Por supuesto que no procede dar palos a ciegas. Si se quiere eliminar cierta yerba, ha de cortarse en la raíz; podarle las hojas solo sirve para la inmediatez de una fotografía en pos de aparentar, sin darle solución real al problema. La deuda de una gran cantidad de niños mayas yucatecos que no leen debe resolverse con acciones diseñadas, sistemáticas y metodológicamente centradas en actuar sobre las condiciones que garantizan la generación de ese anti modelo de educando, que es una deuda gubernamental, institucional y social. Eliminar las garantías de recurrencia de un problema es darle solución desde su raíz. Todos estamos de acuerdo en que la principal de las razones por las que se generan recurrentemente en nuestra Educación Indígena niños mayas que no leen es el carácter no idóneo de un alto por ciento de docentes que ocupamos. Nadie duda que constitucionalmente, con base en las leyes de educación nacional y estatal, con base en convocatoria de nombramientos, con fundamentos metodológicos y con lógica elemental, un docente que no hable la lengua en que debe enseñar resulte no idóneo para tal función.
Por supuesto que son dos tipos de acciones las que deben realizarse al respecto. La primera es hacer un parteaguas en el próximo curso escolar, y tomar todas las medidas institucionales, gubernamentales y ciudadanas para que en Yucatán ya no se den más nombramientos de docentes que no dominen la lengua maya en que deben enseñar por ley y derechos constitucionales mayas a los niños mayas, sin que quede margen a ninguna confusión, ambigüedad o bloqueo de ningún tipo. La otra acción es enfrentar el problema real que está presente: ¿qué hacer con el alto por ciento de nuestros docentes no idóneos en nuestra educación indígena? En este caso se requiere decisión total, democracia, transparencia y rendición continua de cuentas para evitar toda acción que solo simule resolver, o sea toda actividad centrada en aparentar sin cumplir verdaderamente.
Hoy, en Yucatán, nuestros docentes necesitados de usar la lengua maya para enseñar reciben un diplomado para capacitarse al respecto. ¿Cuál debe ser el diseño y metodología de ese diplomado? Es claro que no se trata de un curso de lengua maya, nada que ver. Se trata de una acción de enseñanza y entrenamiento idiomático especial y emergente para la docencia maya concreta, siendo imprescindible que se base en las reales características y necesidades en las aulas mayas yucatecas del presente. Es pieza clave de ese diplomado la presencia de docentes mayas idóneos y experimentados; es más, no se concibe el diseño del mismo al margen de la participación de tales docentes claves para la misión que se pretende. Es evidente que los profesores aprendices necesitaran del dominio no de palabras aisladas descontextualizadas, sino de un vocabulario y una fraseología maya que nadie mejor que los profesores maya parlantes experimentados pueden indicar.
Definitivamente, si no actuamos profilácticamente, eliminando las garantías existentes para que no lean muchos de nuestros niños mayas, y si no actuamos terapéuticamente en presente, con democracia, convocación y oídos abiertos a las opiniones experimentadas, estaremos creando la utopía de una gran piñata de soluciones aparentes y erradas, donde todos estaríamos dando palos a ciegas y dando cabida a lo inadmisible aquí, que es toda simulación.
Jaime Novelo González