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ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
“Que bien Nicolás Guillén / nos volvimos a encontrar / cañaveral y henequén / tu Cuba y mi Yucatán”. Con este cuarteto improvisado por nuestro maestro, literato, cantilenista y periodista Carlos Duarte Moreno recibió a su colega cubano Nicolás Guillén a la puerta del café “Peón Contreras”. Don Carlos Duarte nos preparaba como periodistas estudiantiles frente a la Universidad Nacional del Sureste.
Ambos poetas se conocieron en La Habana, cuando Duarte Moreno se exilió por su pensamiento político liberal en la época de Carrillo Puerto y por formar parte del Partido Socialista del Sureste. Mis compañeros y yo estábamos por fundar la APEY, Asociación Periodística Estudiantil Yucateca, con Luis Alvarado Alonzo, Adonay Cetina, Juan José Morales, Luis H. Martín, Luis Felipe Ortiz, el que escribe y otros 15 estudiantes más del Bachillerato en Ciencias, antes de que fuera Universidad de Yucatán. Ahí conocimos a Guillén, quien decidió que fuéramos sus alumnos literarios en ese su primer viaje a México siendo el café “Peón Contreras” nuestra aula; en su segundo viaje nos reunía el poeta cubano en “La Casa del viajero”.
Fue un orgullo para nosotros tener como maestro poético al que posteriormente sería el “Poeta Nacional de Cuba”, que luchó por sus compañeros de negritud para darles un mejor espacio en su propia patria.
Debo agregar que el Lic. Carlos Canto López, director de la Preparatoria, fue un magnífico maestro que, con su libro de Preceptiva Literaria, sentó las bases para decir hoy que tuvimos a los mejores maestros literarios.
Nicolás Guillén (1902-1989) fue un poeta, periodista y activista político cubano. Guillén, Poeta Nacional de Cuba, nació el 10 de julio de 1902, en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre. Su obra es referente de la poesía latinoamericana contemporánea. Fue presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba desde su fundación en 1961, hasta su muerte. Participó en el Partido Socialista Popular y fue exiliado durante la dictadura de Fulgencio Batista.
Guillén y Duarte Moreno dejaron huella poética con sus obras escritas en periódicos y libros. En la época que describo, la APEY, al inicio de los años cincuenta, ya editaba periódicos estudiantiles en la secundaria “Adolfo Cisneros Cámara”. A más de 70 años de distancia recordamos con cariño esos momentos iniciales en nuestra vida de escritores y poetas.
Su obra reivindica la cultura negra en el mestizaje y la transculturación. Entre sus poemarios destacan Motivos de son (1930), Sóngoro Cosongo (1931), El gran zoo (1967), La rueda dentada (1972). Escribió Poemas para niños y mayores de edad (1977). Su obra prosística está recopilada en Prosa de prisa. Entre sus premios recibidos están: Premio Lenin de la Paz entre los Pueblos, 1954. Premio Viareggio, 1951.Premio Nacional de Literatura en Cuba, 1983. Premio internacional de Poesía Asan, 1938.
Reconocimientos
Su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas. Su poema dedicado al Che Guevara ha sido musicalizado por artistas cubanos y extranjeros.
Más tarde publicó títulos como “El gran zoo” (1967), “La rueda dentada” (1972), “El diario de a diario” (1972) y por el Diario del Sureste, Biografía; Fundación Nicolás Guillén; Ficha Biográfica. Nicolás Guillén (Camagüey, 1902- La Habana, 1989 y Fundación Nicolás Guillén, 2024.
El camagüeyano Humberto Rodríguez Manso vino a Mérida a corroborar algunos datos de las dos visitas de Guillén a México. Lo atendimos y presentamos a sus anfitriones de los años cincuenta: Juan Duch Colell, que en esa época era director de la Escuela de Bellas Artes de Mérida, el Lic. Franti Cardeña, Jesús “Cholain” Rivero, Mario Zavala, y nosotros de la APEY. Le dimos la información para su libro, impreso por la UNEAC de La Habana, con información y fotos de la época. Rodríguez Manso, junto con el Dr. José E. Loyola, consiguieron que yo fuera el representante de la Fundación “Nicolás Guillén en México, como hasta la fecha.
Guillén hasta la fecha es considerado el principal representante de la poesía negra, afrocubana o -como él prefería- «mulata». Nicolás Guillén es también ejemplo paradigmático del viraje hacia la rehumanización y el compromiso que caracteriza el proceso poético del periodo post vanguardista.
Me permito decir que nuestro compañero poeta y declamador Luis Felipe Ortiz Martínez, miembro de la APEY y galardonado nacionalmente postmortem, fue uno de los divulgadores de la obra de Guillén en foros, teatros, radio y serenatas de Santa Lucía, dejando la huella poética nacional de Cuba y la suya, pues Luis Felipe tenía un talento especial y nos dejó, como Guillén, muchos poemas para reflexionar en la vida.
Gracias Nicolás Guillén, Carlos Duarte Moreno y Carlos Canto López, por habernos enseñado el camino a la libertad de escribir. Abur.
