IV
EDUARDO URZAIZ RODRÍGUEZ
(1876 – 1955)
Maestro Distinguido 1982
“Prócer de la ciencia, devoto del arte, ejemplo de austera integridad y de firmeza de convicciones, conductor de jóvenes espíritus, sembrador de nobles semillas de sabiduría, caballero andante de la libertad de la conciencia y de los fueros del pensamiento, ciudadano intachable, modelo de las virtudes cívicas y privadas, bien puesto corazón, radiante inteligencia, y limpio honor de su gente y de su época” (1). Hombre brillante con una trayectoria profesional admirable fue el doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez.
Médico, novelista, historiador, maestro, conferencista, ensayista, pintor, político, nació en la villa de Guanabacoa, La Habana, Cuba, el 29 de marzo de 1876, hijo de Don Fernando Urzaiz Arritola y doña Gertrudis Rodríguez Ramírez, criollos nacidos en Cuba. Debido a problemas económicos de su padre –y del país, en general– la familia tuvo algunos impedimentos para que los hijos cursaran con regularidad la enseñanza primaria, los cuales fueron subsanados bajo la instrucción materna y la apreciación artística que les infundieron desde niños. El padre, un conocido poeta de la región, fue de gran influencia para el joven Eduardo, toda vez que le brindó formación y cultura literarias adheridas al pensamiento independentista de Cuba (2).
Por los acontecimientos desarrollados en la lucha por la independencia de la isla, don Fernando Urzaiz decidió avecindarse en la Península de Yucatán con toda su familia. Acompañado de su hijo Eduardo, desembarcó en el puerto de Progreso el 29 de junio de 1890 con destino a la ciudad de Mérida. Su esposa y sus otros hijos llegaron a la ciudad tres meses después, cuando ya contaban con un nuevo hogar.
El plantel donde inició sus estudios el joven Eduardo fue el Instituto Literario de la Ciudad. A don Fernando le habían recomendado este colegio los profesores Manuel Sales Cepeda y Serapio Baqueiro, que ahí impartían cátedras. Después de presentar los exámenes de nivelación fue aceptado como alumno regular del Instituto; ahí cursó los estudios primarios y preparatorianos. En 1893 continuó su formación en la Escuela Normal de Profesores donde impartían cátedra maestros que estimulaban el estudio del positivismo, entre ellos Manuel Sales Cepeda, José Antonio Cisneros Cámara y los cubanos Rodolfo Menéndez de la Peña, Félix Ramos y Duarte y Joaquín Dueñas (3).
Siendo condiscípulo de David Vivas Romero, Manuel Alcalá Martín y Agustín Franco Villanueva entre otros, en 1894 se graduó como Profesor de Enseñanza Elemental y Superior; su tutor fue el maestro Rodolfo Menéndez de la Peña. En este periodo ingresó al Club Patriótico Yucatán y Cuba, perteneciente al Partido Revolucionario Cubano, fundado por el prócer de la Independencia de Cuba, José Martí.
El primer trabajo que desempeñó como profesor de enseñanza elemental fue en una escuela nocturna; posteriormente impartió clases en una escuela diurna de varones en el barrio de La Mejorada, compaginando la enseñanza con su formación, pues todavía estudiaba en la preparatoria del Instituto. Al cabo de un tiempo solicitó ser transferido y le otorgaron el cambio a una escuela nocturna en el barrio de San Sebastián, donde laboró hasta 1897, ya que había decidido ser médico (4). En septiembre de ese mismo año se inscribió en la Escuela de Medicina y Cirugía, y como profesor impartió cuarto grado de primaria en el Instituto Literario, donde laboró sólo dos años, pues renunció al continuar el tercer grado de Medicina e iniciar sus prácticas en el Hospital Dr. Agustín O’Horán. En el Instituto impartió clases especiales de pedagogía, retórica y elementos de ciencias.
El 15 de noviembre de 1902, a la edad de 26 años, se graduó como Médico de la Escuela de Medicina y Cirugía. Antes de graduarse compró una botica en el barrio de Santiago, teniendo como socio a don Francisco Colomé (5). Sustentó el examen de grado del 13 al 15 de noviembre de 1902; su tesis la tituló El desequilibrio mental, demostrando su inclinación hacia la temática de la psiquiatría. En 1905 el gobierno de Yucatán le otorgó una beca para estudiar psiquiatría en la ciudad de Nueva York durante dos años.
Contrajo matrimonio con la señorita Rosa Jiménez Barceló, construyendo una gran familia. Sus hijos fueron Fernando, Luis, José, Matías, Carlos, Nicolás, Eduardo, Franco, María, Gertrudis, Mercedes, Rosa, Josefina y Margarita.
A principios del siglo XX la ciudad de Mérida carecía de una buena infraestructura hospitalaria, la cual era escasa para la creciente población. A finales de 1903, durante el gobierno de don Olegario Molina, se inició la construcción del Asilo Leandro León Ayala. De igual manera, se emprendió la construcción del nuevo local del Hospital O’Horán. Ambas obras fueron inauguradas en febrero de 1906 por el presidente de México, Gral. Porfirio Díaz.
A su regreso de la especialidad de psiquiatría, el doctor Eduardo Urzaiz fue nombrado director del Asilo Ayala. Con ideas renovadas implantó las técnicas modernas de la época en el tratamiento de enfermedades mentales. Ahí permaneció muchos años, de forma ininterrumpida, desempeñando los cargos de director, jefe de servicio, jefe de clínica y, posteriormente, profesor de neuropsiquiatría hasta 1930 (6). Sus principales campos de acción médica se centraron básicamente en la psiquiatría y la ginecología (la experiencia en el área de la obstetricia la había obtenido cuando vivió en el municipio de Izamal).
Al igual, se desenvolvió como inspector médico pedagógico de la Dirección General de Educación. A principios del siglo XX fue catedrático de pedagogía y literatura en la Escuela Normal para Varones y en la Escuela Normal para Señoritas, e impartió asignaturas en la escuela particular de la Profra. Consuelo Zavala. En 1910 fue fundada la cátedra de clínica psiquiátrica en la Escuela de Medicina; para ello escribió el Manual práctico de psiquiatría para los alumnos de quinto grado de la carrera (7).
En 1915 y 1916 el gobernador constitucional de Yucatán, Gral. Salvador Alvarado, lo designó miembro de la comisión organizadora de los dos congresos pedagógicos del estado, al igual que a un grupo de profesores como Agustín Franco Villanueva, Consuelo Zavala, Artemio Alpizar y José de la Luz Mena Alcocer, quienes llevaron a cabo las primeras participaciones de distintos niveles de enseñanza para resolver la problemática educativa de esa época. El doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez combatió la educación racionalista y defendió la coeducación de los sexos como una de las orientaciones de la pedagogía moderna (8). Sin faltar a la práctica educativa, abarcó la mayoría de los niveles de enseñanza, siempre dedicado y preocupado por la niñez y la juventud yucateca. En 1916 fue profesor de psicología, elementos de biología, anatomía, fisiología e higiene en la Escuela Normal Mixta, ganando un sueldo de 20 pesos de oro nacional.
En mayo de 1917 fue nombrado director interino de la Escuela Normal Mixta del Estado en sustitución de don Gonzalo Gómez. Con dicho nombramiento, y otras múltiples actividades, solicitó licencia en la Escuela de Bellas Artes para separarse como profesor de la cátedra de anatomía; también envió una solicitud de licencia como médico inspector de escuelas por no poder atender debidamente los empleos que desempeñaba (10). Concedida la Licencia sin goce de sueldo por seis meses, el doctor Eduardo Urzaiz asumió la dirección de la Escuela Normal que le había conferido el Gobierno del Estado. En septiembre del mismo año fue nombrado profesor de biología de cuarto grado y de antropología pedagógica de primero a tercer grado de la Escuela Normal Mixta (11).
En el siguiente ciclo escolar (1918) impartió la cátedra de psicología experimental a los alumnos de tercer y quinto grados de la Escuela Normal Mixta del Estado, plaza de reciente creación por la cual le fue asignado un sueldo de 24 pesos al mes (12). Siguiendo la línea médica, en marzo de 1919 fue profesor interino de la cátedra de clínica obstétrica en la Escuela de Medicina y Farmacia del Estado, en sustitución del Dr. Carlos Casares, pero desistió del nombramiento porque se le obstaculizaba impartir clases en la Normal Mixta. En noviembre del mismo año impartió la cátedra de higiene escolar y elementos de puericultura al quinto grado de la Escuela Normal (13).
A principios de 1920, desempeñándose como médico inspector escolar del estado, en una carta enviada al gobernador, renunció como profesor de antropología pedagógica, biología y psicología experimental porque se le había destituido injustamente como director de la Escuela Normal. Meses más tarde recuperó su cargo de director y las cátedras que impartía (14).
