Rocío Prieto Valdivia
La gélida estación se envuelve en el crepúsculo del nuevo día.
El clamor de un pueblo se disuelve en viento que nubla la vista,
en críticas sin sentido.
El hambre arrecia, los pies se ajan.
La piel se tuesta y las protestas no paran.
La xenofobia es mal que no cicatriza.
La injusta realidad es un punto sin conexión.
Avanzan, avanzamos todos.
Mediocridad, avaricia, resplandor de muchos;
estrellas fugaces son los migrantes que buscan libertad.