LXXXVI
LA NOCHE DE LAS SOMBRAS
El tren paró a la entrada de un pueblo que parecía abandonado. Un pitido agudo confirmó que la locomotora se había detenido por completo. La hilera de pasajeros descendió como hormigas que desfilan ordenadamente.
En la oficina de ferrocarriles, una mujer anunció la próxima salida a la ciudad de “W”. Nadie pareció atender el llamado.
Un niño inquieto jugaba con dos canicas que perseguía por toda la sala. El humo de un cigarrillo se elevaba en pequeñas volutas hasta convertirse en parte de la atmósfera de la terminal.
Atardecía.
Las primeras luces se encendieron. El lugar adquirió un semblante distinto, uno en el que las personas crecían como sombras, y las sombras eran más negras que la misma oscuridad.
En pocos segundos, el bullicio se había apagado; ahora el silencio se apoderaba del lugar.
De manera inexplicable, todos habían desaparecido. Todas las voces estaban ahora calladas, mudas, sin voz. De los pasos, sólo quedaba el eco lejano que resonaba deforme. Los murmullos eran ahora pequeños sonidos indefinidos
Sin embargo, a ras de piso, el niño de las canicas seguía con su juego. Las esferas cristalinas parecían romperse al chocar entre sí, pero el sonido ahogado que producían era más bien el de pequeñas campanas, finísimos hilos hertzianos invisibles que se elevaban lo mismo que el humo del cigarrillo.
Cuando el niño, que jugaba de rodillas, se puso de pie, todo pareció detenerse en un momento en slow motion. Dio pequeños pasos sobre su propio eje y, acto seguido, levantó las canicas una con cada mano. Con una habilidad sorprendente, en medio de aquel silencio sepulcral, se colocó las canicas, una en cada ojo. Al instante, todo el bullicio que parecía haber estado escondido tras los muros retornó sin más.
Un momento después, aquel niño se escurría por la puerta de la sala para perderse en la oscuridad de la noche…
JORGE PACHECO ZAVALA
Wooow, me encantó. Muy bueno Jorge, que sigan los éxitos.
¡Excelente narrativa Jorge!
Recordé las dinámicas literarias que suspendían la respiración.
¡Felicidades!