LXXXV
PAISAJE
El sol declina y en la mar descansa,
al monte incendia su esplendor rojizo,
la noche acecha por doquier, y avanza
la luna con un séquito impreciso.
Escúchase doquiera la alabanza
de las cosas vivientes que Dios hizo;
agítanse los campos de labranza,
brama el ganado junto al can sumiso.
Trinan las aves arrullando el nido,
el venado se interna bajo el monte,
busca amoroso, encuentra y da un balido.
Y arriba de la ermita señorea,
ornándola de luz el horizonte,
la Santa Cruz que vela por la aldea.
Río Lagartos, Yucatán, 1925
Alfredo Aguilar Alfaro
Continuará la próxima semana…