Letras
Rocío Prieto Valdivia
La resiliencia es el aliento que nos permite levantarnos después de cada caída, el fuego que nos impulsa a seguir adelante a pesar de la oscuridad.
«La vida no se mide por las veces que caemos, sino por las veces que nos levantamos.»
En el corazón de la resiliencia late la capacidad de transformar el dolor en luz, de convertir las heridas en cicatrices que nos fortalecen.
«El dolor es inevitable; la derrota es opcional.»
La resiliencia es un acto de rebeldía, un acto de amor propio. Es decirle al miedo: «No me controlarás», y al dolor: «No me vencerás».
«La resiliencia no es una armadura, es una piel que nos permite sentir y seguir adelante.»
Es el canto de la esperanza en la oscuridad, el susurro de la fe en la mudez.
«La resiliencia es el puente que nos conecta con nuestro interior, con nuestra fuerza y la capacidad de superación.»
No es fácil ser resiliente, pero es posible. Cada paso que damos hacia la resiliencia nos acerca a nuestra verdadera esencia.
«La resiliencia no es un destino, es un proceso. Cada día es una oportunidad para renacer.»
Así que, cuando la vida nos golpee, recordemos ser resilientes, podemos levantarnos, podemos renacer.
«La resiliencia es el poder de elegir cómo reaccionar ante la adversidad. Elige ser fuerte, elige ser resiliente.»