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Mal aliento en gatos

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Causas y Tratamiento

Las causas que provocan el mal aliento (halitosis) de nuestro gato pueden ser internas (aquellas que se originan dentro de la cavidad bucal) o externas (fuera de la cavidad bucal).

Una de las causas más habituales del mal aliento en gatos es el sarro. Este se reconoce por los depósitos amarillos parduzcos en la superficie dental.

La combinación de los restos de comida que se quedan pegados en los dientes, saliva y bacterias hace que se forme una placa dental. Esta placa es blanda al principio, pero poco a poco se va endureciendo por los minerales de la saliva. Así, se forma un sarro duro que, a su vez, puede provocar una dolorosa gingivitis. Como consecuencia, los dientes también pueden sufrir daños. Es habitual que la mucosa del borde de los dientes esté enrojecida e inflamada. También es posible que al gato le sangre la encía.

Que el gato coma con normalidad no significa que todo vaya bien. Los animales suelen comer aunque les duela la boca. De hecho, los gatos son expertos en disimular el dolor.

Cuando hablamos de causas que residen en la cavidad oral, nos estamos refiriendo a que el origen del mal aliento lo pueden originar úlceras y aftas localizadas en encías, lengua, paladar y estructuras blandas de la cavidad bucal del gato, que pueden ser ocasionadas por:

  • Agentes infecciosos bacterianos o víricos.
  • Agentes físicos, tales como quemaduras por accidentes eléctricos (mordeduras de cables es lo más típico) que provocan ulceraciones profundas que fácilmente se contaminan.
  • Agentes químicos, tanto los cáusticos y corrosivos que originan quemaduras.
  • Es necesario hacer referencia a los cáusticos de origen biológico, como son las reacciones al contacto con determinados insectos como algunas orugas e incluso sapitos de jardín.
  • Las odontopatías originan gran cantidad del mal aliento (halitosis) en gatos. La causa más frecuente son piezas dentales en mal estado, enfermedad periodoncial, sarro en las coronas dentarias, gingivitis y otros.
  • Cuerpos extraños en la cavidad bucal: restos de comida, presencia de espinas o huesos. Las heridas provocadas por estos cuerpos extraños pueden inflamarse y contaminarse produciendo mal olor.

Además del sarro, estos pueden ser los desencadenantes de la gingivitis:

  • Heridas provocadas por cuerpos extraños, como tallos de hierba
  • Inflamaciones del periodonto (periodontitis)
  • Infecciones bacterianas o virales
  • Tumores en la cavidad bucal
  • Enfermedades de los órganos (por ejemplo, insuficiencia renal)

La base del tratamiento consiste en combatir la inflamación. Los objetos extraños adheridos a la encía se pueden eliminar quirúrgicamente y las infecciones se tratan con medicamentos.

También se pueden aliviar los dolores bucales con analgésicos, antiinflamatorios o colutorios especiales. Para prevenir una gingivitis, el veterinario debe eliminar el sarro persistente aplicando anestesia general al gato.               

Los dientes rotos, los agujeros o la supuración de las raíces también suelen provocar mal aliento en gatos. Además, no es infrecuente que la causa de los dientes dañados sea la enfermedad FORL. Los expertos creen que aproximadamente la mitad de los gatos sufre esta dolencia.

FORL son las siglas de Feline Odontoclastic Resorptive Lesion (lesión resortiva odontoclástica felina). Dicho de manera sencilla, los dientes se descalcifican y se van desintegrando gradualmente desde dentro. Los responsables son los odontoclastos, que son células propias del cuerpo. Lo malicioso de la FORL es que, como ataca a los dientes por dentro, los agujeros no se ven por fuera. Sin embargo, el gato siente dolor igualmente.

En algunos casos, la FORL va acompañada de gingivitis. No obstante, lo único que ofrece la certeza absoluta es una radiografía de los dientes realizada con anestesia general. A continuación, el veterinario debe extraer los dientes dañados.

Si tu gato tiene FORL o predisposición al sarro, es muy importante que lo lleves al veterinario periódicamente. Sin embargo, tú mismo (a) puedes contribuir al cuidado dental de tu minino.

Si se deja lavar los dientes, puedes utilizar un cepillo especial para gatos. Una buena alternativa son los snacks dentales y los productos especiales que se esparcen por la comida.

Además, el alimento para el cuidado dental está compuesto por croquetas bastante grandes. Esto hace que el gato no pueda tragárselas sin masticarlas. Al masticarlas, las croquetas eliminan la placa mediante fricción y se reduce la formación de sarro.

El origen de la halitosis en gatos no solo reside en la boca, sino en otra parte del cuerpo. Las enfermedades metabólicas, del aparato digestivo, de los riñones, o del hígado también pueden provocar mal aliento en gatos.

Un aliento con olor dulzón, como a vinagre frutal, puede ser un indicio de diabetes. Otros síntomas son una mayor ingesta de agua, más ganas de orinar o una pérdida de peso considerable.

Las enfermedades del aparato digestivo, como las lombrices, suelen ir acompañadas de un aliento con olor a pescado. Este olor también se observa en las enfermedades hepáticas.

Los gatos que no comen bien durante un periodo prolongado pueden tener graves problemas con el hígado. Podrían contraer hígado graso agudo, cuyo término científico es lipidosis hepática felina. La lipidosis hepática aguda es una urgencia médica que el veterinario debe tratar lo antes posible.

El mal aliento en gatos con olor a orina puede ser un indicio de una enfermedad renal. Los gatos mayores suelen padecer insuficiencia renal crónica (IRC), que también se conoce como enfermedad renal crónica (ERC). Los expertos afirman que la IRC es la causa de muerte más frecuente en gatos mayores. Aunque la insuficiencia renal no se puede curar, con una dieta especial y medicamentos se pueden aliviar los síntomas.

Si la causa es un problema dental o gingival, esto significa que el gato probablemente tenga mucho dolor. La diabetes y las enfermedades de los órganos internos tampoco se deben tomar nunca a la ligera.

Un aliento fétido es un signo de alarma y, por lo tanto, algo que debe tratar el veterinario. El tratamiento, dependerá de la causa, lo cual será determinado por los veterinarios.

Existen algunos alimentos ya están especialmente creados para prevenir los problemas bucales de nuestros gatos. Podemos encontrar comida con unas determinadas características, que facilitan la fricción y la limpieza bucal.

Pero si importante es la alimentación para evitar el mal aliento de nuestro gato, igual de importante es que beban la suficiente agua. A veces los gatos no beben toda el agua que deberían (entre 300 mililitros y 0.5 litros de agua diaria para felinos de cinco kilos, de media).

Sin embargo, el mal aliento del gato, como ocurre en las personas, está relacionado de forma directa con la insuficiente ingesta de líquido. La explicación es sencilla: el agua incrementa la creación de saliva en el gato, encargada de arrastrar (y acabar) con las bacterias culpables del mal aliento en el gato.

Un aliento fétido es un signo de alarma y, por lo tanto, algo que debe tratar el veterinario. Las revisiones médicas son la más efectivo para prevenir la halitosis.

Dra. Carmen Báez

drabaez1@hotmail.es

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