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Monografía de la Universidad de Yucatán – XI

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XI

CAPÍTULO VI

UNIVERSIDAD DE YUCATÁN

(Segunda Época: 1938 a nuestros días)

Un año después, el 27 de julio de 1972, se reafirmaron los principios de la Declaración de Villahermosa en la Declaración de Tepic, firmada por todos los miembros de la ANUIE. He aquí el Documento:

DECLARACION DE TEPIC

Los Centros de Educación Superior son instituciones creadas para formar a las personas que requieren en su necesidad de desenvolvimiento integral y para conservar, mejorar y transmitir el conocimiento que el hombre tiene de sí mismo y del medio que lo rodea y para preservar, acrecentar y difundir el legado cultural. La realización de estos objetivos exige el cumplimiento de estas tres funciones básicas: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. La cabal realización de estas tareas conlleva una actitud crítica del más alto nivel.

El cumplimiento de estas funciones supone la autonomía de los centros educativos superiores frente a las demás instituciones sociales, incluyendo entre estas al propio Estado. Sólo así puede garantizarse la libertad de cátedra y de discusión de las ideas, condiciones ambas inseparables de la enseñanza, la investigación y la creación y transmisión de cultura.

Sólo de este modo la educación superior contribuye al desarrollo democrático y libre del país.

La autonomía de las Instituciones de Cultura emana de la autoridad que la sociedad les reconoce tácita y explícitamente. Esta autoridad es por esencia moral, en cuanto se funda en el poder de la razón, no de la fuerza. Consolidarla y acrecentarla es fortalecer la independencia de nuestras instituciones dentro del régimen de Derecho en que se desenvuelven.

La autonomía de que gozan los centros de educación superior de la República no es un privilegio. Es una responsabilidad. Derecho, porque se estima respetable mientras la sociedad conceda un alto valor a la educación, la investigación y la cultura, responsabilidad, porque es un marco indispensable para la realización plena de las funciones que tiene encomendadas.

Los centros de enseñanza superior reconocen, sin embargo, tener un privilegio: promover el mejoramiento social, cultural y material del país.

Vulnerar la libertad de los centros educativos, significa impedir que realicen sus funciones. Cualquier individuo o grupo, aun cuando pertenezcan a las propias comunidades académicas o cualquier institución, destruyen esa libertad cuando intervienen en la vida de una Casa de estudios para alterarla, para dificultar el cumplimiento de las labores cotidianas o para limitar de una manera y otra, la independencia que la sustenta o los derechos que le asisten.

Los rectores y directores de las universidades e institutos de enseñanza superior, conscientes de que la educación no puede permanecer ajena al desarrollo de la nación, sino que, por el contrario, deben dedicar sus empeños a promoverlo, declaran:

I.- Sin excepción, todas las instituciones de Educación Superior de la República están en un proceso de Reforma, con el propósito de cumplir plenamente las funciones que tienen asignadas y aprovechar los crecientes recursos que la Nación pone en sus manos.

II.- Esta Reforma es consubstancial a la pervivencia de las Instituciones. La continuaremos aun cuando entrañe conflicto con quienes se oponen al cambio racional. Estamos convencidos de que, con ella, se fortalecerá en el cumplimiento de los fines de la educación superior.

III.- La autonomía universitaria es imprescindible en el desenvolvimiento social de la nación. Aun en aquellas Casas de Estudios en que la autonomía no forma parte de su estructura jurídica, consideramos inviolable la independencia académica y la libertad de cátedra e investigación que la sustentan.

IV.- Siendo la razón el fundamento de la autoridad moral de las Instituciones Educativas y la justificación de su propia existencia, condenamos todos aquellos procedimientos que intenten impedir las tareas de educación, investigación y difusión de la cultura en un clima de libertad.

V.- Condenamos la violencia en todas sus formas y manifestaciones, porque intenta suprimir las libertades de nuestros centros educativos, al deteriorar su imagen frente a la sociedad; condenamos las provocaciones y la agresión dentro y fuera de las comunidades educativas. Consideramos que cualquier género de represión, venga de un individuo, un grupo o una institución, tenga su origen en el seno de la comunidad académica o fuera de ella, o adquiera carácter de presión económica o política o de violencia física, deja el campo libre a quienes se oponen al desarrollo soberano del país.

