Aves
Esta ave es conocida como «perico atolero». El nombre se debe a que cuando son jóvenes, en cautiverio, se acostumbra a criarlos alimentándolos con atole de maíz. También es conocido como «perico (o aratinga) frente naranja» porque presenta plumas naranjas en su frente. En México se le llama popularmente chocoyo. En Honduras también es conocido como perico guayabero, ya que este loro se alimenta de las guayabas en tiempo de la cosecha de éstas.
El perico atolero, perico frente naranja o aratinga frente naranja (Eupsittula canicularis) es una especie de ave psitaciforme de la familia Psittacidae. Es principalmente verde con la corona verde-azul y frente naranja. Es residente de la vertiente de la Costa del Pacífico del Centro de México hasta sur de Panamá.
Se le encuentra en zonas áridas, bosques semihúmedos y áreas semiabiertas, así como en montañas y lugares cercanos a las costas del océano Pacífico, desde Sinaloa, en el oeste de México, zonas paracentral y costera de El Salvador, hasta el occidente de Costa Rica.
Alcanza 20.5 cm de largo y 80 g de peso. El adulto es principalmente verde, más pálido y amarillento por debajo y con un tono oliváceo en el pecho. Tiene las plumas externas de las alas de un tono azul, con revestimientos de color amarillo. La cola es puntiaguda, con la punta azul. La cabeza es distintiva, con una corona de color verde-azul, la frente naranja, y los ojos de color ámbar, con el iris amarillo y blanco. Las aves jóvenes son similares a los adultos, pero con mucho menos color naranja en la frente.
En condiciones óptimas pueden llegar a vivir 30 años, es frecuente que el ave sufra accidentes o que escape.
A pesar de que la reproducción en cautiverio es posible, es difícil dado que rara vez los cuidadores toman en consideración los cambios de comportamiento durante la incubación. Puede llegar a aprender palabras cortas y raramente acciones en la convivencia regular con personas, también pueden silbar. Es un ave capaz de crear vínculos muy fuertes con el ser humano e incluso llega a reconocer a personas favoritas tras varios años de ausencia.
El perico atolero se alimenta en grupos que pueden llegar a 100 aves fuera de la temporada de reproducción. Se alimentan de diversas semillas, flores y frutos. En cautiverio, puede ser alimentado con una gran variedad de frutos, que incluyen manzana, naranja, papaya, melón, pera, plátano, fresas, mango, guayaba, y en menos medida semillas como girasol, cacahuate y nuez. También masa (en regiones de Centro América aunque no es una buena fuente de alimentación) teniendo consideración de no convertirla en el principal constituyente de la dieta. Tienen la tendencia a consumir piedras pequeñas como piedra pómez y carbonato de calcio para facilitar la digestión.
Generalmente no es migratoria, pero puede desplazarse para conseguir alimento como frutos, semillas, maíz y sorgo. Debido a ello, a veces este perico es considerado una plaga y por eso es también cazado por muchos agricultores. Después de finalizada la estación de cría acostumbra a formar grandes grupos. Se encuentra amenazado por el tráfico de mascotas y la pérdida de hábitat, aunque esté catalogado como especie bajo preocupación menor.
La población de este perico se ha reducido en muchas áreas, debido a la caza por el comercio ilegal de mascotas, donde lamentablemente, el 80 por ciento de los polluelos que se roban del nido mueren debido al maltrato a la hora de transportarlos. También la deforestación y quema de bosques para la agricultura o la construcción de inmuebles han hecho que muchas poblaciones del perico atolero se disminuyeran notablemente.
Dra. Carmen Báez Ruiz
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