Colectivos Mayas
Edgar Rodríguez Cimé
Hace unos soles vengo reflexionando sobre los avances en las letras mayas contemporáneas, al grado de visualizar un renacimiento que terminó siendo científico, artístico y humanístico, ignorando que otros pensadores nativos también hacían lo mismo en Centroamérica o Europa, para concluir en un crecimiento de las voces mayas en la península de Yucatán.
Cuando el doctor en antropología Genner Llanes Ortiz (Universidad de Leiden, Holanda) habla de un “crecimiento de las voces mayas”, se refiere a avances que muestran la potencia de esta milenaria etnia en Quintana Roo, Campeche y Yucatán, así como Guatemala, Belice y El Salvador, y lo hace, también, por pensadores mayas de esos territorios.
Resulta tentador comparar esta evaluación de avances de las voces mayas en la península de Yucatán con mi planteamiento de renacimiento científico, artístico y humanístico, pues coincidimos en el desarrollo artístico, pero en mi valoración no incluyo lo político, aunque sí la presencia femenina. Con las luchas políticas se completa el desarrollo maya en el siglo XXI.
Entre lo más importante: el rompimiento del individualismo promovido por los dzules, mediante coincidencias y apoyo mutuo entre hermanos.
Voces y colectivos organizados desde abajo surgen en el siglo XXI: colectivo MA´OGM (No a Organismos Genéticamente Modificados), grupo de apicultores de la Península de Yucatán, Colectivo de Comunidades Mayas de Los Chenes, Campeche (2012); Colectivo Úuch ben ch´i´ibal túumben táan (2019); Colectivo Chuun Táan (2020).
En territorio yucateco se forma Muuch Xíimbal (Caminando Juntos), asesorado por un poeta y pastor cristiano, lo mismo que Kanáan Dzono´ot (Guardianes de los Cenotes), orientado políticamente por el colectivo de derechos humanos Indignación, capitaneado por el sacerdote católico de la Teología de la Liberación Raúl Lugo; también el colectivo Xook Kíin, con amplia experiencia en pronósticos anuales del clima (cabañuelas) y semillas nativas, dirigido por el comunicador Bernardo Caamal Itzá, con ancianos mayas del sur.
Sin embargo, a diferencia de MA´OMG, que involucra a productores de miel de los tres estados de la península, Muuch Xiimbal, Kanáan Dzono´ot y Xook Kíin no han conseguido un acercamiento, si no programático, cuando menos estratégico y de apoyo mutuo a la hora de “mostrar músculo” como “nación maya”, porque los dzules empresarios actúan en bloque, llámense criollos o libaneses, mientras algunos asesores mayas, o de mayas, no se ponen de acuerdo.
La falta de coincidencias en la variada identidad de la nación maya, la carencia de una agenda propia, dar más voz a académicos que a la voz del pueblo, egos encontrados, así como abrir la participación a colectivos y grupos artísticos urbanos que apoyan derechos de la nación maya, entre otras razones, ocasionaron que, teniendo todo para continuar con el Festival Maya Independiente, los organizadores no hayan dado el ancho, por lo que únicamente hubo dos emisiones.
También se impone la presencia de la mujer, sea exigiendo sus derechos o como creadora de arte (literatura, teatro, cine, fotografía, video): Coordinadora de Mujeres Mayas, de Quintana Roo; Centro Cultural y de Derechos Humanos Casa Colibrí, en Valladolid, Yucatán; Colectivo de Escritoras Mayas X´kusamo´ob; Asociación Much Kaambal, de Los Chenes, Campeche; Red Péepeno´ob; Colectiva U xíimbal ko´olelo´ob; o Colectivo X Luumil X´ko´olelo´ob, cuyo trabajo llama a reconocer los derechos políticos, económicos y culturales de la nación maya.
edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx