ROCÍO PRIETO VALDIVIA
《Madre, es primavera y yo te recuerdo》
El mar se despierta cuando te recuerdo.
Me vuelvo al origen de tu amor…
Dentro de tu vientre arañaba las paredes de tu útero en llanto.
Descubriste el arcoíris en primavera al sentir mis primeros golpeteos en tus costillas.
Tus ojos se llenaron de amor, madre, al observar mis primeras sonrisas.
Y al finalizar de tu vida, tus labios mudaron mi nombre de nuevo al mar.
La sal corre por mis arterias.
Soy el grito que se incrustó en tu garganta, madre.
El denso follaje del limonero impide que mi pupila descubra tu imagen que dibuja la bahía.
Otras palabras hacen una ecuación, y el lenguaje se vierte en sal, camina en mis arterias como una parvada de grillos, y ese amor tuyo.
Madre, soy la imagen que encabalgaba tus ideas…
…y la sal que impregna la pupila rota por tu ausencia.