VI.- Respetar el orden jurídico en que debe desenvolverse la vida nacional, significa postular el Derecho incontrovertible a ser respetados. Exhortamos a la comunidad educativa nacional a mantener incólume ese Derecho. Esto no debe traducirse en la pérdida de nuestras prácticas cívicas. Ejercer el examen y la crítica de la sociedad y sus instituciones es característica propia de una comunidad académica. Este quehacer tiene sólo una limitación: el respeto mutuo.

Tepic, Nayarit, 27 de octubre de 1972. –Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior.

Dentro del marco de la Reforma Educativa, el Dr. Alejandro Rosado G. Cantón desarrolló una política de acercamiento y diálogo con los profesores y alumnos. No sólo mejoró los sueldos de los catedráticos, sino que organizó por primera vez, en 1972, festejos para celebrar el Día del Maestro y, en el mes de julio del mismo año, en reconocimiento a sus años de labor docente, durante una cordial cena preparada al efecto, otorgó Medallas de Plata a los Catedráticos Lic. Augusto Pérez Alpuche, Dr. Hernán Ramírez Coello, Lic. José M. Canto López, Q.F. Ramiro Alcocer y Lic. Conrado Menéndez Díaz.

En el mes de agosto del propio año recibieron Medallas de Oro, los Q.Q.F.F. Alfredo Ortega Maldonado y Ramiro Alcocer, Director y Secretario, respectivamente, de la Facultad de Química.

En “UDY BOLETÍN”, Órgano mensual informativo de la Universidad de Yucatán, editado por la Secretaría General, a partir del mes de junio de 1972, en el número 10, Año II, correspondiente al mes de marzo de 1973, se hace una glosa general de los primeros diez y ocho meses de labor del Dr. Alberto Rosado G. Cantón, en los términos siguientes:

“AÑO Y MEDIO DE LABOR EN LA UNIVERSIDAD DE YUCATÁN”

Durante la Sesión celebrada por el Consejo Universitario la noche del 30 de enero pasado, y en la cual tomaron posesión los nuevos componentes del mismo, electos para el bienio 1973 – 1974, el Presidente del propio Consejo, Dr. Alberto Rosado G. Cantón, rindió un pormenorizado informe de su actuación al frente de la Rectoría de la Universidad de Yucatán, a partir del 6 de julio de 1971 –en que asumió dicho cargo– hasta el 31 de diciembre de 1972 y del cual se dieron a conocer algunos aspectos en la Prensa diaria.

En razón del interés del citado documento, damos a continuación un resumen del mismo:

Adopción de medidas tendientes a la transformación de los sistemas docentes de la UDY de acuerdo con la “Declaración de Villahermosa” suscrita el 12 de abril de 1971 por las Instituciones que integran la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior.

Revisión de la estructura administrativa de nuestra Casa de Estudios. Dentro de ese propósito se llevó a cabo una auditoría general de la Institución para saber cuáles recursos económicos, bienes muebles e inmuebles, personal docente y administrativo contaba la misma.

Por acuerdo del Presidente Echeverría, fueron consolidados los diversos subsidios del Gobierno Federal en uno solo de cuatro millones cuatrocientos veinticinco mil pesos anuales y le fue otorgada, además, a la Universidad de Yucatán, cinco millones de pesos, tres de los cuales sirvieron para incrementar el presupuesto de la misma y los dos millones restantes se dedicaron a instalaciones y edificios en coordinación con el CAPFCE y el Gobierno del Estado.

Como consecuencia inmediata de lo anterior, se mejoraron los sueldos de los maestros, funcionarios administrativos y empleados.

Se inició la tecnificación de los sistemas contables de la Institución y el establecimiento de un mayor control del patrimonio universitario. Concomitantemente con lo anterior, se inició la publicación en la Prensa diaria del movimiento mensual de ingresos y egresos de la Tesorería de nuestra Casa de Estudios, poniéndose a la disposición de quienes así lo deseen los documentos y datos complementarios. Como consecuencia de esta medida se ha proyectado ante la opinión pública imagen de la Universidad que le ha granjeado mayor respetabilidad social y crédito moral.

Fue creado el Departamento de Extensión Cultural, para proyectar la labor cultural de la Universidad hacia los sectores populares más allá de las aulas, con el propósito de cubrir más tarde todo el territorio del Estado.

Se ha dado un vigoroso impulso a la Educación Física y a las actividades deportivas.

