Teatro Yucateco
LXXVII
Gilma Tuyub
Eduardo Mosqueda
Los pibes de Bartolo
Personajes: BARTOLO
TURIX
DOÑA VENTURA
MILA
RECATA
La escena se desarrolla en la casa de BARTOLO, él está durmiendo en el suelo.
BARTOLO: (Despertando.) Uay qué cansado estoy, esto de dormir en el piso no me conviene. Yo me he salido a descansar en la hamaca que está en el patio, junto a la batea, mi mujer Chonchita taba lavando, uash, uash, uash, uash, como que el sonido de su lavado me adormecía. De pronto me dice “Bartolo, tan tocando la puerta, ve a ver quién es”. Ahí me levanto, ahí voy a ver y nada, no había nadie; ahí regreso. (Busca la hamaca.) Chonchita, Chonchita, ¿y mi hamaca? No la condenada gorda ya la tenía remojada en un cubo de agua, movetea la hamaca y la agarra y la aporrea en su batea, y no voy viendo que el agua se empieza a quedar café, café. Madre, Chonchita se destintó a mi hamaca. (Imita a CHONCHITA) “¿Cuál se está destintando? Es la mugre que estaba pegada, día y noche estás acostado en tu hamaca, pero hoy te descuidé”. Ehhh ta bueno, si es mi hamaca, es mi mugre, así duermo más calientito. Y van a creer qué me dijo esta mujer, que dice que como a fines de este mes llegan las ánimas, que todo tiene que estar limpio, que porque si no ellas van a lavar mi hamaca, puchis, hoy sí me embromó ésta. Me molesté y agarré y fuí a casa de mi mamá, ahí toy llegando cuando veo a mi papá que está chapeando la entrada, ahí veo a mi hermanita subida en una sia limpiando las ventanas, ahí veo a mi mamá barriendo el patio, uay pensé, tan muy ocupados, mejor me regreso con Chonchita, ay regreso a la casa y voy al patio y Choncha no está, ahí me acerco a la batea a ver si ya había terminado de lavar mi hamaca, y nada, pero la hamaca ya no era café, ya estaba quedando quedando color arena, digo, ya casi termina, falta poco para que quede blanca (Buscando), ¿y esta Choncha, dónde está? y escucho, “aaaaaayyyyyyyy”, uay dios millo qué es eso, “aaaaaaayyyyyyy”, samare serán las ánimas que van a venir a lavar la ropa, y que me meto rápido a la casa, agarro toda mi ropa, un pantalón, una camisa y otro calzoncillo, agarro su hipil de Chonchita y lo llevo todo al patio, echo la ropa en un cubo, y nada, ninguna ánima que se acerque y venga a lavarla, mare esta Chonchita sólo me engaño. Y que oigo clarito, clarito “Bartolooooo, Bartolooooo”, queeeeece dije “Por quiiiii”, me acerco a la mata de ramón, “friooo, frioooo”, me acerco a la mata de mango, “frioooo, fríoooo”, me acerco al pozo, “calienteeee, calienteeee”. Me asomo… Chonchita, ¿qué haces ahí? pero más ociosa que eres, si no es piscina. Me insultotió. Lo que pasa es que se estaba jalando agua del pozo para su lavado, y se trabó el cabo con el carrillo, y a ésta se le hizo fácil subirse al brocal del pozo para destrabarlo y se rompe la orilla del brocal del pozo y uek que se cae la gorda al pozo, y ahí se quedo trabada. Y ahora qué hago, aahhhh ya sé, me subí al pozo, destrabé el cubo del carrillo, lo tiré con todo y soga, ahí rebotó el cubo en su cabeza, Chonchita resbala dos metros más, me requete insultotió otra vez, jalé la soga, desamarré el cubo, le aviento la soga la agarra y (hace el esfuerzo por sacarla) nada, aaaghhhg, (murmurando) che vieja, no te pones a dieta, hay sale Chonchita, ahí sale Chonchita, ya casi salía la gorda, veo que la vecinita de alado sale a colgar sus tanguitas, “hola vecino”, hola, le digo y… pusssss sólo oigo cómo suena el agua del pozo, Chonchita se resbaló otra vez, y ni modos tuve que llamar a los bomberos para que la saquen y ellos dijeron “tiene que ir al hospital para que la revisen” no, para qué, si yo la veo bien, “no, que tiene que ir al hospital” pues ahí la llevé, la revisaron sus huesos, taban bien, sus lonjas estaban completas, todo, tenía un chuchuluco de cuando le rebotó el cubo, la curaron y se quedó ahí en una de las camas que para esperar que se le pase el susto, y no van pasando los de la comida, quién sabe en que se distrajo la muchacha de la comida, y Chonchita pensó que era bufet y se comió todas las comidas de los pacientes. Y me dicen los del hospital, “pues ahora no puede salir hasta que pague todo lo que deben”, cuánto es dije, “tres mil pesos” me contestaron. Y por eso Chonchita se quedó en el hospital, y puchis cómo junto el dinero… Y para colmo mi hamaca se quedó remojada en la batea. Me tuve que dormir en el piso. Uay pero cansa la espalda, me voy a sentar un poquito.
