VIII
ERMILO ABREU GÓMEZ
(1894-1971)
Maestro Distinguido 1986
“Son muy pocos los hombres que se sitúan en la vida y en la cultura con un sentido de perspectiva para poder explicar, aunque sea un poquito, el mundo y el tiempo al que pertenecen” (1). Esta frase es reflejo de una de las figuras más sobresalientes de la literatura mexicana, personaje destacado de la cultura yucateca cuyas obras han dejado huella en el país y en el extranjero.
Escritor, profesor, dramaturgo, novelista, ensayista y crítico, Ermilo Abreu Gómez nació en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 18 de septiembre de 1894. Sus padres fueron don Lorenzo Abreu Canto y doña Margarita Gómez Gutiérrez; fue el mayor de seis hermanos. La familia vivía en el barrio de La Mejorada. Siendo un niño frágil de salud, inició sus estudios con su tía abuela, doña Julia Gómez Castillo. Estudio en el Teresiano y luego en el Colegio San Idelfonso. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Puebla para estudiar en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús y en el Colegio del Estado, en 1913. Regresó a Yucatán y obtuvo trabajo en la Revista de Mérida, donde publicó sus primeros escritos literarios, principalmente cuentos (2).
Entre 1915 y 1919, junto con Enrique Hübbe y José Talavera, entre otros, fue integrante del movimiento creador del teatro regional. El 17 y el 24 de agosto de 1924 publicó en Revista de Revistas el trabajo intitulado “El teatro regional yucateco está hecho”, un recorrido por las obras escritas y sus autores, definiendo al mismo tiempo lo siguiente:
El teatro regional yucateco es un teatro tan especial en su estructura externa como en el contenido de sus argumentos, y en la complicada máquina de sus filosofías. Desde luego cabe apuntar tiene la característica de ser esencialmente popular: popular, porque sus personajes miran tras las albarradas de sus chozas; popular, porque sus gracias tienen el matiz melancólico de los indios aborígenes, popular, porque sus diálogos son una mezcla del espíritu español y del espíritu maya; popular, por último, porque reconstruye con los elementos propios, las leyendas y las alegrías, los dolores y los caprichos de aquel gran pueblo que, todavía, sabe de los gestos heroicos de Nachi Cocom , y no olvida el ademán paternal y solemne del señor adelantado don Francisco de Montejo (3). […] En cuanto al idioma, es neta exposición del habla popular. Una mezcla del español con la lengua maya. En lo que respecta al castellano de los indios, nunca es estático. En contacto continuo con la civilización, ninguno se atreve a emplear terminaciones del siglo XVI […] Lo poco que saben lo saben bien, y cuando no aciertan se expresan en maya. Y el teatro regional ha recogido semejante pintoresco conjunto y ha creado una forma nueva de belleza típica, plena de alma, de sentimiento y de color (4).
En Mérida conoció a su futura esposa, la actriz Francesca de Chiara, quien se trasladaría a la ciudad de México. Ermilo emprendió la travesía pare reunirse con su enamorada; llegó al puerto de Veracruz y en el muelle coincidió con la llegada de los restos del poeta Amado Nervo, procedentes de Montevideo.
Su viaje a la capital (1923) también tuvo el objetivo de encontrar mejores oportunidades de trabajo: fue inspector de teatro, escribiente, checador de autobús, velador y mozo de librería. Fueron años difíciles en la vida de la nueva pareja, pero Ermilo logró destacar como periodista colaborando en importantes medios como El Heraldo de México, Revista de Revistas, El Universal Ilustrado y México Nuevo. Fundó el portavoz Frente a Frente y fue director de Letras de México en su última etapa. Fue articulista en Contemporáneos y El Hijo Pródigo. En Mérida colaboró para la revista Sucesos, dirigida por el periodista Mario Renato Menéndez Rodríguez.
En esos años realizó varias investigaciones y ensayos acerca de la vida y obra de los escritores José Peón Contreras, Carlos de Sigüenza y Góngora, Juan Ruiz de Alarcón Mendoza, Justo Sierra O’Reilly y Sor Juana Inés de la Cruz. Las obras de esta última lo deslumbraron, convirtiéndose en una de las pasiones de su vida. Con sus estudios sorjuanísticos adquirió una autoridad reconocida por los críticos de la categoría de Alfonso Reyes, Carlos Vossler y Pedro Salinas, entre otros. “A él se debe la primera edición de las Poesías completas de Sor Juana, igual que la Carta atenagórica y la Respuesta a Sor Filotea que recoge y presenta en 1934. Produjo numerosos estudios, comentarios, antologías, iconografías, bibliografías y ediciones de la obra de Sor Juana, por lo que se le reconoce como autoridad en el tema por los investigadores nacionales y extranjeros que se han ocupado posteriormente de la ilustre escritora (5)”.
