Continuando con nuestra encomienda de conocer a los personajes de nuestro mundo del Rock en Yucatán a través de entrevistas – que en realidad se han convertido en muy amenos intercambios de ideas y con los cuales pretendemos dar a conocer a la persona, además del artista – resulta que “un amigo de un amigo” me refirió con el Buda Ontiveros.
Alfonso, el Buda, Ontiveros es un artista que goza de la música y que, además, se ha podido dar el lujo de vivir de ella. Poseedor de una poderosa voz, que tuve el privilegio de escuchar durante el homenaje al Maestro Erick Flota, es innegable su presencia escénica y su liderazgo. [La reseña de aquel evento, en la cual se habla del Buda, se encuentra aquí]. Durante la plática, destaca la pasión que siente por la música, y su afán por dar un buen espectáculo, exigiendo de su banda – y de él mismo – siempre lo mejor.
Con semejante compromiso, el Buda Ontiveros y Nektar son garantía para todos aquellos que desean ver a una energética banda que deja todo en cada una de sus actuaciones.
En lo que a mí concierne, me estoy apuntando para asistir al Absenta Pub como dicen los gringos: a.s.a.p. – as soon as possible – para escucharlos, mientras disfruto de una bebida espirituosa y aplaudo su profesionalismo.
Gerardo Saviola
gerardo.saviola@gmail.com
Gracias por platicar con Diario del Sureste, Alfonso. ¿Qué tal si nos hablas un poco acerca de ti, para ir calentando motores: dónde naciste, por dónde has andado?
Nací en Mérida, Yucatán un 10 de octubre en el año del Sgt. Pepper, jajaja. Acá crecí más, viajaba y viví en varias ocasiones en la ciudad de México, así como después en varias partes del país como Cozumel, Cancún, Cabo San Lucas y Tijuana. Estuve viajando y tocando desde 1995 hasta el 2008, que fue cuando ya regresé a esta ciudad. Soy músico autodidacta: aprendí escuchando mis discos, tocando con mis ídolos, y me gradué sobre el escenario.
Siempre he estado envuelto en la música: tomando clases de solfeo y canto en Bellas Artes, y en el IMSS con el maestro Luis Sánchez Gavito. Además recibí clases de guitarra popular, y también con la actuación he tenido algunos guiños: en obras de teatro y un programa cómico de tv 13, con Mario Tercero y Manolo del Río. Podríamos decir que empecé como a los 8 años.
¿Qué tipo de canto aprendiste en Bellas Artes: clásico? ¿Y por qué lo dejaste?
No, más bien eran clases de solfeo y, bueno, por la rebeldía de la adolescencia, y además por un maestro que me cayó muy mal, fue que dejé de ir. ¡Pero lo que aprendí, lo he aprovechado!
¿Alguien más en tu familia es músico?
Sí: mi abuela era pianista, y mi papá fue Guadalupe Trigo, cantautor de fama reconocida por la canción “Mi Ciudad”. Actualmente uno de mis hermanos, Pepe Ontiveros, también es cantante independiente.
¿Qué dirías que heredaste de ellos?
La pasión por la música: no solo por interpretarla sino gozarla como escucha. Soy un melómano al cien por ciento, la música ha sido y es parte de mi vida. Ha determinado la manera en que he vivido y, hasta el día de hoy, lo que más disfruto es ir a tocar por las noches. Otro punto muy importante es el ser profesional en todo momento: soy muy exigente con mi grupo. Siempre pienso que podemos sonar mejor, así que los hago sufrir. Jajaja. Pero vale la pena ya que, a la hora de presentarnos con el grupo, toda esa exigencia arroja sus frutos. Para mí no hay más en la música: tienes que entregarlo todo. Bien decía Carlos Santana: “El músico es músico las 24 horas del día”.
¿Qué instrumentos musicales tocas, además del bajo?
Claro, el canto, guitarra rítmica, y de repente le puedo pegar a la batería, pero de manera profesional diríamos el bajo y la voz.
¿Guitarra y batería también aprendiste de manera autodidacta?
En la guitarra sí: tomé clases pero de popular, siendo muy joven, más bien un niño. Lo demás, igual, de manera autodidacta. Ya llevo varios años sin tocar la guitarra, principalmente porque no es muy de mi gusto, a diferencia de la batería, que sí me gusta mucho, pero ahí nunca tomé clases, desgraciadamente. Lo de “tocar” es un decir, porque nunca toco la batería, para ser sincero.
¿Por qué tocar el bajo?
Buena pregunta. La verdad, al principio me lo plantearon en la primera banda en que participé: el guitarrista me enseñaba lo que tenía que tocar, y ya de ahí me di cuenta que se me daba con facilidad, sobre todo por el tiempo y ritmo que tengo de manera natural. Luego lo dejé, enfocándome en el canto. En el DF volví al bajo ante la invitación a entrar como músico de apoyo en una banda, y de ahí me apasioné con el bajo. Lo he alternado con el canto, mas un tiempo solo me dediqué a bajear. Actualmente, desde ya hace unos 14 años, combino cantar y tocar.
¿Cómo fue que te aventaste a cantar?