TURIX: (Entrando con una banda en la cabeza y un cartel doblado.) ¿Qué onda, tú?
BARTOLO: ¿Qué onda Turix? ¿Cómo estás?
TURIX: Bien, un poquito medio atolondrado, pero estoy bien.
BARTOLO: ¿Uay qué te pasó?
TURIX: Nada, nada, un pequeñito golpe que me dió mi mujer con una tremenda sartén.
BARTOLO: ¿Y eso? ¿Por qué así?
TURIX: Ya ves, las viejas que no aguantan nada, se molestó conmigo sólo porque me gasté el dinero de las medicinas de su mamá en unas caguamas.
BARTOLO: Pero Turix eso está muy mal, ¿cómo es posible? ¿Qué es eso que las viejas de ahora se molesten sólo porque uno se da uno que otro gusto?
TURIX: Eso es lo que yo digo.
BARTOLO: Y no la hiciste entrar en razón, no le dijiste que tú eres el hombre de la casa y que haces lo que te dé la gana.
TURIX: Claro que se lo dije… por eso me dió con la sartén y me sacó de la casa. Ahí me estaba yendo a casa de mamá, pero cuando estaba llegando vi que papá estaba componiendo un pedazo de la albarrada que se cayó, ahi taba nuestra hermanita lavando en la batea y mi mamá taba recortando las hojitas muertas de las plantitas, y dije, pa que los distraigo de sus quehaceres, tan concentrados, sólo voy a llegar a importunarlos, mejor me voy a ver a Bartolo, y pues vine.
BARTOLO: Pues qué bien.
TURIX: Y tu gorda, digo y Chonchita. ¿Qué hizo de comer?
BARTOLO: ¿No sabes que está dentro del hospital?
TURIK: Uay no y ¿por qué?
BARTOLO: Porque la llevaron para que se alivie.
TURIX: Por fin me vas a hacer tío, por fin después de diez años, porque no se si sabes, pero la gente del pueblo ya anda dudando de ti. Pero no se le notó nada a Chonchita, no hizo panza, pero bueno cómo va a hacer panza si toda ella ya era panza. Te felicito.
BARTOLO: No, se la llevaron para que se alivie de un chuchuluco que se hizo cuando se cayó al pozo.
TURIX: ¿Y es grave?
BARTOLO: No, eso no es lo grave, lo grave es que la Chonchita se comió las comidas de los pacientes y nos las están cobrando. Y no sale hasta que yo termine de pagar la cuenta.
TURIX: ¿Y cuánto te falta para terminar de pagar?
BARTOLO: Empezar… y eso me tiene preocupado.
TURIX: No te preocupes, todavía tengo un poco de dinero. ¿Cuánto es?
BARTOLO: $3,000.00 pesos.
TURIX: Ha no, si, preocúpate. ¿Y qué vas a hacer para pagarlo?
BARTOLO: No sé, tengo que pensarlo.
TURIX: No pos sí. Pues para pensar mejor vamos por unas caguamas, como que me hace falta terminar de curármela.
BARTOLO: Vamos. ¿Oye que es eso que tienes ahí?
