Inicio Cultura Mis Propios Símbolos (iii)

Mis Propios Símbolos (iii)

2
0

simbolosiii_1

La Mejor Hora

Dios es testigo del miedo de mi carne

de la terrible descendencia que he dejado junto al río

ahí queda encallado el navío de mis evoluciones

la estrella de mis días ciegos

la luz de mi martirio

y para las lágrimas: alcohol del 96 y aceitunas

siempre las aceitunas colgadas de los pechos

de esas muñequitas descabezadas que habitan mis noches

de esas cadavéricas niñas que me dejó el tranvía

desolado

acá la noche y ahí la garra

ellas y sus festivales imprósperos y re convenientes

así la luz

así los niños en la playa

así la barca los navíos

así la lucha eterna

de pie        recargado en la escalera

fumo y espero al ángel

a ver si se atreve a desafiarme

porque no he de cambiar mi nombre

si esta madrugada pretendo asesinarlo

 

Esta es la hora en que no llega mi conciencia a despertarme

la hora de la cárcel y los juegos de mesa

la hora quieta

como quieto es el mar de mi temperamento

profundo océano amarillo

alas enrojecidas de cansancio

dios es el testigo

de este levantamiento de las rosas

de este levantarse en las mañanas para ir a la oficina

y que todo

que todo sea igual de calvo

sin ataduras

sin nervaduras azulosas

en que habríamos de llorar

¿para qué?

 

 

Prisionero

¿Esta es la cárcel?

¿Sus barrotes y sus carceleros?

¿Acá los baños y las barracas?

¿Este es el comedor y el gimnasio?

¿Acá te formas para ir a la inspección diaria?

 

Los pájaros cruzan cada 5 minutos por el patio

ahí van picando el césped

Es un avión

mira el humo mira el humo

míralo, algo se va quemando ahí afuera

 

No quiero no   No quiero

La última que grite será la niña de todos

 

Ve por el botiquín que se desangra

Mañana viene la familia

 

Eso, péinate muñequita querida

¿Era tu hijo aquel demente?

 

Las aves siempre agonizantes en sus nidos

Y estos nudillos que no pueden con tanta calma

 

Arrecia arrecian los músculos

que el hambre nunca te doblegue

 

Mira correr al quemado míralo míralo

¡qué puta risa!

 

Ahora todos andan pajareando sobre los muros

ahora todos andan despellejados en las cornisas

 

Esta es mi reja la mía y acá te esperas

 

Mira la noche

cuánta estrella para nada

 

Ahora nos llamarán de nuevo

otra vez a la inspección

 

Los pájaros vuelan  la noche en mil alas

vuelan los murciélagos

vuelan los gritos

los gemidos escalando alambres

 

Déjame ser tu niña por favor

La noche ensordecedora

 

Esta es mi jaula

¿y la tuya?

 

 

¿De qué poetas me hablas?

para Jorge Manzanilla

Ya no tengo tiempo de escuchar

las una y mil intenciones

sobredosis reconvenientes

ditirambos en que te plasmas ecuánime

si la luna es de ardores estomacales no me importa

si la sierpe lunar tiene la corazonada de saber más de lo que sabe la Gran Hiena

no me importa y te lo digo en serio

la noche es una almendra tan pero tan desgastada

que no queda tiempo ya de saber quién no ha pretendido

ignorarle una lamida por cada punto cardinal

a la noche carnicera

y el tiempo

el poderoso tiempo de los perros de antaño

de aquellos perros que siguen tras y tras y no revientan

porque no hay intenciones plenas

de tantas intenciones pliegue al día su corazonada

ellos lo han dicho tú lo has dicho

y entre lo dicho y el decir hay tantos sobrenombres

en los periódicos en las revistas especializadas así lo informan

«los poetas son amorosos» «los poetas son malditos»

malnacidos poetas y un dos tres que salga la muerte a recoger su dosis

y un dos tres que los ángeles negrísimos se sonrían en las cabeceras

¿de qué poetas hablas en tus discursos?

¿los poetas del amor y del tarro?

¿los poetas en pelotas que caminan con las manos?

¿o aquellos poetas que firman siempre en el crucero su triangulito mágico?

los hay enchilados encima de las teas

y los hay con crucecitas sosteniéndose las trenzas

aquiescentes y remilgaditos pero igual los hay carroñeros

estafadores malfrancos inteligibles y simulacros

los hay quebradores de opio y satanizadores rosacrucianos

los hay amarillentos y amarilladores de labios

los hay que rebotan una y otra vez por los palacios

por los encuentros de escritores

donde siempre se sientan a dibujarse los colmillos

ahí están ellos

corriendo sobre las albarradas atraviesan lunas llenas

los hay que en sus ventanas miran las estrellas mientras desgastan corcholatas

los hay circunvuloceonados circunscriptos y hasta circuncidados

los hay eructoides y maldororientes

ebrios como los barcos y azulados presentes

estalla la noche jarra

la noche sandía en que nos rebanamos la espalda

ahí queda la ciudad ahí queda el espanto

las marchas las granadas los edificios encimados en los apellidos

éste es México del 2011

el México bicentenárquico en el que nos hemos prevenido las redadas

levanta la falda levántate la pluma fuente

que la noche se te enrede en cada invierno permitido

en cada telefonema gorgojeante

el siglo apenas comienza

y el día

es acaso un remolino de idiosincracia sin tapete de bienvenida

¿de qué poetas me hablas?

¿a quiénes habrás de sacar a la calle?

¿quiénes serán arrojados al fango de la sociedad

donde todo será dolor y resquebrajar de huesos?

 

Adán Echeverría

2011

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.