AÑEJO ARTISTA DEL SILENCIO EN EL MAYAB
edgar rodríguez cimé
Si al poner “Pastor Góngora” y picarle en el buscador Google, obtiene “Divino Pastor Góngora”, no se preocupe mucho porque para escribir esta excelente obra de teatro Jaime Chabaud se inspiró justamente en su alumno yucateco para darle vida.
Cuando Pastor Góngora Ruiz -artista del silencio en Yucatán- decidió un buen día pintarse la cara de blanco y empezar a presentarse como “mimo”, divirtiéndonos en un mundo de silencio, nunca imaginó que sería para toda la vida. Ahora, que está a punto de cumplir sus 50 años como artista del silencio, merece -como reconocimiento a su larga trayectoria- un homenaje.
Por la frecuencia de vernos constante en el trabajo cultural en el ayer Instituto de Cultura de Yucatán, él mimo y yo escritor, nos hicimos muy cuates, al grado de ser la única persona a quien le paso gritarme desde lejos: “¡Flaquísimo!” Lo hace de tan buen humor que, reconociéndome de temperamento voluble, no me desagrada y sí lo hallo chistoso cuando viene de un artista de prestigio como él.
Siguiendo el camino de grandes de la mímica como el inglés Charles Chaplin o el francés Marcel Marceau, Pastor, oriundo de Oxkutzcab, Yucatán, toma su pintura blanca y su vestimenta típica para embarcarse en una vida artística donde el silencio resulta universo mágico para hacer reír, llorar o reflexionar sobre asuntos de la vida cotidiana, tratados por este buen actor.
Ha sido docente, instructor, tallerista, artista emergente y productor de sus obras: se presentaba en forma independiente en el Teatro de la Universidad donde, por una inadecuada promoción en los medios, solamente tres o cuatro personas entraban en la sala, pagando boletos de 75 centavos los adultos y 50 centavos los jóvenes, cuando la compañía debía pagar 50 pesos por renta del local más 10 por concepto de su limpieza y pago de técnicos.
Como docente, inició como profesor de las Misiones Culturales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en Cocoyoc, Morelos. Posteriormente, continuó en la Escuela Normal de Pensionados del Gobierno del Estado, Escuela Normal Rodolfo Menéndez de la Peña, Escuela Normal de Educadores, CBTIS 120, Escuela Primaria Cri Crí, en la colonia Miguel Alemán, Escuela Normal Superior de Educación Física, así como en el teatro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En los años 70 del siglo XX, se convierte en el primer mimo yucateco en el país. Apoyado por el gobierno estatal para continuar su formación, en 1977 se integra a la Primera Compañía de Pantomima de Estados Unidos, al tiempo que ingresa a la Escuela Superior de Arte de San Miguel Allende, en Guanajuato.
Con la compañía estadounidense participa en el Encuentro Internacional de Pantomima, en Morelia, Michoacán, donde interpreta al personaje principal del espectáculo, basado en el cuento infantil “Pinocho”. Su excelente participación le lleva a ser confundido como “actor de teatro Kabuki japonés”.
En 1983, imparte el primer curso de pantomima en Yucatán al que se inscribieron 160 alumnos. Debido al éxito, posteriormente se llevaron a cabo varias emisiones de este curso al que se fueron integrando alumnos de otros estados cercanos.
Hoy día, Pastor continúa con el mismo entusiasmo, pero con más experiencia, para inducir a niños y jóvenes al mundo del arte para desarrollar una carrera digna. Contradictoriamente, a pesar de su larga trayectoria ya no lo contratan como artista o maestro (¿?).
Sus mejores momentos: en 1970 es considerado el primer mimo de Méjico, orgullosamente oxkutzcabense; destacado impulsor del teatro infantil, por ser el único artista yucateco que ha conseguido actuar con localidades agotadas durante 50 funciones ininterrumpidas; participación en la Primera Compañía de Pantomima de Estados Unidos; cuando su madre lo ve actuar en un Teatro Peón Contreras lleno, le pide que de ahora en adelante nombren también su segundo apellido materno (Ruiz), porque “también tienes madre”.
Finalmente, un secreto confesado a este autor: Entre sus profesores de teatro en la ciudad de Méjico estuvo, entre otros, Jaime Chabaud, autor de la célebre obra Divino Pastor Góngora quien, me contó este mimo yucateco, se inspiró para este trabajo teatral en nuestro personaje oxkutzcabeño para escribirla.
Hubiera resultado “la cereza” ideal para la Muestra Estatal de Teatro 2018.
¡¡¡Felicidades, Maestro!!!
edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx
colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”