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Ofuscación Ámbar
Entre la luz amarilla
de mi mesita de noche,
los insectos impávidos revolotean.
Me pinto las uñas con tus sueños,
y mis ojos reflejan el vuelo del mosquito,
su probóscide hundiéndose en tu piel.
Mientras tú sueñas infiernos,
me tiendo a tu lado como gata;
con la suave calma de la media noche
puedo mirar la indiferencia
de las paredes,
con la espalda
y los pechos
desnudos a la luna.
Yo no sé, Amor,
pero esto que llamo
mi cuerpo
abrazado a ti
no es más mío.
Pequeñas mariposas negras
se posan en mi pelo,
y borran cada caricia
de tus dedos
asidos a él.
Lo sé, Amor:
mientras tú sueñas infiernos,
el húmedo viento de la aurora
acaricia los pedazos de mí
que quedan.
Y en este lado izquierdo de la cama,
yo me abrigo con tu piel.
Daniela Eugenia