“Mi paso por el DIARIO DEL SURESTE” (1980 – 2001)

 Hablar del Diario del Sureste es hablar de la mitad de mi vida. Lo recuerdo con gran afecto y cariño, y ahora digo que “si volviera a nacer, volvería a trabajar en el Diario”.

Todo comenzó en el mes de agosto, precisamente el día primero de ese mes del año de 1980. Apenas terminaba el bachillerato y también concluía dos diplomados: “Capturista de Datos” y “Analista Programador”. En el lapso de espera para decidir qué licenciatura  estudiaría, mi hermana, que trabajaba enfrente del Diario se enteró que solicitaban a alguien como Capturista de Datos. En ese entonces estaba  buscando  trabajo y me apersoné un viernes por la noche para entrevistarme con el responsable del área, quien me comentó de lo que se trataba: capturar las notas que los reporteros traían al concluir su comisión encomendada.

El Coordinador me hizo una prueba y, como todos o algunos, estaba nervioso pues era mi primer trabajo formal al que acudía a presentar prueba alguna. Al concluir me comentó que se trataba de hacer suplencias por el momento, pues ya llevaban mucho tiempo sin salir de vacaciones los de ese departamento.

Fue todo lo que dijo y me retiré sin saber si trabajaría con ellos o no. Dos días después mi hermana me dijo que el Coordinador, el Sr. Gabriel Alcocer, le dijo que me presentara a hablar con él así que ese día, puntualmente a las 20 horas, ahí estaba tal y como dijo. Después de una breve explicación, me preguntó si podía comenzar ese mismo día para cubrir a una persona que había salido de vacaciones y sin pensarlo me quedé. Después de una semana recibí mi primer pago – creo que eran como cuarenta pesos, para mí una fortuna pues en una imprenta donde trabajé como ayudante cobraba de 10 a 15 pesos semanales, si me iba bien.

Bueno, para no hacer larga la historia les comento que duré como un año o año y medio en el turno nocturno pero, como siempre he sido inquieto, empecé a dar opiniones para poder mejorar el tiempo de salida del Diario: siempre era comentado que salíamos casi amaneciendo o amaneciendo cuando  lo ideal era salir de dos a tres de la mañana. Pues no tardó mucho en lograrse ese objetivo, y me ayudó mucho que ya conocía todo lo referente a las artes gráficas (por la imprenta), además de haber terminado satisfactoriamente mis diplomados.

Cubrí  muchas veces  al Coordinador General de Talleres del turno nocturno (Don Gilberto Ceballos, cariñosamente llamado don Betín) quien me dio la oportunidad de demostrar que sí podía con el encargo y, después de algún tiempo, me pasaron al turno vespertino para cubrir a la encargada de ese turno. Es entonces que ahí pude detectar dónde estaba el fallo, el por qué de la salida tarde del periódico. Con la colaboración de todos empezamos a organizar mejor la distribución de la captura del material y se le empezó a solicitar al área de Redacción que se le diera preferencia a las páginas que se deberían de cerrar por obvias razones en el primer turno.

Luego empecé a cubrir más de lo debido, metiéndome a las actividades generales en los talleres, cosa que no me molestaba sino que, al contrario, me permitía conocer más en cuanto a imprenta se trataba, pues siempre había trabajado en esa rama de las artes gráficas. Eso me dio la oportunidad de tratar con mucha gente. Parte de mi trabajo era hacer también presupuestos de todo tipo de impresos. Pude también asistir a Expos tanto nacionales como en Estados Unidos y ampliar aún más mis conocimientos.

Y así fueron transcurriendo los años. Dije en algún momento que solo haría cuando mucho dos años en el Diario y permanecí 21 años hasta que, por cambio de gobierno (del PRI al PAN), despidieron a muchas personas y me tocó la mala fortuna de que me liquidaran también. Pero lo que aprendí, conocí y logré no me lo pudieron quitar ni me lo quitarán, es algo que llevaré conmigo hasta el final de mis días.

Por eso, al iniciar esta nueva etapa con la gente que realmente tomó el DIARIO DEL SURESTE como parte de su vida, trataremos de que siga vivo por otros muchos años más.

FELICIDADES A TODOS LOS QUE DE ALGUNA MANERA INTERVIENEN EN ESTE PROYECTO.

Jorge Zapata

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