La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que son tratados sus animales.
Mahatma Gandhi (1869-1948).
El abandono de mascotas, principalmente de perros, se ha convertido en un reto para autoridades y asociaciones civiles dedicadas al refugio de los animales.
Aunque es considerado el mejor amigo del hombre, la existencia de más de 1.2 millones de perros callejeros tan solo en el Distrito Federal es reflejo del desinterés e insensibilidad por parte de quienes alguna vez se comprometieron a cuidar y alimentar a estos juguetones miembros de la familia.
Los perros callejeros, o en situación de calle, son aquellos animales que viven parte del día fuera de su casa, sea por libertad de los dueños, abandono, o porque el perro se perdió o nació en la calle, y se juntan en situaciones para formar jaurías. Independientemente del origen, viven en la calle, algunos aprenden a producir estrategias de defensa contra los humanos ya sea atacándolos o simplemente alejándose de ellos y evitando cualquier tipo de acercamiento, mientras otros conviven con los humanos y actúan de manera amistosa hacia ellos.
Su fuente de alimento son sobras tiradas por restaurantes, por puestos informales o por la basura de los ciudadanos, aunque en algunas ocasiones hay personas que les ofrecen comida. Sin embargo, los huesos sobrantes de la comida les afectan el aparato digestivo, o pueden ser causa de ahogamiento, a veces se comen las bolsas en donde les ponen el alimento, causando su muerte, o la comida se echa a perder causando una gran infección intestinal que muy difícilmente podrá ser atendida.
En el día viven en lugares frescos, y durante las noches en un lugar que mantenga el calor de sus cuerpos; desgraciadamente, no siempre encuentran un refugio y tienen que soportar los cambios de clima, desde el intenso calor a las fuertes corrientes frías, e incluso los aguaceros.
De acuerdo con estadísticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Distrito Federal existen tres millones de perros abandonados y en el país un total de 15 millones, es decir, uno por cada siete habitantes.
La situación no sólo trae consecuencias de maltrato a los animales – que tienen que soportar frío, hambre o violencia de los mismos ciudadanos –, sino que provoca enfermedades a los habitantes.
Según datos oficiales, México ocupa el primer lugar de América Latina en población canina en abandono, lo que refleja un alto índice en contagios de enfermedades infecciosas, gastrointestinales, dermatológicas y respiratorias, entre otras.
Y es que un perro defeca 400 gramos, y orina 800 mililitros, en promedio diario, lo que suma al año 182 toneladas. Con el calor, las heces se deshidratan, se forman partículas biológicas invisibles, y el viento las arrastra y las dispersa por el ambiente.
El gran número de animales en situación de calle no solo se traduce en un problema de salud pública debido a la transmisión de infecciones o ataques por parte de éstos a otros seres vivos, sino que representa un escenario de maltrato, crueldad e indiferencia, factores que han sido relacionados con la predisposición a la violencia social o que, a su vez, se manifiestan como resultado de la situación de violencia. Una forma de combatir la violencia por la que atraviesa nuestro país involucra acciones para terminar con el maltrato hacia otros seres vivos.
El aumento al IVA en alimentos para mascotas, que entró en vigor el 1 de enero del 2014, es una variable que desafortunadamente contribuye al grave problema de sobrepoblación canina que hasta el momento no ha sido posible controlar. Los riesgos a la salud pública como resultado del abandono animal fueron ignorados por los legisladores que aprobaron la ley, que considera que tener un perro es un lujo, haciendo evidente la discriminación hacia los sectores pobres de la población. Al mismo tiempo, se impide la lucha para la regeneración social a través de la creación y el fortalecimiento de valores como la compasión, el cuidado, la responsabilidad y la protección de la vida de otros seres, valores que pueden ser puestos en práctica al tener a un animal de compañía. Grupos de rescatistas y asociaciones protectoras de animales trabajan día a día para brindar atención médica, rehabilitación, alimento y cuidados en general a cientos de animales abandonados.
Por su parte, El Muro A.C. ha publicado campañas de adopción a animales, y actualmente lanzó la campaña llamada “Dueño Responsable”, para ayudar a reducir el problema de salud que ha provocado el abandono a estos seres vivos. Sin embargo, las cifras de adopción aún no son alentadoras: la cantidad de animales que se adoptan aún es insuficiente comparada con el número de animales en las calles, ya que no existe aún la cultura de la adopción.
Otra de las alternativas es la de la concientización mediante pláticas educativas impartidas a las familias en lo que es la adquisición de una mascota, toda vez que esto representa adquirir una responsabilidad más, por lo que exhortamos a que, si no se van a hacer cargo del animal, mejor no los acepten o compren y con ello contribuyan a reducir las estadísticas.
Debemos enseñar a los niños la importancia de la vida, a cuidar y respetar a sus mascotas. La solución no es sacrificar o abandonar a los animales, tenemos que ser responsables. Hay que esterilizar y adoptar en lugar de fomentar la compra de cachorros, hay muchos animalitos que necesitan de nuestra ayuda.
Todos podemos ayudar mucho. ¿Cómo? Informándonos y siendo responsables, asistiendo a pláticas sobre las situaciones de los perros y gatos en condiciones de abandono y maltrato. En estos días es muy fácil acceder a la información. Es necesario que contemplemos todo lo que requiere una mascota de compañía.
Una situación frecuente es que las personas creen que al tener un animal de “raza” tendrán cierto estatus social, pero cada día llegan más perros de “raza” a los albergues, o se ven en la calle abandonados. También se observan hembras explotadas para su reproducción, así que ya no sólo los perros criollos, malixes como los llamamos en nuestro medio, son tratados mal.
Recordemos que “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la forma en que son tratados sus animales” – Mahatma Gandhi (1869-1948).
Dra. Carmen Báez
Presidenta de El Muro Mérida A.C.
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