TURIX: Eso te iba a preguntar, mira en tu rejita de madera estaba esto trabado y sin querer lo quité cuando entré,
BARTOLO: (Toma el cartel que dice “Se hornean pibes”) Oyes esto ta bueno, ya ves que le faltan como cinco maderitas de en medio de la reja, voy a poner esto para que no se vea que está roto, mientras anda a la cocina y trae dos envases. (Se va BARTOLO)
TURIX: (Se va TURIX y regresa.) No vi nada, deben de estar en el patio. Ay como que ya me dió hambre.
TURIX: Eso no es problema, mira, aquí tengo un poco de cacahuates que agarré de la cantina, pruébalos están riquísimos. Te los dejo, voy a buscar el envase. (Sale)
VOZ EN OFF DOÑA VENTURA: Buenaaaaaas.
BARTOLO: Adelante doña Venturita, pase. (Se echa un puño de cacahuates.) Ma, tan buenos.
(Come más, se atraganta, no puede hablar, todo lo hará con señas.)
DOÑA VENTURA: (Señora de edad entra con una bandeja de pibes) Ay don Bartolo, le traje esto. Qué bueno que ya hornea pi, pues dije pa que camino tanto hasta con don Lucho, tengo que atravesar casi medio pueblo. Ha me canso, pues si usted hornea pib, pues mejor los dejo de una vez, ¿no tarda en cocerse? (BARTOLO niega) Ah que bueno, en cuanto tiempo está listo. (Hace señas) ¿Una hora? Qué rápido, ¿no? ah, uno y uno, dos horas, a ta bien don Bartolo, oiga y cuánto va a ser, ¿no sabe? ¿cuánto? 150 Se pasa, ta caro, cómo de que no, ta caro, sí ya sé que tiene que comer, pero es mucho, ahhh 100 pesos está mejor, aunque creo don Lucho cobra a 20 por pib, pero bueno pero no quiero caminar, ta bien, ta bien, se lo voy a dejar pagado de una vez. Nos vemos luego vengo por mi pi.
TURIX: (Entrando) Bartolo, mira eso, ¿por qué le dijiste eso a la vecina?
BARTOLO: (Tosiendo.) Si yo no dije nada, no podía ni hablar no ves que se me habían trabado los cacahuates.
TURIX: Voy a llamarle a la doñita para devolverle su pib.
BARTOLO: Sí y devuélvele el dinero también.
VOZ EN OFF MILA: (Voz.) Buenaaaaaas.
TURIX: Ya regresó.
BARTOLO: Pase doñita.
MILA: (Trae pibes.) Buenas Bartolito. ¿Cómo estás Turix? cuánto tiempo sin verte, ¿cómo está Lupita?
TURIX: Bien.
MILA: Ay qué bueno, ¿y el bebé?
TURIX: Muy bien gracias, péreme tantito voy a ver doña Ventura.
MILA: Precisamente, precisamente me acabo de encontrar a doña Ventura y me dijo que aquí se hornea pib. Qué bueno, porque la verdad, yo no quería ir con don Lucho, fó ese señor es más pesado ¿sabe qué me hizo el año pasado? ¿Saben qué me hizo? Ahí voy, le dejo mis mucbipollos de carne, llenos de carne, luego los fuí a buscar, llego a mi casa y ¿con qué me encuentro? ¿Con qué me encuentro? Con unos xla pibes con poquito de carne. Ah no, yo sí se los fui a devolver, y con la sorpresa que ya había entregado todos los pibes, hasta los míos, quien sabe a quién se los dió. Y que ni modos que yo me quede sin comer, ni modos que yo no le ponga nada al altar, qué iban a oler las pobres ánimas cuando fueran a la casa. Ahí me regresé con los pibes y ni modos me los tuve que comer. Por eso yo juré que no iba a regresar con don Lucho. Y ahistá tempranito vinieron mis hermanas y nos pusimos a hacer los pibes agarramos la masa la revolvimos con manteca y su punto de sal, la torteamos hicimos así como un pocito; le pusimos carne de puerco y pollo que mi hermana coció con su achiote, mmm, ta rico, ahitá los llenamos con bastante carne, luego le torteamos sus tapas y se las pusimos, ah eso sí le puse su color a las