Letras
Rafael Antonio Chávez Montaño
Confieso que he vivido, y que en mi diario vivir aprendí que no hay momento más hermoso que el día de hoy; que amanecer junto a ti es lo más seguro que tengo, y tal vez me equivoque.
A tu lado es más fácil todo lo que hago. Por ti, amor, hoy venceré el miedo, el obstáculo más grande para el éxito.
Te lo juro: trataré de erradicar de mi alma el egoísmo, al cual considero la raíz de todos los males de este mundo.
Disfrutaré enormemente la inmensa alegría de tener trabajo, acción que me hace sentir útil. Dejaré que el sudor perle mi frente, luchando contra el abandono de mi persona. No daré cabida al desaliento, que suele derrotarme en la batalla antes de comenzar.
Solo por este día trataré de hablar con todos, de escucharlos, incluso al necio e ignorante, pues ellos guardan en su entender parte de la verdad.
Guardaré respeto por la muerte, el mayor misterio de nuestra existencia.
Solo por hoy, amor, evitaré el mal humor, ese que amarga la existencia.
No caeré en la ruindad de la envidia. Disfrutaré de los éxitos de los demás como si fueran míos. Me alejaré de las personas deshonestas y mentirosas: no las necesito a mi lado. Quizá para este hombre son un verdadero fastidio, o para el alma pacífica que soy, lo son.
Trabajaré por la paz en mi entorno. Tendré más que el grano de mostaza de fe que pide mi Señor.
Mañana, con otro acento, gritaré ¡qué suerte he tenido de asistir al milagro de otro amanecer! Ahí podré honrar a mis padres con mi actitud, producto de su enseñanza.
Gozaré poder amar en este día, disfrutando al máximo el verdadero amor, cualquiera que sea la imagen de Dios.
Solo por hoy, amor, agradeceré la enorme bendición de vivir el día de hoy a tu lado, por tenerte para que escuches mi necedad…
Y nada más.