José Juan Cervera
Las publicaciones periódicas que se han editado en los municipios de Yucatán llenan un capítulo importante de su historia y de su cultura local, de su evolución política, y de las expectativas sociales que hallaron eco entre sus páginas.
Los habitantes de algunos rincones del estado pueden enorgullecerse de la variedad de medios impresos que en ellos cumplieron, a lo largo de los años, funciones informativas o propagandísticas, de instrucción o de entretenimiento: Motul es un ejemplo de esto. Fiel a sus vigorosos antecedentes, hoy dispone de un centro cultural que inició sus actividades en abril de 2013 y sirve de escenario para la realización de conciertos, presentaciones de libros, conferencias y coloquios que animan a los vecinos a intervenir activamente en el despliegue de sus facultades más nobles, de efecto perdurable. Lo dirige Jared Barroso Ayala.
“La Perla de la Costa”, como se ha llamado popularmente a Motul, fue cuna de escritores distinguidos en el siglo XIX, como Eulogio Palma y Palma y Roberto Casellas Rivas, quien además favoreció la instrucción de los yucatecos al fundar un colegio particular en Mérida.
Historiadores y cronistas nacidos en Motul se han ocupado en documentar los hechos de su pasado. Este es el caso de Faulo Sánchez Novelo, autor de un libro que examina los antiguos asentamientos mayas en la región; Valerio Buenfil Méndez es editor y ha reunido diversas crónicas que recrean la identidad colectiva de los motuleños; por su parte, Mauricio Dzul Sánchez ha extraído de las fuentes primarias valiosos pasajes de la historia de su terruño.
Eulogio Palma y Palma fundó La Gaceta de la Costa en 1885, cuya periodicidad fue semanal y tuvo como redactor y editor a Julián Alcalá Sabido. Inició su segunda época en 1896. Dio a conocer los productos que podían adquirirse en el mercado de esa población, e informó acerca de sus actividades agrícolas, como los esfuerzos para combatir las plagas de langostas.
El Eco de la Costa inició su circulación en 1897 y tuvo como editor y propietario a Juan J. Cervera. En aquel entonces, este lugar era conocido aún con el nombre oficial de Motul de Cepeda Peraza. Este medio impreso brindó información referente a la enconada campaña política por la gubernatura de ese año, en el que comenzó a editarse también El Correo de Motul y un periódico carnavalesco denominado El Lucifer, ambos bajo la dirección de Pedro Sosa C.
En 1899 surgió el periódico literario y de variedades El Fénix, órgano del Liceo de Motul, asociación cuyas sesiones ordinarias y extraordinarias reseñó. Asimismo, exhortó a las autoridades a emitir con urgencia un reglamento de bicicletas, ante la proliferación de este medio de transporte en la localidad. También anunció la rifa de varios bienes, la cual tuvo como responsable a Felipe Carrillo P.
En 1906, Felipe Carrillo Puerto publicó El Heraldo de Motul, en el que hizo enérgicos señalamientos a la administración pública local. Como un homenaje a este periódico, Enrique Carrillo y Herrera editó otro en 1983 con el mismo nombre, el cual tuvo una segunda época en 1992.
La segunda quincena de diciembre de 1974 atestiguó la aparición de La Voz del Décimo Distrito, circunscripción electoral de la que formó parte Motul y que tuvo como representante al diputado Renán Solís Avilés, abogado nacido en esa ciudad. Su director fue Néstor Duch Colell.
El semanario La Voz de Motul, que dirige Valerio Buenfil Méndez, inició sus ediciones el 13 de mayo de 2006 y continuó imprimiéndose en los años subsiguientes. Su información es variada, y su permanencia ha demostrado su aceptación entre los habitantes del municipio.
Como puede observarse, la memoria impresa de Motul en el curso de sus transformaciones administrativas y políticas pone de manifiesto una continuidad que merece conocerse a fondo y ostentarse con regocijo entre los hijos de esta región pletórica de tradiciones.