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Colonia Yucatán
Con mi agradecimiento sincero a usted, amable lector, por su atención e interés, y al Diario del Sureste por abrirme las puertas, hoy concluye esta serie de entregas de muchos y variados testimonios con que los habitantes de Colonia Yucatán, los protagonistas, nos contaron emocionados sus historias, impregnadas de agradecimiento al lugar y a la gente que convivió con ellos, gente trabajadora, honesta, educada, solidaria y un largo etcétera.
Todos ellos, de igual manera me recibieron en sus casas para platicar por horas, una o dos veces, emocionados, sus historias vividas en esa comunidad hecha hermandad, como atinadamente le llamara Arturo Jasso. Con el orgullo de saberse gente de bien, no hubo uno solo que se quejase de haberle ido regular o mal en esa localidad que fundara el Ingeniero Alfredo Medina Vidiella a principios de los años 40’s del siglo pasado.
Espero, estimado lector, que estas historias hayan sido de su agrado. Muy pronto serán impresas en una recopilación, con algunos ajustes necesarios bajo la supervisión de la lupa experta de Svetlana Larrocha y la experiencia editorial de Carlos Vivas para tales fines.
Envío un especial agradecimiento al Diario del Sureste, que de manera desinteresada me brindó todo su apoyo, confianza y respaldo para que la comunidad en general se enterara del modo de vida de los protagonistas de nuestra afortunada e inigualable Colonia Yucatán. Al compartir, recibí comentarios favorables de lectores de países tan lejanos como Japón, Colombia, Brasil, e incluso de los Estados Unidos, sin faltar gente de nuestro entorno, en su mayoría (¿ex?) habitantes de Colonia Yucatán.
Espero muy pronto platicar con ustedes con otra versión de estos testimonios que han calado de emociones tanto a los protagonistas de las entregas -que desde hace meses se han venido publicando semana tras semana en este espacio que iniciamos en el mes de mayo de 2021- como a los vecinos de esta comunidad que por razones diversas se tuvieron que ausentar del lugar que les dio de todo. El motivo principal fue el cierre de la empresa maderera Medval, su principal fuente de ingresos. A cambio, nos benefició con una sólida hermandad que hoy día es difícil encontrar en otras comunidades.
Gracias infinitas.
Dios les bendiga.
L.C.C. ARIEL LÓPEZ TEJERO
Padrino que lastima que halla terminado esta sección de entrevistas de nuestros paisanos,fue muy interesante todo lo publicado y haber conocido sentimientos de estos hermanos,te agradezgo todo lo que compartiste, saludos.
Que lindas anécdotas mi querido amigo Ariel López de nuestra infancia tan bella que Dios nos regaló.
Una lástima que se termine y te agradezco que siempre me hayas compartido.
Un abrazo sincero .