Ese mismo año, acompañado del Prof. José de la Luz Mena Alcocer, asistió al Congreso Nacional realizado en la ciudad de México como delegado por Yucatán, evento en el que ambos defendieron sus ideas avanzadas en torno a la pedagogía. A su regreso de la capital escribió Congreso Nacional de Maestros. En 1921 fue nombrado jefe del Departamento de Educación Pública del Estado, en sustitución del Prof. Manuel Alcalá Martín que había renunciado al cargo (15); sin dejar la docencia, en ese ciclo escolar impartió la cátedra de psicología en el Instituto Literario del Estado (16), y fue profesor de gramática general y literatura castellana en el tercer grado de la Escuela Normal, en sustitución del Prof. Santiago Burgos Brito.
Los principales escritos del doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez versan sobre diversas temáticas, siguiendo siempre la línea de la enseñanza: Informe de la expedición para investigar la fiebre amarilla en Yucatán (1913), Nociones de antropología pedagógica (1918), Eugenia: esbozo novelesco de costumbres futuras (1919), Congreso Nacional de Maestros (1921), Conferencias sobre biología: dedicadas a los maestros de educación primaria y a los alumnos de las escuelas normales (1922), Conferencias sobre sociología: dedicadas a los maestros de educación primaria y a los alumnos de las escuelas normales de la República mexicana (1924), Conferencias sobre historia de las religiones (1935), Manual práctico de psiquiatría (1936), Reconstrucción de hechos. Anécdotas yucatecas ilustradas (1943). La emigración cubana en Yucatán (1949), Del imperio a la Revolución (1946), La familia, cruz del apóstol (1953), Exégesis cervantina (1950).
En 1922, desempeñándose como jefe del Departamento de Educación Pública, en unión con el gobernador socialista Felipe Carrillo Puerto y el entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, fundó la Universidad Nacional del Sureste, de la cual fue el primer rector.
Durante el gobierno del Prof. Bartolomé García Correa fue implementada la educación secundaria en Yucatán. La primera escuela de este nivel fue inaugurada en Mérida en abril de 1930: la Escuela Secundaria Adolfo Cisneros Cámara. El doctor Urzaiz Rodríguez, jefe del Departamento de Educación, pronunció durante la inauguración un discurso dirigido a los maestros y alumnos. En esta secundaria impartió la cátedra de civismo para segundo y tercer grados, en sustitución del Prof. Antonio Betancourt Pérez (18). Ese mismo año el ameritado profesor Urzaiz Rodríguez reimplantó la educación mixta en todas las escuelas de la entidad.
En septiembre de 1931 fue fundada la Escuela Secundaria Estatal núm. 1 Agustín Vadillo Cicero. Los fundadores fueron el Dr. Luis Peniche Vallado y el Prof. Fernando Castillo Güemes, acompañados del doctor Urzaiz Rodríguez, quienes le asignaron a esta escuela el nombre de tan destacado pedagogo (19).
En la década de los 30, el doctor Urzaiz Rodríguez impartió en la Escuela Normal de Profesores las cátedras de inglés, pequeñas industrias, historia de las religiones, psicología experimental, francés, laboratorio de psicotecnia, biología, higiene general y de la adolescencia, psicofisiología, historia general, puericultura, antropología pedagógica y psicología en todos los grados.
En 1946 fue inaugurada la Secundaria Estatal núm. 5, designada con el nombre del ilustre maestro y doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez, como reconocimiento y agradecimiento del Gobierno del Estado y la sociedad yucateca por sus 50 años ejercidos en la docencia. La escuela se encontraba en el segundo piso del Centro Escolar Felipe Carrillo Puerto.
De septiembre de 1946 a 1955 llevó a cabo su segundo período como rector de la Universidad Nacional del Sureste. Fue una etapa en la que sus actividades como escritor, maestro, artista, catedrático y conferencista, alcanzaron mayor impulso y reconocimiento.
En 1948, a sus 72 años de edad, el doctor Urzaiz Rodríguez fue invitado a participar en la III Reunión de Obstetras y Ginecólogos Cubanos, invitación que aceptó con alegría porque pudo regresar al lugar que lo vio nacer. Al año siguiente fue nombrado miembro honorario de la sociedad organizadora y en 1952 regresó a la isla, conoció Santiago de Cuba y la Universidad de La Habana, donde formó parte de un presídium. En Guanabacoa visitó el Liceo del que fue secretario su padre (20).
