Una excelente noticia nos ha sido confirmada: Rock Burger Café reabrirá sus puertas en un nuevo y más amplio local, para felicidad de quienes disfrutamos de su sabor único y original, tradición de años en la ciudad de Mérida, Yucatán.
Su propietario, Eric Flota Polanco, concedió a Diario del Sureste una entrevista exclusiva, compartiendo importantes detalles acerca de esta nueva etapa de Rock Burger, que incluye un cambio de nombre a Rock Burger Café, pues ahora se incluirá una barra de bebidas en la que, por supuesto, habrá capuchinos.
¿En qué año inauguraste Rock Burger?
Fue en el año de 1970.
¿Qué te llevó a abrir un negocio adicional a tu exitosa carrera como músico?
Creo que fue una bendición de Dios. El marido de una tía me propuso abrir un negocio y, después que me encandiló, me dijo: “¿Sabes qué? Me voy a Estados Unidos.”
Me dejó con el negocio, así que me hice cargo de todo sin saber nada. Fui preguntando, fui experimentando, qué le pongo, qué le quito, hasta alcanzar un sabor que hasta la fecha a mucha gente le sigue gustando.
¿El primer local fue el que estaba junto al Tecnológico?
Ese fue el primer local, aquí en la 60, cruzando el Tecnológico. Todavía estaba la estación de tren en la 21 con lo que es ahora Circuito Colonias, lo que es la 60; era de un solo carril el tránsito.
¿Los estudiantes eran clientes asiduos?
Como pasaba la gente y veían puros muchachos, puros estudiantes, creían que era exclusivo de ellos, pero sí: se puede decir que casi en su totalidad eran estudiantes.
En ese local estuve de 1970 al 2010, es decir, cuarenta años. Pero el local no era de mi propiedad, la dueña me pidió que se lo entregara, y tuvimos que mudarnos.
¿A dónde se mudó Rock Burger entonces?
Estuve un año buscando un local y conseguí uno frente al Seguro Social, el hospital Juárez, frente a la salida de emergencia. Allá estaba el local, pero lo tuve que dejar por motivos de salud.
Estuve casi dos años sin hacer nada. Al concluir mi convalecencia y todo eso, me pasé a la calle 52, frente a la escuela de teatro de la ESAY. Allá estuve 3 años y llegó la pandemia, porque ya me habían pedido también el local, estuve otra vez un año sin trabajo. Nos pasamos a la vueltecita, en la calle 41 entre 52 y 54, donde estuvimos tres años.
De ahí, pues decidí cambiar de local. Ahora, si Dios lo permite, estaremos en Tanlum, en la calle 43 con 24. Estamos ya próximos a abrir: antes de que termine el mes de junio, después del Día del Padre, ya estaremos otra vez a su servicio.
Así como en la ejecución de la guitarra se requiere pulir una técnica para tener un propio sonido, el sabor que tiene tu producto es único. ¿Cómo has logrado que tus productos tengan ese sabor tan particular?
Fíjate que aquí en la 60 tenía un cliente que siempre me pedía tortas de jamón y queso; me preguntaba cómo las hacía, le detallaba los ingredientes, al día siguiente regresaba y me decía que no lograba que tuvieran el mismo sabor. También me preguntaban de la ensalada y les explicaba que era una ensalada normal de zanahoria y papa que, en verdad, hasta a mí me gusta.
¿Tienes algún ingrediente secreto?
Sí, sí lo tengo: el amor con el que hago las cosas.
Háblanos de la nueva línea de bebidas que integrarás al menú.
Vendíamos café, pero nada más americano. Ahora, además de cafés, también vamos a tener frapés, capuchinos, late, moka, y claro, vamos a darles un toque especial.
¿Los roqueros que acudan podrán continuar escuchando buena música?
Desde luego, claro que sí.
¿Cuál es el mensaje a tus comensales que anhelamos la reapertura de Rock Burger Café?
A todos mis clientes, quiero agradecerles con todo mi corazón, con toda mi alma, tanto por su apoyo en la comida, como en la música. Mucha gente considera que soy un buen músico, muchas gracias a ellos.
Tanto en este negocio como en la música he conocido a mucha gente de la cual atesoro su amistad y eso es algo que valoro siempre.
Visita la página de Facebook de Rock Burger: https://www.facebook.com/profile.php?id=100054368568507
RICARDO PAT
