Poesía
Félix Martínez Torres*
A Ruth Martínez y Alicia Leonor
Un aire intenso movió sus neuronas,
las trasladó a otros espacios,
su pensamiento viajó primero.
Puso movimiento a sus pies: una tarde fría
con luz naranja
salió del pueblo por el camino del norte.
Volteó por última vez con tristeza,
una figura extendía su mano despidiéndolo.
Diego pensaba en el norte,
en grandes rascacielos;
le gustaban las alturas, las grandezas,
llegar allá
al fausto.
Su vida fue mezquina, poco amor, sin dinero:
Le raspaba la idea
de subir por el camino ignorado,
la intuición le decía dónde debía doblar
a cada esquina.
Todos podemos llegar si indagamos un destino
y así avanzó;
abría los ojos al camino,
para no olvidar
la ruta de regreso.
Tarde fría y gris le recibió en otra ciudad,
otro país;
el aire espeso era distinto, hasta el color del cielo
y los ojos de la gente.
Yo aún pregunto ¿por qué se fue Diego?
¿su inquietud fue satisfecha?
Sus ojos aún denuncian búsqueda,
sus pasos no se detienen.
Algún día tal vez termine
y se dé cuenta, que llegará a su destino
cuando se encuentre.
(*) Félix Martínez Torres (Minatitlán, 1962). Poeta y narrador mexicano. Algunos de sus poemas aparecen en varias antologías. Participa en el Taller de Apreciación y Creación Literaria del Dr. Adán Echeverría-García.