Visitas: 0
XXXI
ESA LÍNEA
Te escondes.
La evades.
Te sabes cautivo.
La miras ante ti: ¡¡¡esa línea!!!
Se propone ambiciosa, secreta, ondulante.
La rodeas y te busca; la evades y te encuentra.
Ella y tu mano, su delgadez y tu sentido.
Te atrapa y te seduce.
Tu piel se confunde con su sombra; su sangre es como tinta que todo lo cubre.
Existes y duermes bajo su cobijo. Evidencia que traspasa la luz: códice antiguo que revela otro tiempo, otra raza, otra vida…
JORGE PACHECO ZAVALA