Los días 15 y 16 de noviembre de 1952, en sesiones solemnes realizadas por el Consejo Universitario en el Auditorio Manuel Cepeda Peraza de la Universidad Nacional del Sureste, fueron celebradas las bodas de oro del doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez con la medicina. Hubo una velada en la Sala José Jacinto Cuevas del Centro Escolar Felipe Carrillo Puerto, donde estuvo acompañado de una amplia concurrencia.
Atento a los problemas sociales de su época, escribió sin descanso artículos periodísticos, publicó ensayos, conferencias y cuentos amenos e interesantes. Durante su último periodo como rector colaboró en la mayoría de los números de la Revista Orbe, órgano de la Universidad Nacional del Sureste.
Escribió Del imperio a la Revolución, ensayo histórico premiado en los VII Juegos Florales de Mérida, cuyo contenido aborda al Yucatán de los años de 1865 a 1910. Elaboró dos capítulos de la Enciclopedia Yucatanense titulados: “La historia de la educación pública y privada desde 1911” e “Historia del dibujo la pintura y la escultura”.
Siendo rector de la Universidad Nacional del Sureste, el 16 de febrero de 1955 falleció el doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez. Acompañado de algunos familiares, al velorio asistieron personajes de la sociedad yucateca, quienes ofrecieron su más sentido pésame a la familia por la pérdida de este gran hombre. Posteriormente, a iniciativa del Instituto Campechano, el doctor Urzaiz Rodríguez fue declarado Maestro del Sureste, en solemne ceremonia. La Revista Orbe le dedicó un número como homenaje. Familiares y personas destacadas en los ámbitos de la literatura y la investigación se han dedicado a difundir el vasto legado del doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez, prócer de la educación y la medicina obstétrica en Yucatán. En mayo de 1982, en el marco de los festejos del Día del Maestro, recibió el reconocimiento al Maestro, otorgado por el Gobierno del Estado. Asimismo, la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán reeditó algunos de sus escritos como parte de la Colección Ilustres Maestros de Yucatán.
El 15 de mayo de 2011, Día del Maestro, fueron develados los bustos escultóricos del doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez y del prestigiado profesor Rodolfo Menéndez de la Peña en la Rotonda de los Maestros Ilustres de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (SEGEY).
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(1) “Homenaje de la Universidad Nacional Autónoma de México al rector de la Universidad Nacional del Sureste, Dr. Eduardo Urzaiz Rodríguez”; en Revista Orbe, núm. 38, Universidad Nacional del Sureste, 1954, pp. 55-59.
(2) Bojórquez Urzaiz, Carlos. “Eduardo Urzaiz Rodríguez, fragmentos de una vida”, conferencia, II Encuentro Bilateral Cuba-México, Asociación de Pedagogos de Cuba, Asociación de Educadores Latinoamericanos y Caribeños, Santiago de Cuba, 19-22 de septiembre de 2011.
(3) Ibid.
(4) Urzaiz Jiménez, Carlos. Oficio de mentos. Biografía del Dr. Eduardo Urzaiz Rodríguez, Ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán, 1996, p. 20.
(5) Ibid., p. 32.
(6) Ávila Escalante, Álvaro. “Historia de la medicina alopática en la época colonial”, en Enciclopedia Yucatanense, tomo IV, Edición Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, 1977, pp. 316-317.
(7) Urzaiz Jiménez, Carlos, Op. cit., p. 35.
(8) Ibid., p. 39.
(9) Archivo de la casa de la Historia de la Educación de Yucatán (ACHEY), Fondo Maestros Distinguidos, expediente 30 Eduardo Urzaiz Rodríguez, 21 de septiembre de 1916.
(10) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 4 de mayo de 1917.
(11) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 13 de septiembre de 1918.
(12) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 26 de septiembre de 1918.
(13) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 4 de abril de 1919.
(14) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 20 de enero de 1920.
(15) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 5 de septiembre de 1921.
(16) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 30 de septiembre de 1921.
(17) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 7 de septiembre de 1921.
(18) ACHEY, Fondo de Maestros Distinguidos, expediente 30, Eduardo Urzaiz Rodríguez, 1 de julio de 1933.
(19) Pérez y Pérez, Carlos Alberto, “Escuela Secundaria Estatal núm. 1 Agustín Vadillo Cicero”, en Escuelas secundarias, Colección Mi Escuela en el Centenario. SEGEY, Casa de la Historia de la Educación de Yucatán, 2012, p. 63.
(20) Ibid., p. 66.
MARION GUADALUPE GARRIDO MAY
Continuará la próxima semana…