Relaciones Intermitentes: Aplazando lo Inevitable
Si una pareja constantemente termina, y al poco tiempo se reconcilia, para que al poco tiempo vuelva a terminar, se dice que se encuentra dentro de una relación intermitente.
¿Qué tan sano es tener un patrón de relación tan vulnerable?
En un estudio publicado por el Journal of Social and Personal, realizado por la Dra. Amber Vennum y sus colaboradores en el 2014, se analizó a 323 parejas que cohabitan y 752 matrimonios de mediana edad, encontrando que:
- El 37% de las parejas que cohabitan (Unión libre) tienen patrones de intermitencia en su relación.
- 22% de estos ya tenían ese patrón desde el inicio de su relación.
- 23% de los matrimonios también los presentan.
- 12% ya presentaba este patrón desde antes del matrimonio.
El resultado de este estudio nos indica que, si la relación presenta un patrón de intermitencias en el noviazgo, es más probable que se repita en el momento de vivir juntos
Continuar con una relación inestable no sólo se presenta en el noviazgo, también ocurre en los matrimonios, aunque es menos probable que la pareja se separe bruscamente si comparten hijos o bienes materiales, permaneciendo juntos con una sensación poco placentera, evitando el divorcio por su dificultad económica y emocional.
Las redes sociales nos dan un panorama claro para identificar este tipo de relaciones: las parejas que constantemente cambian su estado civil de “soltero” a “una relación” con la misma persona, o aquellas parejas que prefieren manifestar esta sensación de incertidumbre identificándose como “es complicado”.
Esta poca capacidad de continuar o dejar ir una relación puede deberse a varias causas: desde la existencia de una codependencia, que es una relación muy poco saludable al percibirse incapaces de separarse o de vivir el uno sin el otro, hasta las falsas expectativas en el amor, como la creencia de que una relación nunca puede acabar, o el “felices por siempre”, o que alguien es tu “media naranja”.
Una relación que ha decidido terminar varias veces es muy poco probable que funcione debido a que ambas partes esperan que los conflictos se resuelvan solos sin antes llevar un trabajo reflexivo, encontrando qué aspectos se deben mejorar o eliminar. Características como la impulsividad o la incapacidad de ver los errores propios contribuyen a las rupturas precipitadas y a las ineficaces relaciones.
Las parejas de esta modalidad suelen pasar mucho tiempo, incluso años, en truenes y reconciliaciones, hasta que llegan a una ruptura final.
Las parejas que aprovechan las separaciones para reflexionar y buscar cambiar lo negativo en cada reconciliación, hacen de sus rupturas una oportunidad.
Características que desgastan a la pareja que se encuentra en un patrón intermitente:
- A más interacciones negativas (problemas, discusiones, peleas, etc.) más insatisfacción en la calidad de la relación.
- Una pareja que en algún momento (en ocasiones sólo al inicio, que fue la etapa del enamoramiento) genera el vínculo tóxico de la codependencia.
- Desperdicio de energía debido a las constantes peleas y truenes que lleva a la pareja a agotarse física y emocionalmente.
Es necesario tener una visión realista de las relaciones de pareja, abandonando la creencia mágica de que permaneciendo juntos el amor un día va a funcionar.
El amor por sí sólo no basta. Se necesita un verdadero trabajo y compromiso para realizar cambios, identificando errores para solucionarlos.
“Sigue a tu corazón, pero lleva contigo a tu cerebro”.
Alfred Adler.
Psicóloga Jimena Báez
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Psicología Clínica y Arteterapia.
