonido hacia un rock más duro y para ello necesitaban a un cantante con el alcance que el poseía. Terry, quien contaba por entonces con 19 años de edad, agradeció el gesto, asegurándose sentirse muy halagado, pero explicó a Ritchie que le resultaba imposible aceptar pues tenía contrato exclusivo con Michael Peter Hayes, por lo que estaba obligado a mantenerse como solista.
En diciembre de 1969 tuvo una pelea con su manager Michael Peter Hayes, ya que este quería convertirlo en un baladista, mientras que Terry quería seguir tocando rock, propiciando que se levantara un litigio que lo orilló a emigrar a los Estados Unidos, donde se mantuvo presentándose en vivo sin grabar nada, hasta que retornó brevemente en 1970 para participar en el Festival de la Isla de Wight, pero retornó de inmediato a Norteamérica para ser parte del segundo Festival Internacional Pop de Atlanta.
En 1971 firmó con Ahmet Ertegun, mandamás de Atlantic Records (quien también sería clave en el ascenso de Led Zeppelin), para grabar con su propia banda que integraba a David Lindley, Lee Miles y Alan White, el álbum “River” (1973), que fue calificado por la crítica especializada como una obra maestra de rock, folk, blues, Funky. Pese al relativo éxito comercial, Terry decidió apostar con otra compañía, buscando una fórmula ganadora, firmando con ABC Records para dar vida a “Seed of Memory” (1976); irónicamente, esta disquera se declaró en quiebra apenas una semana después de lanzar el álbum. Su cuarta placa de estudio se realizó bajo los auspicios de Capitol: “Rogue Waves” (1979).
En 1981, Terry Reid abandonó su carrera en solitario para convertirse en músico de sesión, participando en discos de Don Henley, Jackson Browne y Bonnie Raitt. Reapareció diez años después como cantautor con “The Driver” (1991), donde incluyó su explosiva versión de “Gimme Some Lovin”, girando por Estados Unidos y Hong Kong junto al ex guitarrista de los Stones, Mick Taylor. Reid volvería a tocar en el Reino Unido hasta finales del 2002, con tres conciertos. En 2005 regresó para una gira, y desde entonces retorna cada año a Inglaterra para diversos festivales y presentaciones especiales.
Su último disco de estudio fue “The other side of the River” (2016), pero también son muy buenos sus álbumes en concierto: “The Hand don’t fit the Glove” (1985), “Alive” (2004), “Silver White Night- Live at the Isle of Wight 1970” (lanzado en 2004) y “Live in London” (2013), además de los recopilatorios “Super Lungs: The Complete Studio EMI Recordings 1966-1969″ (2004) y “The Most of Terry Reid” (1969), todos sumamente disfrutables.
RICARDO PAT