La llegada de Deep Purple a la ciudad de Mérida es un acontecimiento histórico que ningún roquero se debe perder. La trascendencia de este quinteto británico convierte en obligada la cita del miércoles 21 de noviembre en el parque Carta Clara.
Deep Purple es una de las bandas pioneras del heavy metal y el hard rock moderno, eso es indiscutible. La banda ha vendido más de 100 millones de álbumes en todo el mundo y uno de sus principales protagonistas ha sido Roger Glover, un personaje que contribuyó sus precisos punteos en el bajo en 14 álbumes de la banda, y con su experiencia como productor en cinco de ellos.
Roger comenzó en la banda local, The Madisons, aunque su primera banda profesional fue Episode Six, originaria de Harrow, Londres, con la cual se mantuvo activo de 1964 a 1969, pues nunca pasó con ella nada realmente trascendente, pese a que Ian Gillan también formaba parte del proyecto y que lanzaron hasta 10 sencillos.
Precisamente en 1969, Roger y Gillan se unieron a Deep Purple para dar vida al célebre Mark II con los que grabó álbumes emblemáticos. Su trabajo como músico quedó plasmado en los discos ‘Deep Purple in Rock’ (1970), ‘Fireball’ (1971), ‘Machine Head’ (1972), ‘Who Do We Think We Are’ (1973). Siempre fue quien más se preocupó por actualizarse en todo lo correspondiente a producción de discos; de hecho, su debut en esta área se dio en 1971 con el álbum ‘Pick Up A Bone’ de los ingleses Rupert Hine & David MacIver. Cuando dejó a la banda, a mediados de 1973, se convirtió en un exitoso realizador de discos para grupos como Judas Priest, Nazareth, Elf, Spencer Davis Group, Ian Gillan Band, Status Quo, y solistas como David Coverdale, Rory Gallagher y Eddie Hardin, por mencionar a los más importantes.
En 1974, Roger dio vida a un proyecto realmente interesante con el álbum ‘The Butterfly Ball and the Grasshopper’s Feast’, basado en un tradicional poema británico, reuniendo a varias figuras de la música como Ronnie James Dio, David Coverdale, Glenn Hughes, John Lawton, Mo Foster, Les Binks, Eddie Hardin y muchos más, un trabajo realmente interesante del que puedes encontrar mayor información en este link: https://bit.ly/2JwMgZY
También lanzó su primer álbum en solitario, ‘Elements’ (1978), donde participaron Simon Phillips, Micky Lee Soule y Martin Birch quien, además de tocar la guitarra acústica y aportar coros, fue coproductor del disco junto a Glover.
En 1979 se unió con su ex compañero de banda, Ritchie Blackmore, como productor para su proyecto en solitario, Rainbow, pero terminó integrándose también como bajista para los álbumes ‘Down to Earth’ (1979), ‘Difficult to Cure’ (1981), ‘Straight Between the eyes’ (1982) y ‘Bent Out of Shape’ (1983).
En junio de 1984 lanzó su segundo esfuerzo en solitario, ‘Mask’, con la participación de sus ex compañeros de Rainbow David Rosenthal y Chuk Burgi, pero lo relevante ese año fue la reunificación del célebre Mark II donde Roger volvió ya no solamente como instrumentista, sino también como productor, tal y como quedó plasmado en los álbumes ‘Perfect Strangers’, ‘The House of the Blue Light’ (1987), ‘Slaves And Masters’ (1990) y ‘The Battles Rages On’ (1993).
Ya con Steve Morse como parte de la banda en ‘Perpendicular’ (1996), compartió las labores de producción con los demás integrantes, pero para ‘Abandon’ (1998) retomó esa responsabilidad. Sin embargo, para los más recientes lanzamientos ‘Bananas’ (2003), ‘Rapture of the Deep’ (2005), ‘Now What’?!’ (2013) e ‘Infinite’ (2017), se ha limitado a tocar, dejando el control a Michael Bradford en los dos primeros, y Bob Ezrin en los restantes.
También son recomendables sus otros dos discos en solitario: ‘Snapshot’ (2002) y ‘If Life Was Easy’ (2011), y por supuesto el álbum ‘Accidentally on Purpose’ de 1998, donde compartió créditos con Ian Gillan.
Sobre la relación existente entre los miembros de la banda, Glover ha señalado: ‘Todos formamos parte del proceso, hay mucho amor y respeto entre nosotros. Tenemos diferencias, por supuesto, somos individuos de fuerte carácter y cada uno tiene su propia visión de las cosas; pero somos unos caballeros, nunca llegamos a las manos ni nos gritamos. ¿Qué sentido tiene tomárselo de otra manera? Estamos aquí para crear cosas, no para destruirlas.’
El título de la gira, ‘The Long Goodbye’, sugiere que el final está cerca, pero Glover toma las cosas con filosofía. ‘Acabará en algún momento. Estamos más cerca del final que del principio, eso está claro. Ninguno quiere terminar con esto, todos disfrutamos de lo que hacemos, pero las circunstancias cambian, te haces viejo y no puedes predecir lo que sucederá de aquí a un año.’
El prestigiado músico finaliza señalando que el entusiasmo por tocar rock sigue intacto. ‘Más que nunca, porque lo aprecias más. El otro día miraba la lista de todos los conciertos que hemos dado. ¡Y es enorme! Me llevó un rato digerir que cada una de esas líneas suponía un bolo en algún lugar del mundo. Página, tras página, tras página que resumen casi 50 años. Me dejó alucinado. En los inicios de la banda yo era una persona diferente, lo daba por hecho a pesar de que era una aventura increíble. Salir al escenario ahora es algo diferente: cada momento allí arriba es valioso.’
RICARDO PAT