En el Evangelio de San Mateo, en el Capítulo 2, se narra que, en tiempos de Herodes, unos sabios que venían de Oriente preguntan en Jerusalén dónde se encuentra el rey cuya estrella se ha levantado, para ir a adorarlo; las preguntas de los sabios llegan a oídos de Herodes quien, entonces, se entrevista en secreto con ellos, se entera entonces de todos los detalles y les pide que vayan y le reporten todo lo que hubiera sucedido en Belén de Judea, para entonces él ir a adorar al nuevo rey.
Los sabios, después de rendir pleitesía al recién nacido, son advertidos en sueños de no regresar a ver a Herodes quien “se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores (Mateo 2, 16)”.
Este es el origen de esta efeméride: se conmemora la matanza de esos niños a manos de las tropas del rey Herodes, quien no podía permitir que alguien amenazara quitarle el poder.
No se sabe a ciencia cierta qué fue lo que hizo que este evento luego se convirtiera en el día del año en que se realicen bromas y se aprovechen de la buena voluntad de los “inocentes”. Acaso sea porque los “inocentes”, sin razón salvo la mala voluntad de quienes se aprovechan de ellos, son la representación de aquellos bebés de los tiempos bíblicos.
Aunque cada vez menos, era común hasta hace algunos años, jugar todo tipo de bromas a los “inocentes”, siendo la más frecuente el pedir prestado dinero o prendas, sin intenciones de devolverlas, o esconder cosas y, en el caso de los niños, pedir “prestados” juguetes que al bromista le agradaran, después de haber recibido los regalos de Santa Claus, y que obligaban entonces a los padres de los protagonistas del evento a mediar para evitar problemas de naturaleza mayor.
Tan arraigada está la costumbre en nosotros, que hasta hemos incorporado en nuestro vocabulario el término “inocentada”. La Real Academia Española la define como “Broma o chasco que se da a alguien en el día de los Santos Inocentes”, y como “Acción o palabra candorosa o simple”, y también como “Engaño ridículo en que alguien cae por descuido o por falta de malicia”.
Como contexto, en Estados Unidos se festeja el 1º de Abril “April´s Fool”, y la connotación es idéntica a la de nuestros días 28 de diciembre. Ahí es costumbre que la prensa y todos los medios de comunicación preparen noticias y comunicaciones que presenten una realidad alternativa, principalmente relacionadas con políticos y personajes de la sociedad.
A cada inocentada o broma, en nuestra tierra, el bromista la acompañaba con la frase “Inocente palomita que te dejaste engañar” y, al investigar, hemos encontrado que existen varias frases que utilizan los perpetradores: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar”, “Inocente palomita que te dejaste engañar, hoy día de los inocentes te dejaste engañar”, “Que la inocencia te valga”, “Herodes mandó a Pilatos, Pilatos mandó a su gente; el que presta en este día pasará por inocente”, hasta “Inocente palomita te dejaste engañar hoy por ser día 28 en nadie debes confiar”.
Como fuera, este día está gradualmente siendo dedicado a celebrar la picardía y la agilidad mental y el humor de los editores de los medios impresos y electrónicos, por lo que habrá que tener cuidado con lo que leamos en ellos.
Ah, sin olvidar que no debemos dar nada prestado, a menos que queramos escuchar la temida frase: “inocente palomita que te dejaste engañar…”
Gerardo Saviola