Realmente no fue para nada difícil. Desde que recuerdo me encantaba estar ante un público, así que no fue nada complicado. Digamos que para mí es bastante natural hacerlo, pero ya en una banda fue ante la necesidad de cambiar al vocalista. De hecho, esa siempre ha sido la razón: de repente hay tan pocos cantantes buenos de rock, o se comportan como unas verdaderas estrellitas, que prefiero hacerlo yo, y la verdad disfruto mucho interpretar una canción. Recuerdo unas palabras de la ilustre pianista Ligia Cámara, a quien conocí desde pequeño, me decía que si bien yo no tengo una afinación perfecta, sí tengo mucho estilo para cantar. Así que las canciones las hago mías al interpretarlas.
Platícanos de tus ídolos e influencias musicales en tus inicios y quiénes son tus ídolos e influencias actuales.
Mis más grandes ídolos han sido, y continúan siendo, The Beatles. De ahí hay una gran cantidad de bandas como Pink Floyd, Black Sabbath, Metallica, Rush y muchísimos más. Pondría una lista larguísima. Actualmente la banda Porcupine Tree y su líder Steven Wilson me gustan mucho, pero de las bandas actuales es poco. En realidad soy más de lo clásico hasta los noventas.
Del rock yucateco, pues admiro a muchos compañeros, pero alguien que significó mucho para mí como influencia fue el bajista Canito, y mis grupos favoritos eran Viento Negro y Betania, y muchos músicos más.
¿Qué función debe cumplir un bajista en una banda, en tu opinión?
Una muy importante: el bajista es el pegamento de una banda. Cumple la función de la armonía entre la melodía y el ritmo. Un bajista lo debes sentir en el pecho, en la cabeza en los pies, es el que hace que la gente mueva su cabeza siguiendo una tonada. A pesar de ser considerado como un instrumento que pasa desapercibido para la mayoría, si no estuviera todos se darían cuenta. Una pregunta recurrente de varias personas es “¿qué es más fácil tocar: el bajo o la guitarra?” Y, aunque son diferentes y muchos piensan que es más fácil tocar el bajo, yo respondo que tocarlo bien es lo difícil, tomar el sentido del bajo, no la técnica – porque ésta cualquiera la puede tener, pasando horas estudiando –, pero el sentimiento correcto, no todos.
Veo en una de las fotos, en el bombo de la batería, una imagen del disco 10,000 Days de Tool, ¿Mario es el fan de Tool, o todos ustedes? ¿Qué te parece Justin Chancellor, el bajista de Tool?
Sí, Mario nuestro baterista es un fan aferrado de Tool. Yo tengo varios discos, pero no soy un mega fan. La verdad, me jalan más otras bandas, aunque es una gran banda que nació del grunge y agarró su vena progresiva. De Justin qué podemos decir: que es un chingón en el bajo, hay grandes líneas de bajo en las rolas de Tool.
La pregunta obligada: ¿quién te puso el apodo de “Buda” y por qué razón?
Fue en la época de la secundaria: primero me decían “budín”, y de ahí degeneró a lo de “buda”, y pues ya no me lo pude quitar. Me gusta que me digan así, me siento identificado con ese apodo. De hecho, ¡sobre mi amplificador siempre hay un buda dorado de la buena suerte!
¿Cómo, cuándo y dónde nació Nektar, y quiénes la integran? ¿Es con acento o sin acento?
Es sin acento, lo puse como se escribe en inglés, y le he agarrado mucho cariño a este grupo y a ese nombre.
Nektar se creó en mayo del 2012. Estamos determinados a sonar en el rock n´roll siendo un power trio: iniciando con los ensayos para conformar el repertorio básico de covers de bar, determinados a tener diversidad dentro del rock en inglés y en español, con variedad de estilos y canciones de todas las épocas musicales. Tenemos una lista de más de 250 canciones para entretener y darle gusto a todo tipo de público.
Nektar está integrado por:
- Alfonso “el Buda” Ontiveros – bajo y voz
- Mario Enrique González Ortega – batería
- Edwin “el Tío” Moreno – guitarra
¿Por qué se llama Nektar?
Siempre es complicado buscar nombre para una banda. Yo quería un nombre corto y que se le grabara a la gente, y por mi admiración a la banda de rock progresivo británica del mismo nombre es que me decidí a ponerle así, y ha tenido buen resultado con la gente.
¿Has participado en otras bandas, cuáles? ¿Están vigentes o ya pasaron a formar parte de tu historia?
Muchísimas bandas: más de 30.Seguro algunas con más significado que otras: Jezabel, Tequila Pop, Sueño Clandestino, Éxtasis, Putana Diablo, Porcelana, Fusion 3, Área 664, y la actual, Nektar, siendo la única vigente. He participado con muchos músicos con los que he tenido el placer de compartir el escenario; sería muy larga la lista y no quisiera olvidarme de nadie en particular.
Comparando los estilos de las bandas en las que has estado, ¿cómo explicarías tu evolución musical?