Ermilo y Francesca vivieron en la colonia Roma, en el número 52 de la calle Coahuila, en México D.F. Tuvieron dos hijos: Carmen y Ermilo. Siendo éstos pequeños, Francesca falleció y Ermilo quedó viudo por varios años en los que se dedicó más a los estudios, a impartir cátedras y al periodismo. Fue profesor en escuelas como la Secundaria 3, la Julio Jiménez rueda, la Escuela Preparatoria (1961), la Universidad Autónoma del Estado de México, la Escuela Normal Superior de México y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por su parte, sus hijos al crecer tomaron rumbos distintos: Carmen se casó y se fue a vivir a Veracruz, Ermilo estudió medicina por dos años, trabajó como agente de la Funeraria Gayoso e ingresó al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) (6).
Don Ermilo destacó como miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) (7) y trabajó para el Gobierno del Distrito Federal. Fue una de las figuras más notorias del movimiento cultural contemporáneo en México. En esa época fue nombrado jefe de la Sección de la Liga de las Naciones Unidas bajo el Ministerio de Relaciones Exteriores y la División de Filología y Letras del Departamento Cultural de la Unión Panamericana de la UNESCO. Entre 1947 y 1960 fue profesor en la Universidad de Nueva York, enseñó español en la Universidad Urbana de Illinois y en el Colegio Middlebury; en Vermont impartió la cátedra de Literatura española e iberoamericana.
De 1963 a 1971 fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, trabajando como enviado cultural en Centro y Sudamérica, donde tuvo la oportunidad de conocer a escritores de la talla de Jorge Luis Borges y José Lezama. En 1967 se estableció definitivamente en la ciudad de México.
Los reconocimientos más representativos que recibió por su trayectoria fueron el premio de cuento de los Juegos Florales de Mérida (1915), la Medalla Eligio Ancona (12 de julio de 1970) y el Premio Elías Sourasky (1971).
Hombre dedicado a las letras, su obra fue muy vasta y abarcó diferentes géneros. Cuento: Cuentos de Juan Pirulero, Tres nuevos cuentos de Juan Pirulero (1944), Cuentos para contar al fuego (1959). Dramaturgia: Un loro y tres golondrinas: farsa en cuatro cuadros (1945), Un juego de escarnio: farsa en tres actos y un prólogo (1963). Educación: Literatura española (1969). Ensayo: Sor Juana Inés de la Cruz, bibliografía y biblioteca (1934), Clásicos románticos modernos (1934), La ruta de Sor Juana (1938), Sala de retratos intelectuales y artistas de mi época (1946), Quetzalcóatl, sueño y vigilia (1947), San Francisco (1954), Diálogo del buen decir y otros ensayos (1960), Arte y misterio de la prosa castellana (1969). Epistolar: A un joven novelista mexicano (1967). Novela: El corcovado. Un amor de Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1923), Naufragio de indios (1951), La conjura de Xinum: La Guerra de Castas en Yucatán (1958); Canek, historia y leyenda de un hombre maya (1940), Tata Lobo (1952), La del alba sería (1954), Duelos y quebrantos (1959). Antología: Antología de Martín Luis Guzmán (1968) Leyendas y consejas del antiguo Yucatán (1961). Otros: La vida milagrosa del venerable siervo de Dios, Gregorio López (1925), Leyendas mexicanas (1951), Sala de retratos: intelectuales y artistas de mi época (1964), Cosas de mi pueblo: estampas de Yucatán (1957), Discurso del estilo (1963), Versión de las leyendas del Popol Vuh (1986), Juárez: su vida contada a los niños (1942). Comedia: La Xtabay (1919), que fue su primera obra publicada; La bobita, teatro infantil; El cacique, estrenada en 1925 en la ciudad de México; La Montaña, obra de temática costumbrista, estrenada en 1918 en la ciudad de Mérida; y Máscaras.
Su obra más reconocida es Canek, publicada en 1940 que actualmente cuenta con varias ediciones en español, alemán, inglés, urdo (8), y ruso, y que fue grabada en la colección de discos de Voz viva de México de la Universidad Nacional. También se ha publicado en sistema Braille por el Ayuntamiento de Mérida. Por su parte, la Colección Biblioteca Básica de Yucatán de la SEGEY ha reeditado Canek y Cosas de mi pueblo.