tapas y así alrededor del pi porque a mi no me gusta que la masa se vea descolorida, ahitá salimos al patio mi abuelito ya había hecho el horno en la tierra, ahí junto a la albarrada para que no estorbe el paso escarbó el hoyo en la tierra, le pone la leña, le pone las piedras, lo prende, cuando ya se quemó la leña, jala le pone las pencas de henequén sobre las piedras, jala rápido metemos los pibes, luego le pone sus hojas de roble, pero así bastante para cubrir los pibes, luego la pita y luego lo vuelve a cubrir con la tierra, dos horas después ya estuvo, sale rico, ya íbamos a meter los pibes cuando la condenada XClara, la vecina que tiene su batea pegada a la albarrada, no la condenada deja caer el agua de su batea y ¿qué pasó?, que el agua se fue directo al horno de tierra, hasta parecía piscina de aguas termales, burbujeaba. Y ni modos que mi pobre abuelo vuelva a hacer otro, ni modos dije se lo llevo a don Lucho, pero los voy a marcar bien para que no se revuelvan, ahistá le puse su tela roja para que no se confundan, pero qué bueno que usted decidió hornear los pibes porque así no tengo que dar mi brazo a torcer con don Lucho, ahitá son 6 pibes. ¿Cuánto va a ser?
BARTOLO: Doña Venturita me dió 100 por 3.
MILA: Ay don Bartolito se pasa, bueno ni modos ahitá le dejo 100 de anticipo y lo demás cuando venga a recogerlos, y ya me tengo que ir, con gusto me quedaría a platicar con ustedes pero toavía tengo que terminar de poner mi altar, me dió mucho gusto platicar con ustedes, al rato vengo, (A TURIX) me saludas a Lupita y un beso al bebé.
BARTOLO: ¿Y qué pasó así? No lo entiendo, mira ya tengo doscientos pesos.
TURIX: Bartolo mira eso pusiste esa cartulina de modo que parece un anuncio.
BARTOLO: Pues quítalo. No espera… si… quítalo y ponlo pegado en la puerta para que todos lo vean, mira 200 pesos y todavía la doñita me va a traer más cuando venga por los pibes.
TURIX: ¿Y cómo los vas a hornear?
BARTOLO: Pues no sé. Pero mira cuánto dinero y en un ratito. Así pronto voy a sacar a Chonchita del hospital para que venga a terminar de lavar mi hamaca. Ayúdame en este negocio y te ganas también tu lana, así le compras las medicinas a tu suegra y tu mujer te perdona.
TURIX: No sé. ¿Y cómo los vamos a hornear?
BARTOLO: Mmmmm. ¿Tienes teléfono?
TURIX: Sí.
BARTOLO: Dámelo, ¿tienes crédito?
TURIX: Un poco. ¿A quién le vas a hablar?
BARTOLO: Ahorita vas a ver.
TURIX: Ahistá ya está marcando.
BARTOLO: Que onda cuñada, cómo estás… Yo muy preocupado por mi hamaca, digo… por tu hermana, por Chonchita, toy viendo qué hacer para juntar el dinero y sacarla del hospital, puchis es más difícil sacar a una persona del hospital que de la cárcel… Oyes quiero pedirte un favor, quiero hornear pibes, pa juntar una lana, y pensé “esta mi cuñada es tan buena gente, tiene su panadería un favor le voy a pedir”, déjame hornear los pibes en tu panadería así pronto junto el dinero para tu hermana… ¿qué dices?…. ay qué bueno yo sabía que en todo ese cuerpo que tienes hay un corazón caritativo, oyes pero una cosa, no sé hornear los pibes, no sé en cuánto tiempo se cuece ni nada de eso…. ¿De veras?… ¿a lo macho cuñada?… gracias cuñada, ahoritita te los llevo… (Cuelga.) Así si da gusto trabajar, que lo ayuden a uno.
TURIX: ¿Qué pasó?
BARTOLO: Voy a llevar los pibes con mi cuñada, y no me va a cobrar nada y es más, ella me va a poner a uno de sus panaderos para que hornee.