Se abrieron dos nuevas escuelas profesionales: la de Economía y la de Psicología.

Se terminó la primera etapa del nuevo edificio de la Facultad de Odontología, habiéndola inaugurado el Presidente Echeverría, en ocasión de la visita que hizo a Mérida el mandatario de El Salvador y su distinguida esposa.

Continuaron los estudios tendientes a dotar a la Escuela de Veterinaria de las instalaciones apropiadas a su creciente importancia dentro del nivel adquirido en Yucatán por la ganadería; y, de acuerdo con la política trazada por el actual régimen nacional en materia de enseñanza agropecuaria, existen planes para convertir a la misma en el presente sexenio en una de las escuelas de su género más importantes del país.

Con el subsidio especial señalado por mediación del CAPFCE fueron invertidos más de los dos millones de pesos asignados en mejoras y adaptaciones en Radio Universidad, Facultad de Ingeniería, Escuela Preparatoria y Educación Física y en la construcción, ya mencionada, del nuevo edificio de la Facultad de Odontología.

Se ha estimulado el aprovechamiento de becas para estudios de especialización de alumnos egresados de la UDY en Instituciones culturales del país y extranjeras. Por otra parte, de acuerdo con los planes de capacitación y mejoramiento del profesorado universitario formulados por la Secretaría de Educación Pública y la ANUIES, han sido enviados maestros de diferentes especialidades a cursos, seminarios y otras reuniones de semejante índole, efectuadas en diversas Universidades del país.

No obstante la saturación de la población de las escuelas de la UDY, se ha mantenido una política de puertas abiertas a estudiantes de otras regiones de la República, entre los que ocupan un lugar especial los estudiantes provenientes de los Estados circunvecinos.

Se ha intensificado la acción social de los alumnos de la UDY a través de los Consultorios y Bufetes establecidos y que están al alcance del pueblo; por medio de convenios celebrados con la Secretaría de Obras Públicas, para hacer trabajos de investigación socioeconómica en las zonas rurales del Estado, y colaborar en el trazo y construcción de nuevos caminos, en la formación de Brigadas Estudiantiles, bajo los auspicios del Gobierno del Estado para llevar un mensaje de salud y esperanza a los núcleos campesinos.

El gobernador constitucional del Estado, Sr. Carlos Loret de Mola, prestó una franca y decidida ayuda económica y moral a la UDY, proporcionando además del subsidio señalado, importantes sumas para festividades cívicas, reuniones, giras deportivas a otras entidades de la República, donativos en libros, equipos y mobiliario, etc.

Se nota por tanto un progreso manifiesto en todas las Escuelas y Departamentos de la Universidad y un ambiente de dedicación al estudio de todos los alumnos, muy importante para el desarrollo de nuestras actividades y programas académicos, culturales y sociales.

Los eventos de mayor resonancia celebrados en estos primeros diez y ocho meses en la UDY, son: la visita el 12 de junio de 1972 de la Comisión Científica Israelí, encabezada por el Embajador de Israel Excmo.  Sr. Schlmo Argov, integrada por el Dr. Eliezer Tal, Jefe de Grupo, Dr. David Velsi del Instituto Científico de Weismann; Dr. Rafael Frend Kael, Director de Investigación Agrícola del Instituto Volcani; Dr. Harry Zvi Tabar, Director de la Universidad Hebrea de Jerusalén; Ing. Josef Add, Director de la Comisión de Energía Atómica de Israel. Estos distinguidos visitantes, después de recorrer la Universidad, fueron invitados a escuchar en el Auditorio Cepeda Peraza una conferencia sobre Historia de la Universidad y de la educación superior en Yucatán, en idioma inglés y a cargo del Lic. Conrado Menéndez Díaz.

Del 6 al 8 de junio de 1972 se celebró la VI Reunión Nacional de Escuelas de Enfermería.

El 26 de octubre, por la noche, la Universidad recibió al escritor guatemalteco, Premio Nobel de Literatura, 1967, Miguel Ángel Asturias.

E 10 de enero de 1973 el Presidente Lic. Luis Echeverría Álvarez, en compañía del Crnl. Arturo Armando Molina, Presidente de El Salvador, visitó nuestra casa de Altos Estudios e inauguró la primera etapa del edificio de la Facultad de Odontología.

Margarita P. de Hernández

Continuará la próxima semana…

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