Música
El debut discográfico de El Tri, titulado “Simplemente” fue un álbum que sacudió la escena nacional, siendo para muchos el mejor trabajo grabado por Alex Lora y la excelente formación con la que contaba la banda en 1984: el sensacional guitarrista Sergio Mancera (encargado de los arreglos musicales, creador de mucha de la música), Mariano Soto (un baterista muy superior a Charlie, del antiguo Three Souls), Arturo Labastida con su sax llenando las rolas, y como invitado Rafael Salgado con su armónica. Alex Lora se encarga del bajo y la voz en estos 8 temas que realmente iniciaron el ascenso a la fama de esta emblemática agrupación azteca.
Tanto el Papaíto como Mariano se habían curtido en el extranjero, tocando con músicos de diversas nacionalidades, algo que sin duda se refleja en el disco no solo por la capacidad técnica de cada cual, sino por ese sabor que fueron capaces de imprimir en sus respectivas responsabilidades. Arturo trabajó en el circuito de bares de Texas, mientras que Mariano Soto hizo lo propio en Canadá, por lo que su retorno al Three Souls terminó convirtiéndose en un proyecto más ambicioso musicalmente que todo lo grabado antes, pero ahora bajo el nombre de El Tri.
Alejandro Lora, harto de las constantes discusiones con Charlie, quiso desahogar toda la tensión acumulada creando la mejor colección de canciones posibles, aprovechando los talentos de todos aquellos ejecutantes hambrientos de recococimiento.
Sergio Mancera recuerda que el título del álbum se dio de las charlas surgidas en relación al nombre Three Souls in My Mind que Charlie Hauptvogel ya había registrado, ya no estaba en el grupo y, para evitar una interminable batalla legal, simplemente decidieron ponerle Tri, que de todos modos era como lo llamaban sus fans. Así se realizó la grabación de un álbum que sigue siendo el mejor de la discografía de Alejandro Lora, un trabajo clásico que está entre las 10 mejores de la historia del rock mexicano.
Arturo Labastida recuerda que las sesiones se realizaron en muy buena onda, con todos los músicos comprometidos, con muchas ganas, lo que sirvió para lograr lanzar a la fama a El Tri. A partir del éxito del álbum, que vendió más de 100 mil copias en nuestro país, el grupo saltó en el peldaño artístico nacional, surgieron tocadas en Estados Unidos y Perú. Comrock, la entonces naciente compañía, apostó por el grupo, aportando un buen estudio (Golden del Estado de México), un buen productor e ingeniero de sonido con Ricardo Ochoa, que también fungió como director musical. Todo esto permitió que se consiguiera un sonido sobresaliente.
La potencia de Mariano Soto impulsó a la banda a un sonido más roquero. ‘Sópleme usted primero”, una denuncia a la corrupción policiaca, deja muy claro que estábamos en un diferente nivel. “San Juanico” es otra obra impresionante al abordar el tema de la muerte, recordando la tragedia ocurrida en el Estado de México en 1984, la explosión de tanques de gas de la planta de Pemex de San Juan Ixhuatepec, con saldo de 503 muertos y 926 heridos. “Vicioso” es otro himno infaltable, éxito que en Perú fue número 1, por encima de Michael Jackson, Madonna y Soda Stereo.
Otro gran acierto fue la versión de “Metro Balderas”, original de Rockdrigo González, que también se convirtió en favorita de la fiel raza durante sus presentaciones. La música de “Juanita” fue una aportación del Papaíto, Alex escribió la letra rindiendo tributo a la mota: después de todo, si Black Sabbath lo había hecho con “Sweet Leaf”, ¿por qué él no podía cantar su amor a la yerba santa?
“Agua, mi niño (La Curva)” y “Violencia, Drogas y sexo” son dos rock duros donde la base rítmica se escucha bien perrona y los punteos de Sergio Mancera son realmente deliciosos, con el sax del papayo complementando el entorno. Sin duda, la obra maestra fue “Triste Canción”, de la que ya se ha dicho tanto que simplemente vale la pena confirmar como la mejor letra jamás escrita por Lora. Una producción que conserva sus virtudes a 38 años de distancia.
RICARDO PAT