XIV
TOPONIMIA DE LOS MUNICIPIOS DE YUCATÁN
T
«Donde está el pájaro tziú»…,
sí señores, es Tahdziú.
Es Tahmek: «abrazo fuerte».
Abrazar… da buena suerte.
«Te» es tú; y, «boc», aliento…
¿O es Teabo: «donde están
los ciruelos»?… Yo presiento
que a Teabo lo amarán.
Y… Tecoh es «el lugar
del tigrillo o del puma».
Bella gruta, Tzabanáh
y cenotes como lunas.
Es «encierro o prisión»,
toponimia de Tekal,
y Venegas fue el que actúo
como fiero militar.
Tekantó, quien te cantó:
«El lugar del pedernal
amarillo», es que vio
tu henequén, tu maizal.
Y “ahí donde está el bosque»,
por supuesto que es Tekax.
A tu ermita, yo y mi cónyuge
nos iremos a besar.
De Tekit, tenemos «te»,
refiriéndose al lugar;
sobre «kit», resulta que
significa «dispersar».
«El lugar de la hondonada»
es Tekom, el colonial,
con Cupules y otros mayas
que lo hicieron principal.
«Agua o lluvia necesaria»,
«raíces largas y extendidas…»
¡Qué bonito está Telchac!
Pueblo y puerto son la vida.
«Te», lugar y «max», es mono;
dime entonces qué es Temax.
Aún, Temax, no te conozco,
pero un día me verás.
«El lugar del remolino»…
el famoso Temozón.
Es un lindo municipio
que te gira el corazón.
Tepakan: «aquí hay pakán»;
el pakán parece tuna.
En Campeche y Yucatán
hay dos pueblos y una luna.
¡Vaya!, Teya es «el lugar
de ese árbol del zapote»,
o también podrás nombrar:
«árbol del… chicozapote».
Es «allá quedó asentado»
o es «el sitio de los cerros».
Cada uno es adecuado…
¡Oh, Ticul de zapateros!
Es «el sitio de la tórtola».
Timucuy a San Gaspar
tu alabanza le acomodas
cada día sin cesar.
Es «el sitio de la espina»
o también «en demasía».
Esas son las toponimias
de Tinum, que es alegría.
Es «el pozo de dos bocas
de Cupul…, un patronímico.
Tixcacalcupul que brota
en bonito toponímico.
«El lugar de la serpiente»,
Tixkokob de mil historias,
como aquella en viernes trece…
Tixkokob de muchas glorias.
Es «la cola de tortuga».
Oh, Tixméhuac, el principio
de tu gente no se fuga.
¡Eres lucha y sacrificio!
Tizimin es el «lugar
del tapir», que tanto abunda.
Los Tres Reyes que circundan
tanta fe que es ancestral.
Es Tunkás: «Cerco de piedras»,
con su santo que es Tomás
que su vida siempre alegra.
¡Sube el cerco de Tunkás!
Del vocablo «tzuc»: porción
y «cacab» que es pueblo o loma.
Tzucacab, tu corazón
Todo el día se te asoma.
Mario Manuel Montero Medina
Continuará la próxima semana…