Remembranza
GRAN MAESTRO DE LAS ARTES PLÁSTICAS
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Manuel Lizama Salazar era cinco años mayor que yo, era casi vecino mío, pues vivía a un par de cuadras de mi casa. Tomábamos el camión de La Ibérica en Cupules o en el Pasaje de la Revolución de Mérida. Fuimos amigos, cuando yo no pensaba ser artista plástico, como él, que ya daba clases de pintura en la Escuela de Bellas Artes cuando la dirigía Juan Duch Colell. Nos saludábamos en Bellas Artes, pues mi hermana Alma Margarita García era alumna de Socorro Cerón en esa escuela de artes.
En la secundaria Cisneros Cámara hice algunos trabajos de dibujo, sin tener el entusiasmo de ser pintor, pero con habilidad. En esa época conocí a Rafael de Pau, compañero de Lizama Salazar en la primera galería abierta al público en Mérida: Galería de Arte “Ichcaanzihó”. Gracias a De Pau, Celis, Briceño y otros artistas plásticos de los años 50 sabía de la seriedad del trabajo plástico costumbrista de Lizama, que yo nunca hice, pues mi interés en la plástica fue por trabajo en talleres de pintores conocidos como Zenón Moreno, Carlos Heredia, y ya de adulto en el TrishArt, Creative Studio de Patricia García -mi hija menor-, maestra en Arte Integral del Cedart.
Ya como profesionista, dediqué tiempo y espacio al arte con algunas exposiciones personales y colectivas en las que siempre me encontraba con Manuel Lizama. Desde Sedeculta, uno de sus mecenas y poseedor de muchas de sus obras pictóricas, enmarcadas en su hogar de Santiago, el C.P. Luis Alvarado Alonzo. Esa amistad fue mutua y en SEDECULTA se abrió la Galería de Arte “Manuel Lizama Salazar” en el lobby de acceso, el nombre de nuestro amigo artista pictórico del pueblo maya, que los directores actuales o anteriores cerraron. Tuve oportunidad de que mi obra fuera presentada en ese local con su nombre.
“Manuel Lizama Salazar, nació en 1931 y falleció el sábado 10 de julio del 2021. El creador fue representante del costumbrismo y su trabajo incluyó más de 200 obras. El Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), lamenta el fallecimiento de uno de los decanos de la plástica yucateca, Manuel Lizama Salazar, representante del costumbrismo en las artes visuales de la entidad”.
Manuel, el creador contaba con más de 60 años de trayectoria, que lo llevaron a exponer dentro y fuera del país, además de ser formador de nuevas generaciones, impulsor de talentos y miembro fundador del colectivo Art’Ho, conformado en diciembre de 1987, con el propósito de difundir el trabajo de artistas.
Su obra abarca más de 200 piezas, donde plasma su amor y pasión por Yucatán, al incluir en sus cuadros haciendas henequeneras, cenotes, la religión maya, pueblos y paisajes, tanto de los municipios como urbanos. De esa manera, en sus lienzos, se aprecia animales, naturaleza, calles de Mérida y deidades, entre otros temas.
La identidad y el regionalismo son las características más importantes de sus piezas, al igual que los elementos costumbristas, como tradiciones, leyendas y mitos, que lo llevaron a exponer en Puebla, Guadalajara, Veracruz, Campeche, Tabasco y Quintana Roo, así como en otros países, como Estados Unidos, Belice, Honduras, Cuba, España y Francia.
Como muralista, sus trabajos se encuentran en el Salón del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), la Junta de Agua Potable y Alcantarillado (Japay), la Clínica de Oftalmología Medytec y la Escuela Normal «Rodolfo Menéndez de la Peña».
En el palacio municipal de Valladolid, están cuatro obras de gran formato, tituladas «La profecía», «El procurador», «4 de junio» y «Conquista y la fundación de Valladolid», mientras que, en el de Mérida, se pueden apreciar «Mérida, crisol de 2 razas» y «La paz, un anhelo universal». También, fue ilustrador de libros, entre los que se encuentran diversos títulos de los escritores Roldán Peniche Barrera y Evocación histórica de Renán Irigoyen.
