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(De) lo que no se olvida
“En Colonia Yucatán fui muy gallero de joven. Tuve muchas enamoradas antes de conocer a Irma. Enamoré a una de Tizimín que se llamaba Lucy Espinosa, a una de Mérida de nombre Sarita Rubí Aguilar Echeverria, era enfermera. No se me olvidan sus nombres. Fíjate que estuve a punto de casarme con una de Tekal de Venegas, Beatriz Flota González se llama. También enamoré a Rosario Tec, hermanita de Cristina; ellas fueron cuñadas de Juan Pío López, que vivía frente a mi casa. Te digo que era yo muy gallero en Colonia.”
“A los 24 años me quité cuando cerró la fábrica por primera vez en el ’75. Según dicen, cerró la empresa porque fueron explotados todos los bosques de por allá. Nos liquidaron muy bien, siete años trabajé y me dieron de liquidación siete mil pesos.
“Ya me había casado. Mi hermanito Jorge que vive acá en Mérida me habló y me dijo que acá había trabajo y vine. Trabajé en una lonchería que estaba frente a la plaza principal. Begue (Carlos) Moguel y Beto Ortiz me iban a visitar cuando estaban estudiando. Mi patrón era de Kanasín. A las doce de la noche le iba a entregar el dinero de las ventas del día al centro nocturno Yaanal Luum, que estaba a la vuelta de la lonchería. A la una de la madrugada, cuando terminábamos de sacar cuentas, me pagaba un taxi y me iba a mi casa.
“Trabajé también en varias casas de artículos para el hogar: ‘Muebles Futuro’, ‘Muebles Confort’, ‘Roy’, y el otro, ‘Muebles Alfa’. Todas eran de un solo dueño. Pues un buen día me encontré acá con Omar Espinosa y me dijo que abrieron de nuevo la fábrica. Me preguntó qué hacía porque había trabajo en la Fábrica, ahora llamada EMSA, que adquirieron los Perló. Él sabía que yo era ensamblador. Le dije a mi esposa y nos fuimos a Colonia de nuevo.
“Un mes después de estar en la nueva empresa, me dieron plaza. Nueve años trabajé allá, hasta que volvió a cerrar otra vez la fábrica, ahora definitivamente, y regresamos a vivir a Mérida. El secretario general del sindicato cuando cerró en el ’91 era Román Ricalde; él y el Xix (Luis) Mugarte eran los buenos del sindicato. Yo tenía la cartera de prensa y propaganda del sindicato en esa época. Mi función era organizar deportes: futbol, basquetbol, carreras argentinas… ¿Te acuerdas de ese deporte?” me pregunta y al mismo tiempo va explicando mientras se acomoda en la silla de plástico que tiene en el frente de su casa. Todos los días, sobre todo en las tardes, sale a conversar varias horas con su esposa, aprovechando el fresco del día. Me explica:
“Tendían un hilo a cierta altura que tenía amarradas unas cintas de colores con pequeñas argollas. Frente a la casa principal lo hacían. Cada cinta tenía escrito el nombre de una madrina. Pasabas en tu bicicleta y, sin caerte, si lograbas enganchar la cinta con un pequeño gancho de alambre, la muchacha te daba tu regalo. Ese mi amigo que hace tiempo que no lo veo Mario Martín (+), se llevaba varias cintas, hasta ocho regalos se llevaba.
“También jugué beisbol con él. Era un buen pitcher, Tira Lumbre le decían, porque tiraba fuerte. Luis Valdez, Ubaldo Dzib y Manuel Arjona fueron mis compañeros en beisbol; también jugué con los “Cardenales de la Sierra”. Recuerdo que estaban Calín Canto, Jacinto –Gapo– Braga, don Charol (Diego) Nuñez, su hijo Mury, Webis (Jorge Rebolledo), Luis Canto, Mario Villafaña –el Calandria–, Susano Arce, Chuchi Arjona, los hermanos Euán, José, el que le decían el chino y el otro que le decían chupeta (Luis), que se casó con una chica de apellido Salas.
“Yo era cátcher suplente, el primer cátcher era José Euán, y después estaba Demetrio Medina (Demis). Juan Pío formó el equipo, nos habló a mí, a Julio y Pepe Rodríguez; el mánager era Américo Diaz. Era la liga Oriental que presidía el Primo (Jorge) Abraham. Ahí participaba también el equipo de “Maderera del Trópico” de Colonia.
“En todo el oriente se jugaba. Visitamos Kantunilkiin, Quintana Roo, Las Coloradas, Isla Mujeres, Sucilá, Panabá, Rio Lagartos, el Cuyo. Yo le catcheé a Marcelino Xool -el henequenero- muchos años. Era buen pitcher. Siempre decía: ‘¿Qué tendrá el sereno que moja?’ Vino de Izamal. Era muy mi cuate, siempre lo recuerdo, él jugaba también con el equipo de Colonia.
“Un amigo de la Sierra con el que me llevo hasta hoy es Víctor Martin Castillo. Lo conocí de muchacho. Era muy deportista, le gustaba jugar basquetbol. En su equipo estaban Fabian Tec, el pinole –Manuel Aguilar-, Manuel Bates, los tres hermanos Euán. Estaba bueno el equipo.
“Fíjate, Arielito, volviendo al deporte de mis amores, que yo también le cacheé a Ubaldo Dzib y a Jacobo Uc, un pitcher que se casó con la hija del Alacrán Gómez, aquel que compraba maíz en Colonia, pariente de Beto Gómez. Ese muchacho vivía por el camino del Cuyo.
“Una vez fuimos, ya fuera de la liga, a jugar a Santa Elena, un poblado cercano a Colonia. Estaba empatado el juego a cero. Creo era la octava entrada. Tenían ellos hombre en segunda que a cada rato estaba abriendo, había un out. Yo estaba cacheando y pedí al henequenero el tiro abierto, afuera, con tal de poner out al corredor. Tiré mal a segunda, volé el tiro, y perdimos una a cero. Cuando estábamos yendo de regreso a Colonia, ese Keta (Enrique Koyok) me dice: ‘Por tu culpa perdimos, chicho’. A cada rato me lo decía hasta que le dije a don Pancho Dzib, el chofer: ‘Para aquí, ya me cansó este canijo. Le voy a romper toda la maceta.’ ‘No, déjalo,’ me dijeron mis amigos, y se quedó así. Cada vez que veo a Keta en la Colonia me dice: ‘¿Te acuerdas cuando me querías pegar cuando por tu culpa perdimos aquella vez?’ Jajaja… La última vez que fui, lo saludé. Estaba en silla de ruedas, lo estaba llevando su esposa. ‘¿Dónde vas?’ le digo. ‘Me están llevando de una vez al cementerio,’ me dijo entre risas…
“Muchos años jugué beisbol en Colonia, me decían el Pulpo. Yo le cacheé en softbol a Jorge Valdez -la loba-. Le ganamos el campeonato al equipo que patrocinaba el bar “Polos”. Recuerdo que en este equipo jugaban Carlos Manzanero –maravilla- y su hermano Dago; Iván Acevedo, yerno de Pedro Arias. Con nosotros jugaban también Manuel Núñez y mi compadre Julio Rodríguez. El equipo se llamaba ‘Convivencia’”, recuerda el fan de los Dodgers de los Ángeles y de los Leones de Yucatán y a quien frecuentemente se le ve en las gradas del estadio Kukulcán.
Continuará…
ARIEL LÓPEZ TEJERO