XXIII
SIGNIFICADO DE EXPRESIONES YUCATECAS
III
Si tu hermano es más chiquito,
pues entonces no es tu hermano…
porque en «yuca» es tu «hermanito»,
y la iguana, ahí es «iguano».
«Tomar fresco» es tomar aire;
la libélula es «turix»;
es «kisiarse», echarse un aire
y las sobras son el «xix».
«Malixpeek», perro no fino;
el «bobox» es rabadilla
y la «china» no es del chino,
es naranja y amarilla.
La iguanota es un «tolok»
si está grande está «nojoch»,
si esta gorda está «polok»,
y a una fruta nombran «choch».
Armadillo ahí es un «huech»
y al tlacuache dicen «zorro»;
a Mercedes dicen Mech.
Con los Yucas me atiborro…
A la bolsa del mandado
la designan «sabukán»,
si una herida no ha sanado
es «yayá», en Yucatán.
A la bolsa de una dama,
ellos dicen que es un «bulto»…
Ya de cosas de la cama
qué pregunten a un adulto.
Ir «jalpach» es un atajo
y «chopcalle», calle ciega;
el «mahol» es cabizbajo.
¡Yucatán, cómo me llega!
Si uno es negro es un «box»,
si es muy blanco es «sac leche».
¡Vamos, vamos! es «¡co’ox, co’ox!».
¡Uy, qué rico el escabeche!
«Pelaná» es un agravio
polisémico y audaz,
quien lo expulse de su labio
se ha peleado con la paz.
Ese fuego de la boca
es «fogaje», no es «xayac»;
el «xayac» arde si toca
un chilito verde o «chak».
Esa mugre de tu cuello
es «kiritz» de más de tres…
Decir: «¡Buenas!», es un sello
de un saludo a quien no ves.
Si preguntas y al que aludes
te contesta solo «já»,
con sus tonos y amplitudes,
equivale a un «¿qué será?».
Con el nance verde crean
el riquísimo «sacpá».
La piñuela que ahí vean
es el ch’om o ch’am. ¡Mamá!
«¡Jala, jala!» es… ¡vete, vete!;
lo que es mucho, allá es un «huato»,
«tinjoroch» es un juguete,
«tres en gallo», juego: el Gato.
El «¡volteo!», es expresión
referida a lo inconforme:
«¡¿Yo?!… ¡Volteo!» (Con pasión,
que tu rostro se deforme).
Al que es feo, ¡mare lindo!,
ellos dicen que está «k’as».
¡Tierra maya, por ti brindo!
Ahora vengo, voy por más.
Mario Manuel Montero Medina
Continuará la próxima semana…