La Mejor Hora
Dios es testigo del miedo de mi carne
de la terrible descendencia que he dejado junto al río
ahí queda encallado el navío de mis evoluciones
la estrella de mis días ciegos
la luz de mi martirio
y para las lágrimas: alcohol del 96 y aceitunas
siempre las aceitunas colgadas de los pechos
de esas muñequitas descabezadas que habitan mis noches
de esas cadavéricas niñas que me dejó el tranvía
desolado
acá la noche y ahí la garra
ellas y sus festivales imprósperos y re convenientes
así la luz
así los niños en la playa
así la barca los navíos
así la lucha eterna
de pie recargado en la escalera
fumo y espero al ángel
a ver si se atreve a desafiarme
porque no he de cambiar mi nombre
si esta madrugada pretendo asesinarlo
Esta es la hora en que no llega mi conciencia a despertarme
la hora de la cárcel y los juegos de mesa
la hora quieta
como quieto es el mar de mi temperamento
profundo océano amarillo
alas enrojecidas de cansancio
dios es el testigo
de este levantamiento de las rosas
de este levantarse en las mañanas para ir a la oficina
y que todo
que todo sea igual de calvo
sin ataduras
sin nervaduras azulosas
en que habríamos de llorar
¿para qué?
Prisionero
¿Esta es la cárcel?
¿Sus barrotes y sus carceleros?
¿Acá los baños y las barracas?
¿Este es el comedor y el gimnasio?
¿Acá te formas para ir a la inspección diaria?
Los pájaros cruzan cada 5 minutos por el patio
ahí van picando el césped
Es un avión
mira el humo mira el humo
míralo, algo se va quemando ahí afuera
No quiero no No quiero
La última que grite será la niña de todos
Ve por el botiquín que se desangra
Mañana viene la familia
Eso, péinate muñequita querida
¿Era tu hijo aquel demente?
Las aves siempre agonizantes en sus nidos
Y estos nudillos que no pueden con tanta calma
Arrecia arrecian los músculos
que el hambre nunca te doblegue
Mira correr al quemado míralo míralo
¡qué puta risa!
Ahora todos andan pajareando sobre los muros
ahora todos andan despellejados en las cornisas
Esta es mi reja la mía y acá te esperas
Mira la noche
cuánta estrella para nada
Ahora nos llamarán de nuevo
otra vez a la inspección
Los pájaros vuelan la noche en mil alas
vuelan los murciélagos
vuelan los gritos
los gemidos escalando alambres
Déjame ser tu niña por favor
La noche ensordecedora
Esta es mi jaula
¿y la tuya?
¿De qué poetas me hablas?
para Jorge Manzanilla
Ya no tengo tiempo de escuchar
las una y mil intenciones
sobredosis reconvenientes
ditirambos en que te plasmas ecuánime
si la luna es de ardores estomacales no me importa
si la sierpe lunar tiene la corazonada de saber más de lo que sabe la Gran Hiena
no me importa y te lo digo en serio
la noche es una almendra tan pero tan desgastada
que no queda tiempo ya de saber quién no ha pretendido
ignorarle una lamida por cada punto cardinal
a la noche carnicera
y el tiempo
el poderoso tiempo de los perros de antaño
de aquellos perros que siguen tras y tras y no revientan
porque no hay intenciones plenas
de tantas intenciones pliegue al día su corazonada
ellos lo han dicho tú lo has dicho
y entre lo dicho y el decir hay tantos sobrenombres
en los periódicos en las revistas especializadas así lo informan
«los poetas son amorosos» «los poetas son malditos»
malnacidos poetas y un dos tres que salga la muerte a recoger su dosis
y un dos tres que los ángeles negrísimos se sonrían en las cabeceras
¿de qué poetas hablas en tus discursos?
¿los poetas del amor y del tarro?
¿los poetas en pelotas que caminan con las manos?
¿o aquellos poetas que firman siempre en el crucero su triangulito mágico?
los hay enchilados encima de las teas
y los hay con crucecitas sosteniéndose las trenzas
aquiescentes y remilgaditos pero igual los hay carroñeros
estafadores malfrancos inteligibles y simulacros
los hay quebradores de opio y satanizadores rosacrucianos
los hay amarillentos y amarilladores de labios
los hay que rebotan una y otra vez por los palacios
por los encuentros de escritores
donde siempre se sientan a dibujarse los colmillos
ahí están ellos
corriendo sobre las albarradas atraviesan lunas llenas
los hay que en sus ventanas miran las estrellas mientras desgastan corcholatas
los hay circunvuloceonados circunscriptos y hasta circuncidados
los hay eructoides y maldororientes
ebrios como los barcos y azulados presentes
estalla la noche jarra
la noche sandía en que nos rebanamos la espalda
ahí queda la ciudad ahí queda el espanto
las marchas las granadas los edificios encimados en los apellidos
éste es México del 2011
el México bicentenárquico en el que nos hemos prevenido las redadas
levanta la falda levántate la pluma fuente
que la noche se te enrede en cada invierno permitido
en cada telefonema gorgojeante
el siglo apenas comienza
y el día
es acaso un remolino de idiosincracia sin tapete de bienvenida
¿de qué poetas me hablas?
¿a quiénes habrás de sacar a la calle?
¿quiénes serán arrojados al fango de la sociedad
donde todo será dolor y resquebrajar de huesos?
Adán Echeverría
2011