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Ozark, el maldito poder del dinero

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Series de TV

Cuando una serie de tv es buena, no importa el momento en que la veas, sino el efecto que causa en ti. Cuando surge algo que vale la pena es importante recomendarlo, así que cuando por primera vez en más de tres décadas debí guardar cama dos días (afectado tras recibir mi tercera vacuna contra el Covid-19), pude adentrarme en algunos capítulos de Ozark, serie creada por Bill Dubuke y Mark Williams para la plataforma de Netflix.

Estrenada en 2017, si bien fue considerada una las mejores de esa cadena no logró el gran éxito de otras. La primera temporada arranca con una reflexión del protagonista principal, el asesor financiero Marty Byrde: “Plata, pasta, efectivo, mosca, contante, billetes, monedas, metálico, dinero. Eso es lo que separa a los que tienen de los que no tienen. ¿Qué es el dinero? Es todo si no lo tienes ¿verdad?… La mayoría tiene un concepto erróneo del dinero. ¿Es solo una unida consensuada para intercambiar bienes y servicios?  ¿O es un activo intangible?, seguridad o felicidad, tranquilidad Sugeriré otra opción: el dinero es un parámetro de medición, el dinero no es sinónimo de seguridad, no es sinónimo de felicidad; el dinero es, en esencia, el resultado de nuestras elecciones.

Lo más interesante de esta producción, a mi juicio, es la atmósfera que el realizador logra imprimir desde el inicio, una columna vertebral de la trama que derrama mal rollo de manera perpetua, describiendo el andar de cada uno de los personajes: Wendy Byrde (Laura Linney), Charlotte (Sofía Hublitz) y Jonah (Skylar Gaertner), esposa e hijos de Marty.

Si no han visto la serie, suspendan la lectura en este momento para evitar arruinarles la sorpresa, y retómenla después de los siguientes dos párrafos.

Esta familia se ve obligada a iniciar un auténtico calvario cuando el despacho de Marty es descubierto realizando un fraude al cártel mexicano de droga a quien lava dinero. Su socio Bruce y su esposa son asesinados, pero él logra librarla al ofrecerle al capo Dale Camino del Río lavarle en un mes 8 millones de dólares iniciales en Ozark, Misuri, lugar a donde se muda, bajo vigilancia tanto del cártel como del FBI, para tratar de sobrevivir cumpliendo la expectativa ofrecida a los criminales.

Marty sabe que su mujer le es infiel, lo sabe con certeza pues contrata a un detective privado para corroborar sus sospechas; sin embargo, no dice nada a su esposa, prefiriendo ver recurrentemente un video donde ella mantiene relaciones sexuales con su amante. Los acontecimientos se precipitan cuando este es eliminado por los narcos al descubrir a Wendy sacando todos sus ahorros. Le informan a Marty, dándole la oportunidad de eliminarla, pero este prefiere perdonarla, marchándose con ella y sus hijos a Ozark, un lugar donde la naturaleza es imponente, al ser una región montañosa donde varios ríos pertenecientes a la cuenca del Mississippi, así como tres lagos tienen su fuente.

Ozark brilla como algo especial e inventivo, un intenso drama de crimen donde el escenario es tan protagonista como cualquiera en el elenco. En la cuarta y última temporada se han sumado al elenco los mexicanos Alfonso Herrera, Bruno Bichir y Verónica Falcón.

Este contraste entre los espectaculares escenarios naturales y la maldad humana que se va dibujando con la aparición de otros protagonistas importantes como la delincuente juvenil Ruth Langmore (la brillante Julia Garner), Jacob Snell (Peter Mullan) y su inestable esposa Darlene (Lisa Emery), los restantes miembros de la familia Langmore Russ, Boyd y el padre de Ruth, e incluso los agentes del FBI como Roy Petty (Jason Butler Harner) encubierto, capaz de usar su cuerpo como herramienta para lograr su fin y su compañero Trevor Evans (McKinley Belcher), quien sabe que su compañero puede traspasar límites, pero no hace nada al respecto en su afán de ascender.

En contraste, los personajes positivos siempre son aplastados, ocasionándonos empatía por la familia protagonista pese a sus múltiples pecados, pues ellos siguen dispuestos a lograr sus objetivos, sin importar que tan complejas se puedan tornar las cosas.

Los seres humanos toman decisiones, cometen actos y eso hace que las cosas sucedan. Crea un efecto de bola de nieve: hace que otras personas tomen decisiones. El ciclo continúa y la bola de nieve sigue rodando. No se llega a un final por accidente» – MARTY BYRDE.

RICARDO PAT

riczeppelin@gmail.com

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