Visitas: 0
Se Busca Director de Cultura
“Lord Hueva” (Irving Berlín Villafaña: ex director de cultura del Ayuntamiento de Mérida) y “Lord Lentejuelas” (Nicolás Alvarado: ex director de TV UNAM) ignoraban, por desconocer la magnitud de la “cultura de masas”, la verdadera dimensión de Juan Gabriel como Ídolo popular. Carlos Monsiváis (+) los define como “acuerdos multigeneracionales”; yo, como “semidioses” contemporáneos por su trascendente impacto cultural entre nuestro pueblo. Contra ese “muro” juangabrielesco chocaron “Lord Hueva” y “Lord Lentejuelas”, y fueron cesados.
Ambos personajes, con doctorados académicos colgados en sus oficinas y elitistas por naturaleza, pero carentes de la sensibilidad necesaria para lidiar hoy día con una diversidad étnica, social y sexual que distingue al sector artístico-cultural, vinieron a demostrar la máxima académica: “El doctorado no quita lo tarado”.
A uno puede “darle hueva” cualquier artista y, como público, externar su opinión. Pero si se trata de personajes vinculados al mando de instituciones oficiales de cultura, la cosa cambia porque entonces la opinión personal puede tomarse como “veredicto del gobierno” de quien representa tal oficina.
Para orientar la cultura, desde el ámbito institucional, se requiere visión de “promotor cultural” para entender las necesidades de conjugar tanto el desarrollo de la alta cultura (ópera / orquesta sinfónica), como de la cultura maya (idioma, tradiciones), la cultura urbana (rock, rap, reggae) y la cultura de masas (canto popular, donde se inscribe la música de Juan Gabriel).
Entre los requisitos indispensables para el nuevo director de cultura del Ayuntamiento de Mérida, que reemplazará a la encargada provisional, están: evitar caer en los “dobles raseros” entre creadores citadinos y mayas, como los conjuntos de música tropical de comisarías meridanas (ayer a los artistas mayas no se les pagaba; hoy, todavía, cobran menos que los citadinos); entre cultura tradicional (trova, jarana) y urbana (rock, rap, reggae); o en el típico ninguneo a las colonias proletarias como sedes de eventos artísticos (los grupos de música afrocubana gustan más en el sur, pero no se programan allí, ni en parques céntricos populares, como San Juan).
En síntesis: debe mantener el respeto y el apoyo tanto a las culturas populares: rural y urbana, como a la llamada cultura de masas.
Se podrá tener doctorado, o no, pero es indispensable en el perfil de director de cultura poseer una visión amplia sobre la diversidad cultural a promover (los sectores populares también pagamos impuestos), evitando negar tal posibilidad a alguno de los tipos de cultura existentes. Al próximo director@ podrá gustarle o no cierta cultura, pero tiene el deber ético de apoyar su desarrollo.
edgar rodríguez cimé
edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx
Colectivo Cultural “Felipa Poot Tzuc”