II
RAQUEL DZIB CICERO
(1882 – 1949)
Maestra Distinguida 1980
Las actividades de la mujer en el período porfiriano se basaban en la subordinación de aquellas consideradas “propias” de su género, lejos de la esfera pública. Eran tareas que no requerían profundizar en el conocimiento científico. La mejor educación de una mujer se demostraba siendo una buena esposa, ama de casa y madre.
Durante el gobierno del Gral. Manuel Cepeda Peraza, el 9 de marzo de 1968, en la ciudad de Mérida, fue fundado por decreto el Instituto Literario de Niñas (1). Este colegio civil fue una alternativa de instrucción para la población femenina. En este ámbito nació en la ciudad de Mérida, en 1882, la ameritada profesora Raquel Dzib Cicero, hija del señor Justo Pastor Dzib y la señora Francisca Cicero. La familia era de escasos recursos, por lo que la pequeña vivió diversas penurias para poder iniciar su educación formal.
Decidida a consolidar una vida dedicada al magisterio, inició sus estudios en el hogar, en casas de amigas y en pequeñas escuelas particulares u oficiales, hasta llegar al Instituto Literario de Niñas dirigido por la Profra. Rita Cetina Gutiérrez. A los 16 años de edad, el 23 de diciembre de 1898 obtuvo el grado de Profesora de Institución Primaria Inferior y Superior. Con los estudios que la avalaban y autorizaban para ejercer su profesión, la profesora Raquel inició su labor en varios institutos educativos, entre ellos el Instituto Literario de Yucatán donde fue profesora auxiliar en mayo de 1899.
Conocida por su dedicación e inteligencia, en 1901 fue contratada por el Instituto Literario de Niñas, siendo directora la distinguida maestra Rita Cetina Gutiérrez. El edificio se encontraba en uno de los lotes del antaño convento de religiosas concepcionistas, actualmente conocido como el Exconvento de Monjas del Centro Histórico de Mérida. Ahí se impartían tres tipos de enseñanza: rudimental, primaria inferior y primaria superior. La profesora Raquel laboró en la enseñanza primaria inferior e impartió las cátedras de gramática elemental, gramática castellana, lengua nacional, escritura, aritmética, geometría y dibujo lineal. En aquel entonces, la duración de las primarias inferior y superior era de cinco años. La formación de profesoras en este instituto se llevaba a cabo en los dos últimos años de la primaria superior. En dicho nivel, en 1905, ofreció las cátedras de geografía, historia, geometría, dibujo, lecciones de cosas, moral, instrucción cívica y dibujo lineal, materias que le fueron encomendadas por su sobresaliente trayectoria.
Con el triunfo de la Revolución maderista en 1911, y al asumir el gobierno de Yucatán el Lic. José María Pino Suárez, hubo muchos cambios en el personal docente y en los planteles educativos, por lo cual el Instituto Literario de Niñas cambió su nombre a Escuela Normal de Profesoras, con un programa de estudios equiparado al de la Normal de Profesores. “El resto del alumnado se quedó en el antiguo local y con él se formó una Escuela Primaria Superior que funcionó como Primera Central de Niñas, quedando como directora la maestra Dominga Canto Pastrana” (2). La profesora Raquel se desempeñó como encargada de grupo de 1912-1914, con una asignación mensual de cien pesos.
Entre las actividades que ejerció en el Colegio Central estuvo la de participar en los exámenes de admisión de las niñas. En compañía de las profesoras Candelaria Urcelay de R. y Consuelo Andrade, realizaba las preguntas correspondientes y, de acuerdo con los resultados, colocaba a las alumnas en determinado grado de enseñanza superior. De igual manera, junto con otros dos profesores, se desempeñó como sinodal en los exámenes a título de suficiencia llevados a cabo en el Colegio Central, solicitados por la Dirección General de Educación Primaria del Estado. La evaluación iniciaba a las 7:30 de la mañana y, ante la presencia de los sinodales, se procedía a examinar a cada alumna de conformidad con el grado al que aspiraba. Para los primeros grados se calificaba el conocimiento de lengua nacional, aritmética y geometría. Se hacía un receso a las 10 de la mañana, para continuar a las tres de la tarde y examinar las asignaturas faltantes; las de primer grado, por ejemplo, eran ciencias físicas, geografía e historia, economía doméstica, dibujo y labores manuales. El examen concluía a las cinco de la tarde y entonces se procedía a definir la calificación de la alumna (3). Con la entrada de Salvador Alvarado a Yucatán, en marzo de 1915, se comprometió socialmente a colaborar con su gobierno, donde se distinguió por su renovada ideología educativa.
