Luzbel descendió al Mayab y triunfó
El sábado 3 de diciembre del 2016 ha quedado como la fecha en que el ángel caído protagonizó uno de los mejores conciertos en la capital yucateca.
El anuncio de la segunda visita del grupo comandado por Raúl Greñas a Mérida entusiasmó a quienes conocen su importancia dentro de la historia del rock mexicano como la mejor banda de metal surgida en nuestro país. También despertó el escepticismo en varios que no daban crédito a la noticia de que una banda de este calibre regresara al Mayab a un bar como el Delorean, que cobró para esta especial ocasión un cover muy accesible de 70 pesos.
Pero, efectivamente, el asunto era real y la demanda por conseguir boletos fluyó de manera muy positiva. Además, tanto Raúl Greñas como el promotor Enrique Méndez destilaban optimismo por esta cita: el primero porque quería sacarse la espina de su primera presentación en Mérida la cual, por causas ajenas a la banda, no fue la mejor; mientras que el segundo estaba convencido que los metaleros yucatecos responderían tanto a la firma de autógrafos (que se llevó a cabo en Redicom de la Gran Plaza), como al concierto en el ‘Santuario Sonoro’.
Como recordarán, Greñas nos concedió una entrevista que publicamos la semana pasada en la que hablaba del buen momento que vive la banda, así como del nuevo disco ‘El Tiempo de Odio’, y pronosticaba una actuación de primera, lo que fue cumplido a cabalidad.
El sábado 3, la banda llegó temprano a nuestra ciudad, y de inmediato Enrique Méndez los trasladó a las instalaciones del periódico La Verdad Yucatán, donde realizamos con ellos una extensa entrevista que transcurrió en un ambiente cordial y festivo, ya que todos sus miembros se sienten muy orgullosos de ‘El Tiempo de Odio’, un disco que obtuvo 4 estrellas y media de calificación por parte de la revista ‘Rolling Stone México’ (de 5 posibles), y que es recomendable al cien por ciento, un trabajo que conserva el característico sonido del Luzbel, pero revitalizado y con un gran equilibrio con los sonidos más actuales. En esta charla se volvió a reiterar que venían por la revancha, y que aprovecharían la oportunidad de demostrar su calidad en un digno escenario, con sonido e iluminación profesional.
Mike de la Rosa, Vic Nava, Jorge Curiel y, por supuesto, Raúl Greñas acudieron después a la firma de autógrafos a Redicom, donde muchos fans aprovecharon la oportunidad de fotografiarse con sus ídolos y de apuntarse a la convivencia sagrada que tendría lugar horas después.
Cerca de las 11 de la noche llegué al Delorean, donde reinaba un excelente ambiente, con la buena fortuna de alcanzar a escuchar algunas rolas de la primera banda abridora ‘Evil Saint’, el nuevo proyecto del incansable Montoya, una banda cien por ciento heavy que cumplió con creces y fue despedido con aplausos por parte de la banda que en gran número estaba ya presente.
‘Ruta 42’, la aferrada banda yucateca de rock urbano, siguió a continuación, interpretando seguramente su set más prendido para no desentonar con el espíritu metalero que esa noche permeaba en el ‘Santuario Sonoro’, y que era compartido por todos, incluyendo varios grandes colegas a los que tuvimos oportunidad de saludar: el ‘Chino’ Alejandro Chang y Elías Nechar, miembros de ‘Resurrección’; Rafael Salazar de ‘Kiabeth’; Carlos Morgante y José Manuel de ‘Say Band’; Germán Muñoz de ‘In Vitro’; Adán Cetina ‘Maggots’; el propio Montoya; Javier Boffil (ex ‘Rottor’); Jorge Cervera Ramírez (In Vitro-Polilla Blues Band); Wendy Tello (metalera en serio); la Nacha Rock y muchos otros más.
Finalmente llegó el momento esperado por todos: la actuación de Luzbel, que puedo asegurarles superó todas nuestras expectativas. Es palpable la compenetración de sus integrantes después de sumar ya algunos años de trabajar juntos. En el caso de Jorge Curiel, un músico que se nutre de rock progresivo y que trabaja a la par de Luzbel en su propio proyecto solista, su trabajo otorga al combo un sonido contundente, preciso y técnicamente impecable.
Vic Nava es un auténtico animal del bajo eléctrico. Además de participar en los coros, su actitud es netamente metalera, girando la cabeza por momentos al compás de las rolas, y su destreza con las cuerdas pudo ser apreciada gracias al excelente sonido. Junto con Curiel, conforman una sólida base rítmica que proporciona al líder Raúl Greñas una plataforma ideal para plasmar su virtuosismo.
En lo personal, escuchar a este maestro de la guitarra en acción me llena de gran satisfacción, pues en él se reflejan las mejores pruebas de superación, de rectificación, siendo una prueba viviente de que nunca es tarde para corregir el rumbo y retomar una ruta que jamás debió dejar: la de seguir creando música de tan buena calidad, dejando sorprendidas a las audiencias por su enorme capacidad y talento. Fue una delicia escucharlo recorrer los trastes de su instrumento y realizar los solos, literalmente calcados de los que hemos escuchados en sus discos, así como la felicidad que transmite al interpretar los nuevos temas.
Mike de la Rosa es un caso aparte, pues con su desempeño logra dejar fuera cualquier tipo de comparación con el pasado. Él es el frontman de Luzbel, un puesto que se ha ganado con base a trabajo y dedicación, presumiendo un rango vocal poderosos y con los matices necesarios para satisfacer al fan más exigente. ¡Excelente, master!
En cuanto al repertorio, las hordas metaleras salieron satisfechas pues fueron tocadas en vivo muchas de las nuevas canciones incluidas en ‘El Tiempo de Odio’ en las que si algo las define es su poder. ‘Destino Final’, ‘Aúlla’, ‘Donde ya te Olvidé’, ‘Mienten’, ‘El Tiempo de Odio’, ‘Del Infierno’ sonaron realmente heavy y no desmerecieron junto a los grandes clásicos que fueron coreados a todo pulmón por cada uno de los presentes. ‘Por Piedad’, ‘El Ángel de la Lujuria’, ‘Hijos del Metal’, ‘El Loco’, ‘Esta Noche es Nuestra’, ‘Guerrero Verde’, ‘Advertencia’ y otras retumbaron hasta el monumento a la patria de Prolongación Paseo de Montejo.
Fue tal como lo prometió Greñas: un concierto extenso y conciso. Además, es importante recalcar que con este evento se consiguió también una convivencia muy rica entre los asistentes: la vibra de principio a fin fue de optimismo, de felicidad. Tras concluir el concierto, fue muy agradable escuchar puros comentarios positivos, todos manifestaron su alegría por haber sido testigos de la propuesta de esta legendaria banda.
Sin duda, Luzbel llegó y venció.
RICARDO PAT