En Canek, Ermilo Abreu Gómez narra la historia de un indígena maya sabio e inteligente que vive en una hacienda de Yucatán. Él se hace muy amigo del sobrino del patrón, un niño enfermizo llamado Guy, y de otra niña maya llamada Exa. Alegrías, asombros y enojos encierran este libro. A la muerte del niño Guy, Canek pasa del pensamiento a la acción, ya que la injusticia cometida hacia su pueblo lo hace huir con su gente y sublevarse. El libro refleja el dolor de los indios de la tierra de Ermilo. Ahí describe la historia, las costumbres, la gente y la cultura maya. En palabras del propio autor, “es el libro que mejor refleja mi dolor por el dolor de los humildes, de los indios de mi tierra. Si su lectura aviva la conciencia del hombre frente a la justicia, me tendré por satisfecho.”
En una entrevista hecha por Elena Poniatowska en 1971, Ermilo Abreu Gómez expresó: “En Canek yo soy el niño Guy y el niño siempre tuvo paludismo… ¡Qué fiebres las del paludismo! Se me agrandaron los ojos con las fiebres. Me mandaron a la hacienda a ver si allá engordaba… pero nunca engordé. Siempre he sido flaco, flaco, flaco como un suspiro […] De niño, porque fui un niño solo y calenturiento, tuve un amigo Guy. Es el nombre de un niño muy buen amigo mío, íntimo amigo mío…Guy murió a los diez, once, doce años, muy chamaquito, y en recuerdo de Guy le puse Guy al niño de mi libro Canek. Guy es el recuerdo más profundo de mi infancia. Todos los personajes que aparecen en Canek son verdaderos (9)”.
Vencido por el cáncer, Ermilo Abreu Gómez falleció el 14 de julio de 1971 en la capital del país. En septiembre de 1976 abrió sus puertas el Centro de Educación Artística con su nombre, a nivel bachillerato, que forma parte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), como un homenaje otorgado por la sociedad mexicana. Varias escuelas de distintos niveles educativos también llevan su nombre, así como el Premio Nacional de Cuento de la Bienal Nacional de Literatura 2010-2011, convocado por el Instituto de Cultura de Yucatán y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). En 1986 recibió de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (SEGEY) el Reconocimiento al Maestro del año. En la ciudad de Mérida fue develada una placa con su nombre en la Plaza del Maestro de la Unidad Habitacional Cordemex, frente a la Escuela Normal Rodolfo Menéndez de la Peña.
Fue siempre un hombre distinguido que plasmó con la sencillez de su escritura los acontecimientos vividos y el contexto de su terruño y su país. Sus obras literarias dejaron huellas indelebles entre las futuras generaciones de mexicanos.
En un parque de la colonia Pensiones de la ciudad de Mérida se encuentra un busto con la imagen del escritor, el cual se le erigió en vida.
___________________________________________
(1) Gamboa Carrillo, Miguel. Apuntes sobre la vida y obra de Ermilo Abreu Gómez. Escuela Normal Superior de Yucatán Antonio Betancourt Pérez, SEGEY, 1981, P. 11.
(2) Ibid., p. 17.
(3) Ramírez Aznar, Gabriel. Personajes de Yucatán. De la tierra salen voces que les hablan, Biblioteca Básica de Yucatán, Gobierno del Estado, 2009, p.202.
(4) Ibid., p.208
(5) Gamboa Carrillo. Op. cit., p. 20
(6) Rosado Bacelis, Nidia Esther. Vida y obra de don Ermilo Abreu Gómez, 1894-1971. Ensayo conmemorativo en el CX aniversario de su nacimiento, Centro Cultural Prohispen, Mérida, Yucatán, 2004, p. 24.
(7) Fundada en 1934. Grupo en el que también participaron Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Alfredo Zalce y Juan de la Cabada. En Albornoz Góngora, Samuel y Margaret Shrimpton Masson. “Alteraciones y quebrantos en el Canek de Ermilo Abreu Gómez, de 1940-1969, en Miradas a la literatura latinoamericana, Margaret Shrimpton Masson (editora), UADY, 2007, p. 151.
(8) Idioma hablado por los musulmanes en Paquistán.
(9) Ramírez Aznar, Gabriel, Op. Cit., p. 200.
MARION GUADALUPE GARRIDO MAY
Continuará la próxima semana…