Asistió al Primer Congreso Feminista del estado y a los congresos pedagógicos organizados por el gobierno de Alvarado, aportando sus ideas progresistas en la lucha por una reforma educativa y la defensa de los derechos de los maestros y las mujeres. En 1916, trabajó en la Escuela Primaria Superior Josefa Ortiz de Domínguez, desempeñándose como profesora interina con un sueldo de 55 pesos mensuales. También fue profesora de manualidades con una asignación de 40 pesos al mes. A finales de ese año, impartió otras materias en el curso de preparación de maestras rurales. En marzo de 1917, al crearse los cursos libres de comercio en la Josefa Ortiz de Domínguez, desempeñó el cargo de prefecta secretaria, con una asignación mensual de 30 pesos. En los exámenes a título de suficiencia de las asignaturas del curso se desempeñó como escribiente. Éstas eran examinadas alrededor de dos horas junto con los sinodales. Se trataba de las pruebas de lengua nacional, pedagogía, aritmética, ciencias físicas y naturales, geografía e historia de México, geografía e historia universal, geometría y dibujo, educación moral y cívica y economía doméstica. Fue profesora de lengua nacional y aritmética mercantil, y directora del propio curso, cargos que desempeñó durante cuatro años.
La Escuela Normal Mixta del Estado fue constituida por decreto el 22 de diciembre de 1915 con la fusión de dos escuelas: la Normal de Profesoras y la Normal de Profesores. La profesora Raquel alternó la impartición de los cursos libres con la primaria superior con su labor en la Escuela Normal Mixta del Estado, impartiendo las cátedras de metodología de la aritmética y metodología de la escritura-lectura para el curso especial de maestros rurales, cobrando un sueldo de 60 pesos por curso.
Para 1919, continuaba trabajando en los cursos libres de comercio como profesora de la Escuela Primaria Superior Josefa Ortiz de Domínguez; en la Escuela Normal Mixta del Estado impartía el curso de cultura física y, a finales de ese año, inició como profesora auxiliar de los grupos de segundo y cuarto grados durante dos meses en la Escuela Primaria Quintana Roo. En la década de 1920, comenzó a desempeñarse como profesora auxiliar de un grupo de primaria superior de la Josefa Ortiz de Domínguez durante cuatro meses; también fue profesora de aritmética de la enseñanza primaria superior en la Normal Mixta, y profesora de pedagogía en el curso de preparación de maestros rurales. En la Josefa Ortiz de Domínguez le fueron otorgadas cuatro horas y media como profesora, percibiendo 12.5 pesos mensuales. Continuó con las clases pedagógicas y de aritmética, pero ahora en la Primaria Quintana Roo. (4)
Postulada por las Ligas de Resistencia del Partido Socialista del Sureste, en noviembre de 1923 fue electa diputada local del III Distrito para el periodo 1924-1925, como parte del congreso local de la XXVIII Legislatura del gobierno de Felipe Carrillo Puerto. En compañía de las profesoras Beatriz Peniche de Ponce y Elvia Carrillo Puerto, electas diputadas del XX y V distritos respectivamente, fue de las primeras en ocupar dicho cargo en el Congreso de Yucatán. Con el asesinato del gobernador y líder socialista el 3 de enero de 1924, la profesora Raquel, siendo auxiliar en la Josefa Ortiz de Domínguez, solicitó al jefe del departamento de educación primaria una licencia indefinida para separarse del cargo, argumentando que se encontraba impedida por diversas circunstancias para continuar impartiendo clases (5). No obstante, el 11 de enero de 1925 regresó como profesora auxiliar a esta escuela; pero pasados tres meses renunció a su cargo, lo cual no fue por casualidad o impedimento, tal como lo demuestra una carta emitida en mayo por la señora Josefina Rivero Iturralde, esposa del gobernador José María Iturralde Traconis, dirigida al Prof. Fernando Gamboa B., jefe del Departamento de Educación Pública, donde solicitó la reasignación de la maestra a la escuela:
