Recordar es volver a vivir. En efecto, pero no bastan los simples recuerdos sino observar la manera en que en una urbe como la nuestra, los problemas se repiten en mayor magnitud y deben ser afrontados y resueltos.
El Ayuntamiento 1965-67, a través de su titular Don Agustín Martínez de Arredondo, rindió protesta formal ante la representación social, los poderes del Estado, representantes militares y de la sociedad civil. Presentes, el gobernador Luis Torres Mesías, el alcalde saliente Don Armando Carrillo Tenorio, representación militar y cuerpo de concejales.
Las construcciones hoteleras, cada vez con mayor altura, requerían medidas de prevención ante contingencias. La primera escalera telescópica para cumplir con ese respaldo se presentó en la Plaza Principal. Luego se obtendría el donativo de un carro especial de bomberos donado por la Ciudad Hermana de Glendora, California, que aún está en uso, cincuenta años después.
La demanda de la población hizo necesaria la creación de un ferrocarril infantil adicional al del interior del parque Centenario. El recorrido era sobre la avenida Itzáes. El alcalde, en compañía del gobernador y funcionarios municipales, lo puso en servicio. Al extremo derecho de la gráfica, Don Olayo Ojeda Pineda, uno de los mejores reporteros de prensa de la época.
Imágenes de cómo se encontraba hace cinco décadas el sector de Correos, de donde se retiraron todos los puestos para acomodarlos en las ampliaciones del Mercado Lucas de Gálvez, Tianguis Uno y Dos. Fotos históricas de los momentos del retiro de antiguos puestos de madera y láminas de los baratilleros y pequeños comerciantes del mercado central.
Luis Alvarado Alonzo