La evolución se ha dado en la seguridad al tocar: ya cuando te vuelves un viejo lobo de mar, y has pasado cientos de noches en un escenario, ya sabes de qué se trata el asunto. Ahora, permíteme recalcar: soy un bajista que toca con el corazón, no soy estudiado, así que lo que interpreto lo hago a mi manera y a mi estilo, siempre con mucho punch.
¿Cómo definirías el tipo de música que interpreta Nektar y cuáles son sus aspiraciones?
La banda es netamente un proyecto de covers, y sobre ese ramo estamos. Pero la diversidad de estilos que abarcamos es un distintivo: pasamos por el Country, Blues, Hard Rock, Reaggae, Rock Clásico, baladas, etc. La aspiración es ser una de las mejores bandas de covers de la ciudad, que la gente se divierta y regrese a escucharnos, que pidan rolas, palomeen, se la pasen bien. Igual hay planes de meter algo de música original y algunos covers de bandas de rock yucateco, a manera de tributo. Eso está en planes todavía, pues constantemente estamos renovando repertorio: al menos un par de rolas por semana.
¿Cuál cover dirías les sale mejor que la versión original?
Es difícil contestar eso. Siempre he pensado que superar una versión original es complicado, aunque hay algunas versiones de canciones que hemos tenido que adaptarlas a trio, como Black Magic Woman que siento que nos sale muy bien y que a la gente le gusta mucho. De ahí, tratamos de que todas suenen lo mejor posible, no idénticas, pero lo más fiel que se pueda.
¿Has escrito rolas?
Sí, claro. Algunas con Sueño Clandestino, y en Jezabel un par de rolas, y algunas más guardadas por ahí. Últimamente no he explorado mucho ese lado de la música, para ser sincero.
¿Cuál es el mensaje que buscas dar a conocer a través de la música?
Te daré mi opinión muy personal: yo no busco ser mensajero, ni leyenda o maestro, ni nada por el estilo. Yo toco porque me apasiona y lo disfruto al máximo. El momento de tocar para mí es un placer que se ha convertido en trabajo. Igual, ante eso trato de ser lo más profesional posible. Lo que sí busco es que la gente se divierta, se entretenga, ese siempre ha sido el fin; si no fuera así, la verdad, estaría tocando encerrado en mi cuarto.
¿Se puede vivir de la música?
Buena pregunta: pues, personalmente, durante 14 años viví totalmente de la música. Desde hace unos 10 años lo combino con otro trabajo, diríamos “normal”, ya que hay que decir que en Mérida es complicado vivir de la música, al menos tocando rock. Hay gente que lo logra todo. Depende de tus necesidades y de los tiempos de cada quién.
¿Cuál es tu mayor satisfacción personal?
He vivido como lo he decidido. Desde siempre he hecho lo que me gusta. Actualmente soy muy feliz en mi entorno. Dentro del ambiente viví, como se le dice, “la vida loca” y actualmente tengo una familia muy padre y que me apoya en mis locuras.
¿Cuál es tu mayor satisfacción como músico?
Creo que principalmente seguir activo y haber podido viajar, conocer lugares y gente muy valiosa, otras costumbre, convivir con músicos de muchas partes. Mi banda Nektar es una gran satisfacción personal. Cuesta mucho mantener una banda unida y con buena actitud, y debo decir que los músicos que me acompañan actualmente llenan esos puntos: soy feliz con la banda.
¿Qué opinas del impulso cultural de las autoridades a la música y a los músicos locales, qué pudiera hacerse mejor?
Complicado de responder. Creo que, a través de los tiempos, las necesidades son las mismas: foros, apoyos. A veces hay más, a veces menos, pero los músicos no pueden esperar a que las autoridades les den el apoyo. Uno tiene que buscar su camino.
En cuanto a nuestro ámbito local, siempre he pensado que hace falta más unión, pero es complicado con los egos y envidias y rencillas que suelen aparecer. Mas el sol sale para todos, así que a chingarle cada quien. En lo personal, me preocupo por que mi banda suene bien, no me preocupo por los demás, y trato de tener buena relación con mis colegas.
¿Cuáles son tus proyectos actuales?
Nektar ocupa todo mi tiempo: entre estudiar canciones, ensayos, y tocar de jueves a sábados, sin parar desde hace 3 años. Así que es complicado. De repente me han invitado a montar tributos, pero es la misma falta de tiempo la que me lo impide. Así que mi banda es lo más importante.
¿Dónde podemos verles en acción?
Desde hace ya un año nos presentamos de jueves a sábados en el “Bar Absenta pub”, ubicado en el fraccionamiento “Las Américas”. Es un gran lugar de buen ambiente, hasta familiar diría yo, donde nos han dado la libertad de tocar lo que nos gusta, pero siempre tratando de complacer al público. A algunos les quedará lejos, ¡pero vale la pena ir, pienso yo!
¿Qué mensaje enviarías a la comunidad del rock?
No olviden que lo más importante del Rock: Ser Libre y Hacer Lo Que Quieras, con Amor y Paz. Al fin, el gusto por esta música nos une, y si jalamos todos parejos hacia un mismo lado, más cosas se van a lograr… ¡y que viva el Rock and Roll!
Gracias por el espacio.
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