En el caso de la destitución de Raquelita Dzib, que en mi humilde concepto es una injusticia bien marcada, pues ojalá se compusiera el magisterio con maestras de su talla, pues materialmente da pena ver favorecidas ciertas personas carentes de títulos y de conocimientos. En cambio, elementos como Raquelita, a quien le achacan ser enemiga política, la dejan sin el sustento de su familia: de ella puedo asegurar a Ud., como más que yo, Ud., y todo el magisterio honrado de Mérida, saben de dicha maestra; nunca ha sido política y si alguna vez ocupó curul fue porque alguien se empeñó. Entre las profesoras que se han dignado venir a esta su casa a interceder por ella se cuenta la muy ameritada maestra, para mí, Dominga Canto Pastrana, a quien tengo una gran estimación y respeto. Estimaré en todo su valor todo cuanto pueda hacer por una de las que fueron mis maestras, pues una vez más le repito que es el único sostén de su anciana madre y hermanas y, ante todo, deben recomponerse sus méritos por sus años de servicio honrado en el Magisterio. Josefina R. de Iturralde. 8 de Mayo de 1925. (6)
La respuesta fue inmediata por parte del jefe de departamento: por el momento no se requería el trabajo de la maestra. Nuevamente, en 1926 fue contratada para impartir clases en la Primaria Josefa Ortiz de Domínguez y como profesora de enseñanza superior. Un año después impartió clases como profesora de dibujo, trabajos manuales, escritura y cultura física en el primer año superior de la primaria anexa a la Normal Mixta del Estado.
En febrero de 1926 tomó posesión del Gobierno del Estado el Dr. Álvaro Torre Díaz, quien designó como jefe del Departamento de Educación Primaria al Prof. Ramón González Jiménez; pasados cinco meses, éste fue destituido y el cargo fue ocupado por el Prof. Artemio Alpizar Ruz (7), quien estaba en contra de la coeducación de los alumnos y de las escuelas mixtas. Al tomar posesión de su cargo, procedió a separar a las normales y primarias de la ciudad de Mérida, resurgiendo así la Normal de Profesoras y la Normal de Profesores. (8)
La profesora Dzib Cicero, con 28 años al servicio de la educación, continuó impartiendo clases en la nueva Normal de Profesoras; durante cinco años se desempeñó con responsabilidad y dedicación en diferentes cargos. Fue profesora de lengua nacional y geografía; las clases eran diarias y recibía por cada una entre un peso y 1.50 pesos al día (9). De igual manera, fue profesora de geografía e historia del segundo año superior en la escuela anexa a la Normal de Profesoras, ganando un peso diario por clase.
A inicios de 1927, se le designó como encargada de las prácticas pedagógicas de cuarto año de enseñanza profesional. En febrero del mismo año fue nombrada directora de la Escuela Nocturna de Cursos Libres de Comercio del Estado, en sustitución de la maestra Dominga Castro Pastrana. En julio, renunció a las cátedras de lengua nacional y geografía que impartía en la Normal de Profesoras porque fue designada como prefecta de dicha escuela.
Siempre activa, fue designada tesorera de la Liga de Profesores del Estado en abril de 1929. Entonces solicitó al Prof. Artemio Alpizar Ruz una relación de escuelas primarias del Estado para conocer el total de profesorado e integrar la matrícula correspondiente en la Tesorería.
Un nuevo cambio vendría en la organización educativa del Estado: siendo gobernador el Prof. Bartolomé García Correa, apoyando la co-educación y las escuelas mixtas, el 22 de abril de 1930 fusionó de nuevo las dos escuelas normales y creó la Escuela Normal Mixta Rodolfo Menéndez de la Peña (10). El cargo de director fue conferido al Dr. José Montes de Oca; el local donde inició sus actividades fue el predio continuo a la Iglesia de Monjas, actualmente la Casa de las Artesanías.
