LV
¡Señor…!
(Al Reverendo Padre Dr. Carlos Azárate O., B.,
en sus Bodas de Oro Sacerdotales)
Un día, de las primeras
auroras del siglo nuestro,
llevó al pie del altar Vuestro,
un mozo sus primaveras.
Y en la diestra mano ungida,
presa de ferviente afán,
tu carne tomó en el pan…
¡EL PAN DE LA ETERNA VIDA!
Desde entonces, como un faro
en donde brilla tu gracia,
lleva a los náufragos hacia
la dársena de tu amparo.
Y a los hambrientos convida,
con caridad y largueza,
a tener sitio en la mesa
¡DEL PAN DE LA ETERNA VIDA!
(En Mérida, la de Yucatán, el 4 de noviembre de 1956).
Alfredo Aguilar Alfaro
Continuará la próxima semana…