Me da mucho gusto compartir la primera parte de una interesante entrevista con Rafael Santacruz, fundador y piano eléctrico en Ritmo Santacruz, un proyecto que está generando un impacto interesante al crear un estilo que fusiona ritmos de cumbia, música que nos alegra el corazón, el alma.
Checar la colección de videos de Ritmo Santacruz disponibles en YouTube me proporcionó un viaje nostálgico: en mi humilde opinión, los mejores ritmos tropicales fueron los de antaño, es decir, los que crearon hace 60, 50, 40 años. Le comentó a Rafael que la música de su banda tiene mucho de esa escuela, a lo que se agrega la interesante selección de instrumentos que decidieron incorporar.
Con solamente siete integrantes, incorporaron acordeón, saxofón, percusiones y piano, logrando una sonoridad que nos permite disfrutar de temas clásicos del danzón, el chachachá, mambos, etc.
Del 2011 a la fecha han logrado colocar varios temas en el gusto del público amante de la buena música, entre otros: ‘Ahora que te has marchado’, ‘La chica peligrosa’, ‘Fiesta en Venecia’, ‘Que pena’, ‘Noviembre sin ti’, ‘Sorbito de Champagne’, ‘Las Clases del Chachachá’, ‘Cañita de azúcar’ (que está buenísima y te da ganas de bailar).
¿Ustedes son originarios de Panotla, Tlaxcala?
Es correcto, Ricardo. Somos originarios del centro de la República Mexicana, específicamente del estado más pequeño de todo el país: Tlaxcala. Estamos en el municipio de Panotla, donde tiene su casa. La verdad, estamos muy agradecidos con la gente bonita y hermosa de allá de Yucatán, que brinda siempre su cariño y afecto a Ritmo Santacruz.
Le comento a Rafa que su propuesta original –fusionando el acordeón, el saxofón, las percusiones, el piano– es muy interesante. Mucho del sonido me recordó cuando, siendo niño, iba a escuchar a las bandas en vivo: ese espíritu de camaradería, de hermandad, de paz, de felicidad que la música te proporciona.
¿Por qué atreverse a crear una propuesta original cuando lo más fácil es copiar? Me parece que ustedes apostaron primero por el arte por sobre todas las cosas.
Tanto mi hermano Lenin como yo, que somos los fundadores del grupo, siempre hemos sido partidarios de que había que crear un estilo que identificara al grupo. Sabemos que es más complicado crear un estilo. Como comentas, es muy fácil pegarse a algo que ya está de moda o algo por el estilo; pero si un grupo quiere mantenerse con el transcurso del tiempo, tiene que crear un estilo propio y por eso le apostamos a ello.
Tal vez el ritmo de la agrupación es muy sencillo, hasta cierto punto lo podría clasificar como muy peculiar, pero es una creación propia. Cuesta mucho trabajo, pero nosotros somos partidarios de que no hay que olvidarnos de dónde vienen esos ritmos alegres, esa música viva que le dio por mucho tiempo el swing, el jicamo, la energía a lo que hoy conocemos como música popular como puede ser la cumbia, como puede ser hoy en día la salsa, etcétera. Remontarnos a los clásicos, música como el mambo, el chachachá, el danzón, vinieron a alegrar a la música y con el transcurso del tiempo se ha ido modificando. Nosotros, paralelo a ese estilo que hemos creado, no los olvidamos y en cada presentación también interpretamos un chachachá, un danzón, porque vienen a ser como los antecedentes en México de lo que hoy conocemos como música alegre y bailable.
Le comento al artista que su estilo peculiar es meritorio, con siete integrantes generan una gran sonoridad y sus arreglos rescatan el espíritu de los temas clásicos.
¿Es tan complicado en el ambiente artístico generar algo original?
Sí, es muy complicado. Como anécdota, un día nos tocó alternar con una agrupación que ejecuta muy bien los temas clásicos, y también música pop y rock. Nosotros tocamos nuestra música, porque digamos que los únicos covers que traemos son precisamente los temas clásicos, ritmos como chachachá y danzón y también un poco de salsa; de ahí todo lo que es nuestra música que es cumbia es propia, es casi inédita.
De ahí vino un poco la reflexión por parte de los colegas con los que estábamos alternando: a lo mejor están más modernos esos ritmos que estaban ejecutando, hasta reguetón estaban ejecutando, nos hizo pensar que debíamos modernizarnos para estar al paso del público. Pero cuando tocamos nuestra música pusimos a bailar al público.
El mensaje que mandamos, sin caer en confrontaciones, es que copiar cualquiera lo puede hacer, o por, lo menos aquel que tenga un potencial musical lo puede hacer. Crear un estilo propio, trabajarlo, perfeccionarlo, no cualquiera. Ritmo Santacruz le ha apostado a ello y nos ha dado muchas satisfacciones y resultados.
Le digo a Rafael que, cuando los veo en vivo, es notable que ellos están en la música, lo que me encanta, porque hacen falta propuestas de este estilo, con este corazón.
¿Hasta dónde habían llegado antes de la pandemia?
Pues mira, amigo Ricardo. Ritmo Santacruz ha sido de la filosofía de ir de menos a más. Íbamos creciendo muy bien. Afortunadamente, una de las cosas que ha tenido Ritmo Santacruz es la perseverancia, es conocido en todo el estado de Tlaxcala. Empezábamos a tener más fuerza en lo que es Puebla, el Estado de México, Veracruz, parte de Oaxaca. Con todo esto de la pandemia, hemos empezado a entrar a todo el sureste del país; ya teníamos una amplia presencia en casi todo el centro de la república mexicana y la verdad es que nos costó mucho entrar a la Ciudad de México.
(Continuará…)
RICARDO PAT