VOZ EN OFF…… RECATA: Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
BARTOLO: Adelante, se hornea pibes, se hornea pibes barato, barato.
RECATA: Ay le traje dos pibes para que me hornee, son de espelón, porque así le gustaban a la finada de mi abuelita.
TURIX: ¿Y a ti como te gustan los pibes chula?
RECATA: Ay pues… (Suena su teléfono, lo busca en su brasiere) Ay… ay… ay… ¿dónde está?… ¿Dónde está? Aquí está, ay se cortó la llamada.
TURIX: Ay chula, ojalá te vuelvan a timbrar.
RECATA: Pues como le decía. (Suena su teléfono.) Ay… ay… ay… (Nuevamente lo busca) Aquí está. Tía qué gusto me da que llames.
TURIX: A mí también.
RECATA: Todos estamos muy bien.
TURIX: Eso veo.
RECATA: ¿Cuándo nos vienes a visitar?
TURIX: Yo te visitaría todas las noches.
RECATA: ¿Hoy?, ay qué bueno. Fíjate que sí hicimos pibes como le gustaban a la chichí. Ay no, no hicimos de carne. Sí, te espero, nos vemos, besitos.
TURIX: ¿Todo bien chula?
RECATA: No sé, viene mi tía a visitarnos y no hicimos pibes de carne como a ella le gustan.
TURIX: Pues si quieres yo te doy de carne. (BARTOLO le da un zape) Ay.
RECATA: ¿Cómo dice?
TURIX: Que… que… que aparte de hornear pibes, también vamos a vender y aquí tengo unos de carne. Pero mira: bien hechecitos.
RECATA: ¿Y a cómo van a estar?
TURIX: Para ti… regalados. (BARTOLO le da un zape.) Digo, regalados, regalados teniendo en cuenta que todo está por las nubes. Mira, te lo dejo en 120 pesos cada uno.
RECATA: Ay qué bueno, voy a querer dos, porque a mi tía le encantan. Nos vemos, regreso al medio día y se lo pago todito. Oigan y ¿ustedes no ponen su altar?
TURIX: Claro que sí, claro que sí, en eso estamos.
RECATA: Nos vemos.
TURIX: Pérate ¿cómo te llamas?
BARTOLO: ¡Turix!
TURIX: Pues para marcar los pibes.
RECATA: Mi nombre es Recata Virginia Colli Collí.
TURIX: ¿Y cuál es tu número?
BARTOLO: ¡Turix!
TURIX: Para llamarla cuando estén listos.
RECATA: Apunta, mi número es 99 92 69 69 69.
TURIX: Ese número me gusta.
RECATA: Nos vemos….
TURIX: Hasta luego.
RECATA: Ya me marcho…
TURIX: Vaya bien.
RECATA: Ya me voy…
BARTOLO: (Sacándola.) Si señorita, ya váyase, váyase. No se menee tanto que se va a desbaratar.
TURIX: Ay ojalá así fueran todas las clientas.
BARTOLO: Oye tú ¿y qué vas a hacer para venderle pibes a la muchacha esta?
TURIX: Se me ocurrió una mejor idea, mira, a esta señora que trajo muchos, le quitamos uno, y quitamos otro por ahí.
BARTOLO: Y tú crees que no se van a dar cuenta.
TURIX: Mira lo que vamos a hacer, bajo unas hojas de plátano de tu patio, las extiendo, las doblo, las amarro así como si tuviera pib y cuando vengan por sus pibes ni se va a dar cuenta. Cuando lleguen a su casa, y vea que uno de sus pibes sólo es pura hoja, van a venir a reclamar, pero nosotros le decimos que de seguro los había hecho tan ricos que las ánimas se lo comieron.
BARTOLO: Jmmm… y lo van creer!
TURIX: No sé, pero vamos a hacer la prueba. Oye y tú no pones tu altar?
BARTOLO: No había pensado en eso.
TURIX: Ahorita ponemos uno, el mejor altar así cuando venga esa chamacota me va a decir “oye qué bonito está tu altar” y así nos va a servir de pretexto y nos ponemos a platicar. y luego la voy a invitar al cine, a cenar, la invito a Mérida.
