Editorial
Víctor Cervera Pacheco
Por un largo período, nuestra generación universitaria de los años cincuenta del siglo anterior constituyó un ejemplo de acciones que consolidarían en lo individual a cada elemento participante, y en lo colectivo a un grupo con visión y mentalidad abiertas al pensamiento progresista mundial.
Cuando hago referencia a esa generación, debo reconocer en los universitarios la valentía juvenil para crearse una mente abierta a las corrientes del pensamiento progresista desde ese entonces.
Así surgió la Asociación Periodística Estudiantil Yucateca (APEY), que se constituyó en tribuna progresista del pensamiento universitario; los veinte periódicos juveniles afiliados fueron cimiento de ideas progresistas y baluarte de libertades.
Partidos políticos, organizaciones religiosas, autoridades locales no pudieron contener esa oleada de jóvenes progresistas.
La APEY, con sus “Veinte periódicos al servicio de la Patria”, activó las mentes, polemizó, rompió los esquemas caducos de una sociedad comodina y paralizada.
Las fuerzas negativas llegaron hasta el asesinato de un líder universitario para imponer su voluntad. Y fracasaron.
De esas condiciones políticas surgieron nuevos liderazgos y un mártir.
Fue fruto de esos movimientos el liderazgo del universitario Víctor Cervera Pacheco, quien a su acceso a la gubernatura reconociera Autonomía a nuestra Universidad, reactivando las acciones gubernamentales con la diversificación productiva en el campo, el Puerto de Altura, nuevos programas de apoyo social, todas acciones visionarias que son hoy el firme cimiento de un Yucatán más firme en lo económico.
Su recuerdo vive, como Yucatán, al igual que la añoranza de su obra y ejemplo.
Querido Hiram; grato siempre encontrar la nostalgia entre tus letras, el murmullo generoso de anécdotas pasadas, la senda musical que trazas paso a paso.
Felices fiestas para ti y tu hermosa familia.