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Nuevo Edificio de la Universidad de Yucatán en 1941 – X

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Memoria de las Fiestas Inaugurales

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El Segundo Día de los Festejos Dedicados a la Inauguración del Edificio de la Universidad.

 

Continuación…

 

Palabras finales

Para terminar el acto, el Rector de la Universidad de Yucatán, ingeniero Ancona Albertos se dirigió a los visitantes en los términos siguientes: «Para terminar, muy breves palabras, señores Rectores de las universidades de México, señores representantes de las altas autoridades del país: la Universidad de Yucatán os encomienda un mensaje: id a vuestras regiones y decid que Yucatán entero, como buen mexicano, desea en todo México una total unificación del plan de culturizar el país. Decid a todas las universidades de los estados, a todos los centros que laboren en conjunto como hermanas, haciendo ver que éste es el sentir no sólo de Yucatán, sino de todas las universidades de México, sin excluir el Distrito Federal. Señores que nos habéis honrado en vuestra visita, deseo encomendaros este mensaje: México se encuentra al borde del actual conflicto universal. Yucatán es México, Yucatán es como todos y cada uno de los estados de la República. Los yucatecos todos, como todos y cada uno de los mexicanos vivimos este momento de prueba, y sabremos responder presente en las filas cuando se nos llame».

Todos los oradores fueron muy aplaudidos.

Momentos antes de suspenderse la sesión, y esperándose el arribo a esta ciudad del Lic. Manuel Suárez, Jefe del Departamento Universitario del Estado de Veracruz, designóse una comisión compuesta por el señor licenciado Hernán Canto Echeverría, el doctor Benjamín Góngora Triay y el estudiante José A. Torres Mesías, con el objeto de recepcionarlo en el campo aéreo de esta ciudad.

La concurrencia a este acto trascendental y solemne del Consejo Universitario de Yucatán fue obsequiada con una copa de champaña. Justo es consignar que los concurrentes elogiaron de modo especial las lámparas coloniales de hierro forjado que ostentan el salón del Consejo y otros departamentos del edificio, y que fueron confeccionadas por el modesto artífice José López Aguado.

El inusitado interés resultó para la inmensa concurrencia en el festival deportivo del estadio

Los inmensos stands del Campo Deportivo «Salvador Alvarado» se abarrotaron de una concurrencia ávida del grato espectáculo que en la pista, el verde campo y la alberca se iba a desarrollar, mucho antes de la hora anunciada, las 3 de la tarde. Hallábase pletórico nuestro magno campo deportivo cuando hizo su entrada el señor Gobernador del Estado en compañía del Comandante de la 32 Zona Militar y de otros altos funcionarios civiles y militares. El gentío aplaudió hasta cansarse cuando el ingeniero Canto Echeverría y sus acompañantes cruzaron el campo de poniente a oriente hasta llegar al mástil de la bandera. El jefe del Ejecutivo yucateco se aprestó a izar la enseña nacional, en medio de la estridencia de la banda de tambores y cornetas de la Policía y del cálido aliento de las notas del Himno Nacional, ejecutado por la Banda de Música de la propia institución. Todo mundo presenció este acto de pie, reverentemente.

Se inició la fiesta con el desfile del contingente que habría de tener a su cargo el programa en su integridad: la banda militar que había tomado parte en el izamiento de nuestra enseña tricolor, la banda de música de la Policía, que ejecutó en este acto la marcha Zacatecas, el conjunto de atletas, deportistas y profesores de Educación Física, yendo a la cabeza del mismo el abanderado, profesor Diego Hernández Wolbrie; dos mil niños y niñas, estudiantes de las escuelas secundarias y de la Escuela Normal Urbana, todos sencillamente uniformados en traje deportivo. Inmediatamente marcharon los muchachos del Décimo Batallón, con su abanderado, y en último término los quince destacados atletas que representaron a nuestra Entidad en los Primeros Juegos Deportivos de la Revolución, verificados en el mes de noviembre de 1941 en la ciudad de México.

Honores a nuestra delegación deportiva en los primeros juegos de la Revolución

Un justísimo testimonio de admiración a los quince muchachos que defendieron los colores de Yucatán en los Primeros Juegos Deportivos de la Revolución, se llevó a cabo en seguida. Cedemos la palabra al cronista deportivo del Diario del Sureste.

«Como un paréntesis que en realidad fue un verdadero punto y aparte -y muy merecido- el profesor Pacheco Zetina, Jefe de la Dirección de Educación Física, nos dió la sorpresa de hacer que formara la delegación atlética frente al palco de honor, para luego ir presentando uno a uno a los muchachos que sobresalieron defendiendo los colores de Yucatán en los mencionados Juegos». Sus nombres: Humberto Canto Berzunza, Alfredo Shirp, Carlos García, Rubén Herrera, Felipe Domínguez, participantes en pruebas individuales, el equipo de relevos de 4 x 400, constituido por el último nombrado, Hernando Rosado, Manuel Ibarra y Ricardo Fernández y los nadadores Jorge Díaz, Juan Germon, Jorge García, Alonso y Herbert Rosado. La señorita Elda Peón, única mujer que representó a Yucatán en las referidas competencias, no estaba presente a la hora de la presentación. (Es justo mencionar que dos miembros de esta delegación, Jorge Díaz y Alonso Rosado son alumnos de la Escuela Preparatoria del Estado.)

«Estos muchachos lograron para nuestro Estado 32 puntos, debiéndose hacer notar que Chihuahua, que alcanzó un punto más que los yucatecos, llevó a la justa un número casi triple de competidores: 42. Un aplauso cerradísimo atronó el espacio para rubricar la presentación de los jóvenes atletas, hecha por el profesor Pacheco Zetina.

La tabla gimnástica ejecutada por los dos mil escolares, una exhibición atlética de pista y campo y natatoria, ejecutada por los atletas recién presentados al público, que honraron el nombre de la cultura física yucateca en la justa nacional capitalina, y un juego de pleigraund entre dos décimas femeniles, de la Universidad y la Escuela Normal respectivamente, fueron otros tantos centros de interés para la enorme concurrencia, por su belleza intrínseca, avalorada por la propiedad con que fueron realizados.

Previamente la Banda de Música de la Policía del Estado tocó Alma Máter, el bello himno universitario estrenado en el Teatro «Peón Contreras» la noche anterior, siendo dirigida su ejecución por el maestro Alfredo Tamayo Marín, su autor.

Continuará la próxima semana…

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