BARTOLO: ¿Y tu mujer?
TURIX: No a ella no. Qué se me hace que a esta Recata le quito lo Virginia. Ay…… mmmm uay de sólo imaginarlo me erizo. Una chamacona como ésta me hace falta.
BARTOLO: ¿Y tu vieja?
TURIX: No ésa no me hace falta. Me sobra.
BARTOLO: Puras caballadas dices. Lo del altar no me parece tan mala idea, vamos a ponerlo. Pero yo no tengo nada aquí.
TURIX: Ahorita vengo, vas a ver que en dos minutos lo ponemos. (Se va.)
BARTOLO: Mientras yo aquí a ver qué hago. (Limpia una mesa pequeña, se va y trae cosas, las va acomodando.) Esto que fue de mi último trabajo puede servir. (Pone unas velas, un vaso con agua, un cuadro de la virgen María, la cruz.)
TURIX: (Entrando.) Mira, conseguí estas cosas.
BARTOLO: ¿Dónde conseguiste todo eso?
TURIX: Se lo fui a pedir a mamá, mira atole nuevo, jícama, mandarina, naranja, dulce de papaya, coco y pepita, yuca con miel.
BARTOLO: Ta más bueno.
TURIX: Mira me dió mamá unos tamales de espelón y vaporcitos…
BARTOLO: Ta más bueno.
TURIX: Adornamos con veladoras… ahistan ya las pusiste, flores, hojas de ruda. Y nos falta esten… la foto de un ser querido que haya pasado a mejor vida.
BARTOLO: Pérate, lo voy a buscar.
TURIX: Mientras termino de acomodar esto. Ay mi Lupita de seguro ya le puso al bebé en su manita derecha su cinta roja o negra, que pa que no le lleven su almita las ánimas.
BARTOLO: Ahistá.
TURIX: Bartolo, no sabía que había muerto tu suegra.
BARTOLO: No si no ha muerto, pero ya quiero que pase a mejor vida.
TURIX: Cuando se terminen esos pibes que, ni siquiera hemos llevado, los ponemos un ratito en la mesa para que las ánimas coman.
VOZ EN OFF 1: Buenas ¿aquí hornean pibes?
BARTOLO: Si, péreme tantito no se vaya a caer. (Sale y regresa con una bandeja con varios pibes.) Turix no te quedes ahí parado ponle a éstos doña Micaela.
TURIX: ¿Y con qué los marco?
BARTOLO: Busca algo.
VOZ EN OFF 2: Buenos dillas.
BARTOLO: (Se va y regresa.) Mira a estos ponles doña Manuela.
VOZ EN OFF 3: Aquí se hornea el pib.
BARTOLO: Sí ya voy. (Se va y regresa.) Estos son de doña Pamela. Uay ya me cansé de dar tantas vueltas.
TURIX: ¿Ya qué hora los vamos a hornear?
BARTOLO: Pues ya porque si no, no se van a terminar a tiempo. A ver ayúdame. ¿Ya les pusiste nombre?
TURIX: Sí mira doña Pamela, doña Manuela y doña Micaela.
BARTOLO: Ayúdame a llevarlos. (TURIX pone las bandejas una sobre otra y se las da a BARTOLO.)
TURIX: Ay casi se me olvida, faltan los pibes de aire, los voy a hacer, mientras tú lleva eso.
BARTOLO: Ta bueno patrón.
TURIX: Y no tardes.
BARTOLO: ¿Qué?