La profesora Raquel continuó como interina del segundo grado superior en la primaria anexa a la Normal de Profesoras; docente de segundo grado de enseñanza superior en la escuela anexa a la Normal Mixta, profesora de grupo en las escuelas primarias superiores; y directora de los cursos libres de comercio. Ese mismo año fue fundada la Escuela Secundaria Adolfo Cisneros Cámara, motivo por el cual la Normal cedió su antiguo local de Monjas, trasladándose a un predio de la calle 62 entre 43 y 45 de la ciudad de Mérida. En 1935, comenzó a impartir clases en los tres grados de educación secundaria: las materias eran gramática castellana; zoología, geografía de México, geografía física y geografía universal y humana. El 21 de septiembre de 1943, con 61 de edad, fue nombrada profesora de planta en la Escuela Secundaria Adolfo Cisneros Cámara, con 28 horas semanales, destacando siempre por su fortaleza, dedicación y esfuerzo en pro de la educación.
Cuando cumplió 50 años de servicio, el 17 de diciembre de 1948, el Poder Ejecutivo de Estado, a través del Departamento de Educación Pública, le rindió a ella y a otros tres profesores un homenaje de gratitud y reconocimiento; la ceremonia se llevó a cabo en la Sala de Conciertos José Jacinto Cuevas del Centro Escolar Felipe Carrillo Puerto. Fue una mañana muy emotiva para los presentes, sobre todo cuando el gobernador, Prof. José González Beytia, le entregó a la maestra la medalla de oro por medio siglo al servicio de la educación.
A finales de ese año, la profesora Raquel pidió una licencia con goce de sueldo, y en enero de 1949 solicitó su jubilación. En ese entonces ganaba 13.50 pesos como catedrática de materias de diversos grados de secundaria. A la edad de 67 años, en plena formación de alumnos responsables y comprometida con el magisterio, falleció en servicio el 14 de marzo de 1949.
Nacida en una familia humilde, con problemas para estudiar y vivir cómodamente, la profesora Raquel Dzib Cicero fue un ejemplo a seguir al consagrarse a la educación y la lucha por los más necesitados, principalmente en el rubro de los derechos de las mujeres, rompiendo con los convencionalismos de la época al ingresar a la política. Siempre cuidó a su padre, madre y hermanos; no formó una familia que le diera hijos, sino que los hijos que tuvo fueron los alumnos que educó durante más de 50 años de servicio.
Es por eso que el Poder Ejecutivo reconoció su dedicación creando la Medalla “Raquel Dzib Cicero”, presea otorgada a los profesores, como testimonio de 30 años de servicio en el magisterio; asimismo, una Escuela Secundaria Técnica de Umán lleva su nombre, y en 1980 fue instaurado por parte de las autoridades del Estado el reconocimiento de Maestro Distinguido, siendo ella la primera persona a quien le fue conferido.
___________________________________________
(1) El decreto de creación del plantel data de 1868, teniendo como sede el antiguo Convento de las Monjas Concepcionistas. No obstante, debido a circunstancias económicas y políticas, el Instituto Literario de Niñas no inició labores sino hasta el 16 de septiembre de 1877, por decreto gubernamental, abriendo sus puertas para la población femenina en el edificio marcado con el número 532 de la calle 63. Menéndez de la Peña, Rodolfo. Rita Cetina Gutiérrez (1846 – 1908), Colección Ilustres Maestros de Yucatán, SEGEY, 2011, p. 36.
(2) Urzaiz Rodríguez, Eduardo. “La Educación pública y privada desde 1911”, en Enciclopedia Yucatanense, tomo IV, Edición Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, 1977, p. 199.
(3) Archivo de la Casa de la Historia de la Educación de Yucatán (ACHEY), Escuela Primaria Josefa Ortiz de Domínguez. Libro de exámenes extraordinarios del Colegio Central Civil de Niñas, 7 de abril de 1913 a 2 de septiembre de 1943.
(4) ACHEY, Fondo Maestros Distinguidos, expediente 15 Raquel Dzib Cicero, 16 de marzo de 1921.
(5) ACHEY, Fondo Maestros Distinguidos, expediente 15 Raquel Dzib Cicero, 21 de junio de 1924.
(6) ACHEY, Fondo Maestros Distinguidos, expediente 15 Raquel Dzib Cicero, 8 de Mayo de 1925.
(7) Urzaiz Rodríguez, Eduardo. Op. cit., p. 233.
(8) Ibid., p. 234.
(9) ACHEY, Fondo Maestros Distinguidos, expediente 15 Raquel Dzib Cicero, 30 de abril de 1926.
(10) Urzaiz Rodríguez, Eduardo, Op. cit., p. 237.
MARION GUADALUPE GARRIDO MAY
Continuará la próxima semana…