Manuel Lizama Salazar nació el 25 de junio de 1931, en la capital yucateca. Egresó de la Escuela de Artes Plásticas, donde fungió como profesor de pintura, cargo que ejerció por 23 años, hasta que se jubiló; ahí, compartió conocimientos con diversas generaciones de aprendices.
Fue recipiendario de las medallas «Eligio Ancona» en 2011, «Silvio Zavala Vallado» en 2017 y Bellas Artes en 2018. El salón de creadores del edificio central de Sedeculta llevó su nombre.
El maestro Manuel Lizama Salazar fue un creador en grado de excelencia que ha venido dando lustre a la historia de la pintura y sus autores en Yucatán, por un largo período de más de cincuenta años.
Forjado en una larga trayectoria de estudio, práctica y enseñanza durante 23 años en el Centro Estatal de Bellas Artes de Yucatán, también en el Distrito Federal, donde continuó su vocación para, luego en un período de trabajo continuo, recorrer Belice, nuestra ciudad capital Mérida, Cozumel durante dos años), los Estados Unidos, y Gijón en España, entre otros sitios donde dejó profunda huella artística y decenas de obras en las que ha transmitido sus técnicas, sensibilidad y visión del paisaje, personajes y sitios singulares, atrapados con sus pinceles para la posteridad.
El maestro Lizama fue un hombre sencillo, un yucateco orgulloso de su tierra, de sus tradiciones, de su historia, siendo estos elementos ejes de su tarea de creación, que ha encontrado eco más allá de nuestras fronteras, por ejemplo en la biblioteca pública de Glendora, California, realizó su mural “Aportaciones de la Cultura Maya al Mundo Moderno”, obra altamente valorada tanto por su mensaje histórico, como por su calidad artística. También es sobresaliente su mural en la Sala del Consejo de la Universidad de Yucatán, la cual enaltece a los impulsores de la educación superior del siglo XIX, y enfatiza la fundación de nuestra actual UADY fundada por Felipe Carrillo Puerto.
Conservo una foto del Mural con mi familia, acompañado de Luis Alvarado Alonzo, durante la presentación de mi libro “Memoria Poética”, patrocinado por el Ateneo del Mayab.
“Otra muestra está en los costados del edificio del Ayuntamiento de Mérida, lados norte y sur, dos murales que desglosan pictóricamente, con maestría, el enlace de culturas – la maya y la española – que dieron lugar a una cultura mestiza en nuestra entidad. Si bien es muy destacada su faceta como muralista, igual o aún más trascendente es su colección pictórica de caballete acerca de los sitios y espacios antiguos de Mérida y el Estado, que en una colección de más de cincuenta cuadros elaboró en décadas precedentes”.
Participé con el maestro en tres Colectivas de Pintura de “TrishArt”, con gran éxito.
Lizama fue forjado en una larga trayectoria de estudio, práctica y enseñanza durante 23 años en el Centro Estatal de Bellas Artes de Yucatán, también en el Distrito Federal, donde continuó su vocación para, luego en un período de trabajo continuo, recorrer Belice, nuestra ciudad capital Mérida, Cozumel durante dos años), los Estados Unidos, y Gijón en España, entre otros sitios donde dejó profunda huella artística y decenas de obras en las que ha transmitido sus técnicas, sensibilidad y visión del paisaje, personajes y sitios singulares, atrapados con sus pinceles para la posteridad.
Mis recuerdos, el mejor regalo que tengo de Manuel, incluyen conversar con él mientras llegaba el camión para el Centro, sus pláticas sobre Rafael de Pau, Briceño y Celis, sus compañeros de ARTHO, y su primera galería en los años cincuenta, su fuerte personalidad y su sencillez, al mismo tiempo, me quedan con el sabor del paso de un tiempo inolvidable.
Gracias por todos estos momentos culturales en los que de alguna forma he participado.
Abur.
Fuentes
https://www.yucatan.gob.mx/saladeprensa/ver_nota.php?id=4731