TURIX: Que ahorita voy, ahorita voy. (Se va y regresa con hojas y se pone a hacer los pibes de aire)
TURIX: Hora sí, hora sí voy a ganar mucho dinero, ya van a ver si no es mi chaparrita la que me ruega y me pide perdón, por tratarme tan mal. Pero esta vez no la voy a perdonar, la voy a hacer sufrir. ¿Saben por qué?, ¿saen por qué? Porque todas las mujeres, todititas las mujeres son unas farsantes, de novias son tan lindas, y de casadas son un demonio, ahora que tamos casados, para todo es no, para todo es no, “oye chaparrita”, “no”, “oye mi vida”, “no”, en cambio cuando éramos novios para todo era si flaquito. lo que tú digas” “mi amor lo que quieras” “ay esten… está bien sí”, pa todo me decía que sí, pa todo me decía que sí, no por eso nos tuvimos que casar, yo siempre he pensado que ella lo tenía todo planeado y a propósito se embarazó, para quedarse con este muñeco, con el galán más guapo del pueblo, con el soltero más codiciado de todo el municipio. Yo la mera verdá no me quería casar, toavía no estaba preparado. Pero lo que son las cosas, cuando le dije “yo te quiero mucho chaparrita, pero yo no me caso contigo”, sólo vi su carita triste, triste, y la pistolota de su papá apuntándome en el entre cejo, (traga saliva) “ay saes que chaparrita no llores. Si me caso contigo”. Y ahitá nos casamos. Pero sólo hicimos casarnos y mi chaparrita que era flaquita engordó, su pancita comenzó a crecer, el embarazo, nació el nené y se quedó igual de gorda. Por eso digo que las mujeres son unas farsantes, de novias, andan siempre bien guapas, hacen su ejercicio, se hacen su maniquiure, su patiquiure, depilan su ceja, su bigote y hasta su xic, y uno pues se esmera, la llevas a pasear por el pueblo, le invitas su panucho.
Cuando éramos novios mi chaparrita sólo se comía dos panuchos y su coca laight, ahora para invitarla a comer panucho lo tengo que pensar, ¿saen cuántos se come?, ¿saen cuánto come? diez, diez panuchos, y sus dos cocas de 500. No hay derecho. Antes cuando yo le decía chaparrita paso por ti a las 8, a las 8 ya estaba lista, ahora no tiene pa cuando terminar de arreglarse, y para que no empiece a hablotear le llevo el nené a su mamá pa que lo cuide y no le esté jalando las pinturas. Pero qué barbaridad, cuando una mujer se empieza a maquillar, dios millo si hasta parece que están resanando pared, saca sus pinturas las pone en la mesa, primero corrector, verde pa los granitos, moradito para adelgazar su cara, blanco aquí (en la nariz, barbilla y ojeras) dios millo si hasta parece que se está disfrazando para halloween, después se pone que su base, saca un liquidito, lo sacude lo embarra en su cara, luego que el polvo, le queda su cara como una capa así de gruesa, luego pinta su ceja, yo no sé qué necedad tienen las mujeres, primero se depilan su ceja, cuando ya casi no les queda ceja, la vuelven a pintar. Dios santo eso de las cejas es una cosa, hay unas que se lo pintan igualito a lo que se quitaron, otras, se hacen la ceja larga como payaso, otras pintan su ceja arriba de las que tenía, uay se ve más feo pero eso no es lo peor hay quienes se pintan su ceja como en triángulo, muchachas por dios. Mi mujer, abre sus ojos y pinta su boca, yo no sé qué relación tiene el abrir los ojos grandes para pintar su boca, luego abren su boca y pinta sus ojos, ¿y si no abre su boca no puede pintar su ojo? Esta mi chaparrita, cuando era mi novia era amable, pero ahorita todo le molesta, me grita, empieza a hablotear y cuidado que no le haga caso, o yo le levante la voz, porque me la rompe, miren cómo me dejó, hasta me corrió de la casa. No la voy a perdonar, aunque me ruegue. Pa que sepa qué es estar sin mi. Ay chaparrita. (Canta.) “Yo te juro que no volveré aunque me haga pedazos la vida, si una vez con locura te amé ya de mi alma estarás despedida. No volveré te lo juro por Dios que me mira, te lo digo llorando de rabia no volveré”.
BARTOLO: ¿Qué haces Turix?
TURIX: Nada, nada, taba acobardándome de una vieja.
BARTOLO: ¿De una vieja?
TURIX: Si de una vieja canción, ¿qué onda gallo, qué pasó?
BARTOLO: Pos nada, ya se están horneando los pibes.
TURIX: Órale, pues entonces a echarle ganas a este trabajo, que yo si le tengo fe.
BARTOLO: Vamos por un six. (Salen).
Compilación de Fernando Muñoz Castillo
Continuará la próxima semana…